Bitter & Sweet (Verkwan)

8. Dame eso, antes que pase cualquier cosa.

Aquí estaba.

—Buenas tardes —dijo Vernon apenas vio a Boo entrar por la cafetería.

Seungkwan rio y caminó hacia el mesón, venía con su mochila.

—Buenas tardes —respondió animado.

Boo miró alrededor, no había nadie.

—Demasiado movido hoy.

—Ni que lo digas —Vernon movió el cuello—. No he parado de trabajar en todo el día.

—Pobrecito —rio Kwan—. Entonces mejor me voy.

—Puedo trabajar un poco más —respondió rápidamente Vernon—. ¿Vienes a estudiar?

Boo se quedó mirándolo por unos segundos hasta que asintió lentamente.

—Sí —Mostró su mochila—. ¿Puedo quedarme a estudiar hasta que cierres?

—Por supuesto, elige la mesa que gustes.

Seungkwan se acomodó en la mesa que quedaba junto al ventanal, mientras Vernon le preparó un café.

—Todavía no pido nada —Le dijo Boo al verlo.

—Pero lo necesitaras.

Seungkwan asintió y le sonrió.

—Luego pago.

Vernon lo dejó y se fue tras el mesón, tratando de ocultar sus preguntas.

¿Qué había hablado ayer con Joshua? Sabía que fue algo raro, tenía que serlo, pero "raro" abarcaba un mundo de posibilidades.

Pasó una hora y ambos estaban en silencio, Vernon se puso a revisar su celular, hasta que la duda ganó. Se fue hacia la mesa de Boo y se sentó, Seungkwan se quedó viéndolo.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Vernon.

—Todo va bien —Le respondió Seungkwan—. Tengo que escribir un ensayo y ya no me queda mucho.

—Bien —Era ahora o nunca.

Iba a decir algo más, pero Boo bajó la vista y Vernon se quedó ahí, mirándolo, viendo como sus pestañas se movían mientras pestañeaba, tenía algo que lo hacía ver lindo ¿No?

Continuaron así por media hora más.

—Seungkwan —dijo finalmente Vernon, Kwan levantó la vista—. ¿Te puedo preguntar algo?

Boo asintió.

—¿Qué hablaste ayer con Joshua? —Era mejor ser directo.

La cara del chico se puso seria de inmediato.

—Nada fuera de lo común —Volvió la vista a su libro.

—¿Cómo qué?

—Le pregunté por ti y me dijo que no trabajabas los sábados, eso es todo —respondió Boo, parecía no querer darle importancia, pero se notaba nervioso.

—No te ves muy convencido —Vernon sabía que había algo o tal vez ya lo estaba sobre pensando.

—Estaba preocupado —Boo suspiró—. Me quedé como una hora fuera la cafetería. Podía ver como el encargado comenzó a mirarme desde adentro, hasta que finalmente decidí entrar, ahí —Se detuvo.

—¿Sí?

—Le pregunté por ti y me dijo que los sábados no trabajabas y luego comenzó a hacerme preguntas —Torció el gesto.

—¿Qué preguntas? —Aquí era donde quería llegar.

—Desde hace cuánto te conocía, si éramos amigos y cosas así —Seungkwan movió la mano en el aire—. Él es alguien muy curioso —Suspiró—. Aunque parece que eso es de profesión —Miró a Vernon—. ¿Eso era lo que querías saber?

—¿Que le respondiste?

—Vernon —Había algo cuando decía su nombre—. Le dije lo que es, que nos conocemos desde hace una semana, que he venido a diario y que tú me ayudaste con mi trabajo de ingles, solo eso.

—Ah —Se sintió decepcionado ¿Quería más?

—No pareces convencido —Boo tomó del café—. ¿Qué habrías respondido tú? ¿Sería algo diferente?

—Lo mismo —respondió rápido, aunque sí había más.

Ya había soñado tres veces con él, además que su presencia tenía algo, le agradaba estar con él, quería que fueran cercanos, algo que nunca le había pasado con nadie más y era como si de una forma sutil lo conectara con parte de ese pasado que había dejado atrás, pero en una forma más ligera, que no dolía y eso le gustaba, le hacía hasta preguntarse si en algún momento volvería.

Ambos se quedaron en silencio.

—Tengo que estudiar inglés ahora —dijo Kwan luego de un rato—. ¿Me ayudas? Mañana tengo la prueba.

Vernon sonrió y acomodó su silla junto a Seungkwan.

—¿En qué necesitas ayuda?

—¿Todo?

—¿Qué es todo? —Vernon frunció el ceño—. El otro día vimos ya varios puntos, eso los aprendiste no.

—Sí, pero se me olvidaron —dijo Boo y juntó las manos en forma de disculpa—. Es que recuerdo cuando me enseñaste, pero me distraigo.

—¿En qué? —preguntó Vernon y por primera vez vio una especie de rubor en el rostro pálido de Seungkwan, quien bajó la vista de inmediato.

—Soy de memoria corta —dijo pasando las paginas—. ¿Podemos hacer un repaso general?

—Claro —Sentía que no podía decirle que no ¿Era alguna clase de poder?

Tomó el libro que habían repasado el otro día y comenzaron a revisarlo, codo con codo. En un momento Vernon pasó a tocar la mano de Boo, que por cierto le pareció linda, sus dedos parecían delicados, pero con fuerza ¿Era eso posible? Boo en general era así. Era más bajo que él y su contextura era menuda, pero algo le decía que no debía fijarse solo en la apariencia, que seguro era mucho más fuerte de lo que aparentaba, tal vez era por su forma de ser.

Volviendo a las manos, al pasar a tocar su mano la sintió fría, congelada.

—¿Tienes frío? ¿Quieres que suba la calefacción? —Vernon se iba a levantar, pero Boo lo agarró de la manga de su camiseta.

—No —Vernon apenas se pudo mover. Se sentó de nuevo y Boo le sonrió—. Soy así, no tengo frío.

Se notaba que tenía más fuerza de la que aparentaba.

—Tal vez sea por tanto ice americano —dijo Vernon al ver que no volvía a hablar—. ¿Seguro no quieres un café caliente? ¿Algo para comer?

—Ya te he dicho que no.

—¿No te gusta lo dulce? ¿Eres de cosas más saladas?

—No, no me gusta lo dulce —respondió Boo tomando de su café—. Soy más de cosas amargas, sabores intensos —Levantó su café—. Creo que por eso me gusta tanto el café.

—Deberías probar el scone cuatro quesos, seguro te gusta.

—Tal vez otro día —respondió Boo tomando su celular y luego dejándolo sobre el libro que estaban revisando—. Ahora solo me apetece café.

—Bien.

El celular de Boo vibró y su pantalla se iluminó. Como estaba frente a ellos, Vernon no pudo evitar ver la notificación, que decía ser de alguien llamado Joshua que decía "Sabes que no le puedes decir nada".

—Dame eso, antes que pase cualquier cosa —dijo Boo tomando su celular y guardándolo.