Bitter & Sweet (Verkwan)

11. La perdiste, bueno, las perdimos.

Hoy madrugó mejor que otras veces.

—Estás de buen ánimo —Le dijo su madre cuando hablaron en la mañana.

Sí, lo estaba y era bueno, aunque no tanto el motivo porque significaba que de a poco se estaba encariñando de alguien que conocía hace una semana y media.

—Ya está todo listo para el viernes —anunció Hoshi cuando lo vio en la cocina—. ¿Estás emocionado?

—¿Qué? —¿De qué se había perdido?

—La fiesta —Vernon frunció el ceño—. Bueno, no es una fiesta, es una reunión privada —agregó Hoshi sin dejar de sonreír—. Ya están todo avisados, mañana pasaré a comprar cosas para comer —Sonaba emocionado, demasiado—. Aunque también pedí cooperación, todos comemos demasiado.

—¿Todos? —¿Fiesta? Recordaba haber hablado sobre ello, pero no sabía que se haría tan luego ¿El viernes? ¿Fiesta?

—El grupo de siempre —Hoshi comenzó a comer, sin darle importancia.

—¿Quienes? —Hoshi conocía a todos.

—Seokmin, Jun, Hao —Comenzó a enumerar con la mano—. Mingyu y él pidió si podía venir con su amigo Wonwoo —Hoshi seguía contando con los dedos—. Ah y puedes decirle a Dino que también puede venir, me lo he encontrado a veces en la facultad, siempre anda corriendo.

El número solo iba en aumento.

—Si quieres puedes invitar a alguien más —agregó Hoshi comiendo de nuevo—. Te diría que invites al encargado de la tienda, pero no creo que quiera venir.

—Sabes que no le gustan los lugares concurridos —dijo Vernon, que en eso concordaban—. Aparte de la tienda, claro.

—Es una pena, podríamos pedirle que traiga cosas de la tienda.

—¿Te interesa que venga para que traiga cosas para comer? —Hoshi sonrió, Vernon negó con la cabeza.

Entonces, tenía una fiesta el viernes en su apartamento, bueno, una reunión privada, con antiguos compañeros de la universidad, lo que más temía. Pero al menos todos los que iban eran conocidos, que sabía que no lo estarían atosigando, esperaba.

Trató de no darle importancia, era algo bueno, no tenía que preocuparse.

Apenas llegó a la tienda le avisó a Dino y él aceptó encantado. También invitó a Joshua, pero como esperaba, se negó, diciendo que ese día tenía que hacer, fuera verdad o no, era lo que esperaba.

La tarde fue tranquila para un miércoles, tanto que los tres se quedaron mirando tras el mostrador, sin saber que hacer.

—Ahora que me acuerdo —dijo Joshua—. No los he visto con sus pulseras.

Apuntó sus muñecas, Vernon se tensó.

—La tengo en casa —respondió Dino rápidamente a modo de disculpa —. Se me olvida ponerla, pero la tengo guardada.

—Yo también —dijo Vernon—. Me da miedo perderla la verdad, por eso la tengo guardada y se le olvida —Miró a Dino, sabiendo que ambos estaban mintiendo.

La vida de Joshua era la cafetería, pero tenía un pasatiempo, hacer pulseras. Él decía que lo relajaba por las noches, así que le gustaba hacerlas y regalarlas o coleccionarlas, tanto a Vernon como a Dino les había regalado un par y al parecer a ambos se les habían perdido.

Joshua asintió, parecía no sospechar, luego se fue a buscar algo a bodega.

—La perdiste —dijo Dino en susurro—. Bueno, la perdimos.

—Pero para Joshua están guardadas —Ambos se dieron la mano—. Espero que no insista con ellas luego.

Joshua no volvió a preguntar por las pulseras, ni tampoco por Boo, algo que a Vernon le preocupaba.

La tarde pasó lenta hasta que Vernon se quedó atendiendo solo y Boo apareció a la hora de siempre.

Seungkwan apenas entró le sonrió a Vernon, acercándose al mesón directamente.

—Buenas noches —Le dijo Vernon—. ¿Qué hace un chico como tú en un lugar como este?

—Vine por mi ice americano —respondió Boo sin dejar de sonreír.

—¿Solo por eso?

—También para ver a mi amigo —Ahora Vernon sonrió—. ¿Cómo va todo?

—Viento en popa.

Vernon comenzó a preparar el café, mientras Seungkwan comenzó a preguntarle por cómo iba a la cafetería, si había tenido algún problema, así como los primeros días, Vernon se acordó de algo.

—¿Cómo te fue en tu examen de inglés?

—Mejor de lo que esperaba —respondió Boo—. En verdad que sin tu ayuda estaría tirado en el piso, llorando.

—¿Tanto así?

—Con lo atrasado que estoy, me están evaluando con doble calificación —Suspiró—. Así que te debo una.

—¿Lo que sea? —preguntó Vernon.

—Lo que sea —respondió Boo.

—Espero luego no te arrepientas.

—¿Es algo tan malo?

—Quiero invitarte a una fiesta —Quería sonreír, pero en vez de eso torció el gesto ante la palabra—. Mis amigos van a hacer una 'reunión privada' en nuestro apartamento.

Boo también hizo una mueca.

—Suena a mucha gente.

—No lo son —Para él sí—. Además, seguramente ya los conoces —Esperaba que sí—. Va a ir Chan, creo que está en tu misma clase —Boo asintió—. Y otros estudiantes de cursos mayores, todos son agradable.

—No sé si deba ir —dijo Boo afligido.

Desde el momento que se le ocurrió la idea, no pudo dejar de pensar que la fiesta sería mejor con Boo ahí, además que tal vez le ayudaría a Seungkwan conocer a otros estudiantes, más si eran de cursos mayores, lo podrían ayudar si lo necesitaba.

—Acabas de decir que me debes una.

—¿No puede ser otra cosa? —Vernon intentó hacer un puchero, pero no estaba seguro si había funcionado, hasta que Boo suspiró —. Si no son muchos, puedo ir.

Vernon sonrió y sintió el impulso de abrazar a Boo, pero se contuvo.

—El viernes, luego del trabajo nos vamos a mi apartamento.

Boo asintió y terminó de tomar su café.

—Hoy no andas con tu mochila —dijo Vernon de repente, notándolo—. ¿No tenías que estudiar?

—Hoy no —Sonrió en forma suave—. Hoy solo te vine a ver a ti.