Con las conversaciones de ayer, tuvo una pesadilla y luego de eso apenas pudo dormir. En la pesadilla él volvía a clases, pero a medida que caminaba, todo se hacía más grande o él más pequeño, todos parecían gigantes a su lado y él era del tamaño de una hormiga, pero tenía que seguir y seguir, despertó antes que lo pisaran.
Hoy deseó no trabajar, pero no quedaba de otra, así que intentó animarse lo más posible, pensando que a la tarde vería a Kwan, sería su recompensa por trabajar con el cansancio que tenía.
El día fue complicado, al parecer había algún evento cercano porque no paraban de entrar y salir clientes de la cafetería, tanto, que se quedó sin varios insumos llegando la tarde. Si fuese por Vernon, hubiese cerrado más temprano de lo normal, pero quería esperar a Seungkwan.
Cuando finalmente llegó, Vernon cambio de lado el cartel a cerrado y abrazó a Boo, cargando parte de su peso en él.
—¿Día complicado? —Boo lo abrazó de vuelta—. ¿Quieres que te cargue?
Sin dejarlo responder, Boo pasó su mano por detrás de las rodillas de Vernon y con su otra mano en su espalda, lo levantó como si fuera de papel, una almohada de plumas.
Hansol estaba tan impresionado que al principio se quedó congelado.
—Nos van a ver —dijo sonrojándose, tratando de mirar por el ventanal, pero Boo no lo dejaba, lo estaba meciendo como un bebé.
—¿Qué les importa a ellos? —Se inclinó y besó su frente—. Tú estás cansado, yo te voy a cuidar.
—No soy un niño —Vernon intentó moverse, pero los brazos de Boo lo impedían, estaba preso—. ¿Me puedes bajar?
—Necesito algo a cambio —respondió acercando su rostro, Vernon cerró los ojos, pensando que se iban a besar, pero en cambio sintió los labios de Boo, suaves como siempre, sobre su cuello, esto lo hizo estremecer.
Abrió los ojos con sorpresa y Boo sonreía.
—Es una broma —dijo, dejándolo en el suelo finalmente—. Pero si quieres, no es broma —Le guiñó un ojo.
Vernon no supo qué responder, sabía qué implicaba eso.
—Está bien —lo animó Seungkwan—. No tienes que tomarlo en serio.
No lo había pensado, tal vez en aquel sueño, pero ¿Era una posibilidad?
Quería decir algo, pero llamaron a la puerta, se le había olvidado por completo que estaban todavía en la cafetería. Se acercó para decir que estaba cerrado, pero desde el otro lado de la puerta se podían ver dos figuras, ambas reconocibles.
—Jeonghan —dijo abriendo la puerta.
—¿Podemos pasar? —Se movió para dejar ver que venía con Woozi.
—Claro —Vernon se hizo a un lado y los dejó pasar. Ambos se quedaron de pie, no muy lejos de la puerta—. ¿Les puedo servir algo?
—No, solo venimos de paso—Respondió Jihoon, quien venía con la camisa sin corbata y un abrigo que no cubría el cuello, dejando ver pequeños moretones y ¿Marcas? ¿Eso era...?
—Tengo noticias importantes —dijo Jeonghan, llamando la atención de Vernon.
—¿Noticias? —Sintió que su cuerpo se helaba.
—¿Del consejo? —preguntó Seungkwan.
Jeonghan asintió, su mirada iba de uno a otro, en silencio.
—Deberías decirles antes que colapsen —dijo finalmente Jihoon, rompiendo el silencio—. No deberías ser tan molestoso.
Tanto Seungkwan como Vernon se miraron y luego miraron a Jeonghan, quien tenía una gran sonrisa.
—Bueno, pero no seas tan aburrido —dijo mirando a Jihoon, luego levantó su bolso y sacó unos papeles—. Seungkwan.
Se los entregó y Boo comenzó a leerlos, su rostro cada tanto se iba volviendo más incrédulo.
—¿Qué es esto?
—Un contrato —dijo como si fuese obvio—. Deben firmarlo ambos, me lo entregan y todo solucionado.
—¿Eso es todo? Demasiado fácil —dijo Seungkwan releyendo las hojas.
—¿Para qué es? —preguntó Vernon.
—Es un contrato que dice que tú no le dirás a nadie que existen los vampiros —dijo Jeonghan con un suspiro, parecía aburrido o cansado—. Seungkwan será tu "vigilante" y todo bien.
—¿Solo eso?
—¿Solo era necesario un papel y nada más? —Se podía escuchar el enojo nacer en la voz de Seungkwan.
—Bueno —respondió Jeonghan—. Por conducto regular sí, pero solo para los vampiros que llevan un tiempo en un asentamiento humano. Por eso no estaba seguro, más o menos —agregó con una sonrisa.
—¿Dónde firmo? —preguntó Vernon tomando los papeles de las manos de Seungkwan, antes que los rompiera.
Se acercó a una mesa y firmó donde le indicó Jeonghan, luego tomó la mano de Seungkwan y lo llevó a la mesa, donde firmó sin despegar la vista de Jeonghan, Vernon tenía miedo que se pelearan ¿Cómo sería una pelea entre vampiros? Con la fuerza que tenían, capaz destrozaban la cafetería.
—Ahora —Jeonghan volvió a meter la mano en su bolso y sacó una pequeña bolsa de tela roja, parecía terciopelo, que dejó sobre la mesa—. No los pierdan por favor.
Vernon tomó la bolsa, donde había dos anillos iguales.
—Deben usarlos todo el día —dijo Jeonghan al ver la cara de confusión de Vernon—. Y de noche, es para poder identificarlos —levantó su mano, también tenía uno en su meñique, al igual que Woozi, notó Vernon.
—Ahora —Jihoon se acercó a la puerta—. Creo que ya nos vamos.
—Esperen —dijo Vernon, acordándose de algo—. Pasado mañana vamos a hacer una fiesta, aquí en la cafetería, no sé si quieren venir.
—¿Joshua sabe?
—Él lo sugirió —respondió Vernon con una sonrisa—. Seguro le gustará tenerlos aquí.
—¿Vendrá mucha gente? —preguntó Jeonghan.
—Solo unos cuantos chicos de la facultad —intentó sonar animado—. Será de disfraces.
Jihoon con Jeonghan se miraron, no parecían muy convencidos.
—Solo será un rato —insistió Vernon.
—Está bien —respondió Jeonghan y Woozi lo miró.
—¿Vamos a venir? —preguntó Jihoon.
—Te hará bien salir un poco —respondió Jeonghan con una sonrisa, aunque Woozi no lo miraba de la mejor forma—. Ahora vamos, hay que ir a comer —le guiñó un ojo y Woozi se puso rojo, saliendo enseguida.
—Nos vemos —dijo sin mirar adentro.
—Nos vemos pronto —dijo también Jeonghan.
Vernon miró a Boo, quien seguía tenso.
—Sigo teniendo sentimientos encontrado con Jeonghan —Relajó las manos—. Siento que desde un principio sabía qué hacer, pero solo quería vernos sufrir.
—No creo que sea eso —La verdad, si lo creía, pero no quería que Boo se enojara más.
Seungkwan seguía con el ceño fruncido, así que Vernon tomó la bolsa de terciopelo y sacó los anillos. Boo se quedó mirándolo, Vernon le entregó uno y se puso el otro, admirándolo.
—¿No crees que vamos muy rápido? —preguntó Seungkwan poniéndose el anillo, también en el dedo meñique.
Vernon no supo que decir, se quedó mirando su anillo ¿Llegarían a ese punto los dos? No lo había pensado, pero ahora sentía extraño pensar un futuro sin Kwan, su Boo.
ESTÁS LEYENDO
Bitter & Sweet (Verkwan)
FanfictionVernon trabaja en una cafetería desde hace poco más de un año, ya que por ciertos motivos tuvo que dejar de estudiar en la universidad. Ahora su vida se compone de pedidos de café, olor a café y beber café, obviamente. Una noche aparece un chico nue...