Extra JeongHoon (feliz Halloween)

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No podía evitar pensar en ellos, ha pasado poco más de un año y Jihoon todavía no podía creerlo.

—¿Crees que van a estar bien? —preguntó sin levantar la vista.

—¿Quienes?

—Hansol y Seungkwan —dejó los papeles que tenía en las manos sobre el escritorio.

—Ah —respondió Jeonghan, que estaba recostado sobre el sofá, estaban en la oficina de Woozi—. No lo sé, a nosotros nos funcionó ¿No?

Sería algo parecido a ellos... bueno, no, no igual.

Sacudió la cabeza y volvió su vista los exámenes que estaba revisando, aunque no podía concentrarse, pensar en aquellos dos solo le recordaba en cómo se había conocido a Jeonghan.

Hace más de un año, su compañero de cuarto de ese tiempo le pidió que se fuera del apartamento porque comenzaría a vivir con su novia y a él lo dejaba a su suerte.

Como no tenía dónde vivir y no tenía muchas cosas, comenzó a usar su oficina como habitación, mientras nadie se diera cuenta. No estaba seguro si la universidad lo aprobaría, aunque no era la primera vez que se quedaba a dormir en su oficina y ahora solo salía para ir a clases o por cosas básicas.

—Jihoon —No se había dado cuenta, pero Jeonghan estaba a su lado.

—¿Qué?

—Vamos —Jeonghan estaba con un lápiz, picando a Woozi—. Ya se hizo de noche.

—Tengo que terminar de revisar unas pruebas —respondió Woozi suspirando.

—Vamos —repitió Jeonghan, poniendo su mano sobre los exámenes.

Jihoon se detuvo y miró a Hannie, quien le sonreía con una sonrisa angelical, suspiró y comenzó a guardar sus cosas, negando con la cabeza.

Así eran las cosas.

Una noche Woozi se dio cuenta que se quedó sin arroz instantáneo y no tenía nada más para comer y aunque no quería, fue a la tienda más cercana. Estaba frío y era tarde, así que trató de apurarse o el guardia de la universidad lo notaría.

Llegando a la tienda, vio una sombra, una silueta, junto a la puerta, podía ser un chico o una chica, pero algo lo hizo ponerse alerta. Bajó la velocidad de sus pasos y casi llegando podo verlo mejor, era un chico con melena, que sonreía, le sonreía.

Miró a otro lado y al pasar a su lado el chico lo saludó. Woozi hizo un gesto con la cabeza ¿Quién era? Nunca lo había visto, recordaba bien las caras.

Comenzó a buscar lo que necesitaba, mirando por la ventana de la tienda, el chico estaba en el mismo lugar. Compró rápido y al salir, el chico se despidió de él con la misma sonrisa, dejando a Woozi desconcertado.

Trató de no prestarle atención y olvidarlo.

Y pasaron un par de semanas y ahí seguía. Cada que iba a la tienda estaba el mismo chico junto a la puerta, con esa sonrisa angelical y extraña, como si ocultara algo, eso a Woozi lo enfermaba de los nervios. Hasta que ya no pudo más y un día decidió hablar con él.

Fue a la tienda como de costumbre, esperando no encontrarlo, pero ahí estaba. Pasó a su lado de largo a la tienda, hizo como que buscaba algo hasta que se armó de valor y salió.

—¿Me estoy aburriendo aquí? —dijo Jeonghan en tono lastimero.

—Tengo que terminar —Woozi trató de volver la vista a los exámenes en sus manos, pero ya no podía concentrarse.

Vio como Hannie volvía al sillón y se tiraba sobre este, como tantas otras veces.

—¿Qué quieres conmigo? —dijo Woozi con tono decidido.

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⏰ Última actualización: Nov 08 ⏰

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Bitter & Sweet (Verkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora