15. Bien, explicámelo.

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—¿Seguro que no quieres que me quede? —preguntó Dino a Vernon.

—No, está todo bien —Mentira.

Eran las 7 de la tarde del domingo, estaba en el trabajo, pero mentalmente estaba en su celular, esperando una respuesta de Boo.

Con lo de anoche volvió a tener más dudas ¿En verdad le había asustado la sangre? Sí, había gente que no le gustaba, de ser así solo lo hubiese dicho ¿No? Si no pensara que era imposible, pensará que Seungkwan era un vampiro o algo así, cosa que era tonta.

—¿Seguro? —Volvió a decir Dino—. Estás botando eso.

Vernon estaba limpiando y sin darse cuenta estaba botando servilletas perfectamente nuevas. Las dejó a un lado.

—Todo bien, ve a descansar.

Dino se fue y Vernon trató de concentrarse lo más que pudo, pero cada cierto tiempo sentía que su celular vibraba en su pantalón y no era así.

Tenía un plan, si hoy no tenía noticias de Boo, mañana le pediría a Dino que le dejara un mensaje o podía ir a verlo a la universidad ¿Era mucho?

Llegó la hora de cerrar y nada. Ordenó todo y aunque no quería admitirlo, esperaba que Seungkwan lo estuviera esperando afuera, pero no estaba. La última opción era en la estación de metro, pero tampoco, hoy no vería a Boo.

Resignado se fue a la parada de autobús, donde no había nadie, salvo por un chico con una mochila que estaba sentado, balanceando sus pies.

—¿Seungkwan? —Era él ¿No? Aunque estaba oscuro podía reconocerlo, su perfil destacaba, su silueta destacaba ¿Era así o Vernon ya se había acostumbrado a él?

—¡Al fin llegas! —Boo se puso de pie de un salto—. Pensé que no vendrías por acá.

—Siempre vengo por aquí —Vernon se quedó mirándolo—. ¿Qué haces aquí? —Seungkwan se cruzó de brazos.

—Creo que tenemos que hablar.

—¿Crees? Ayer te fuiste corriendo —Y no era la primera vez—. No sé si te molestó en verdad lo de la sangre y lo siento si te molesté, pero te fuiste.

Boo soltó sus brazos, dejándolos inertes.

—Es complicado, creo que me asusté —Miró alrededor y se acercó unos pasos, quedando a medio metro de distancia—. Es complicado.

—Bien, explicámelo.

—No es tan fácil —Volvió a mirar nervioso alrededor.

—Se me pasan muchas cosas por la cabeza —Agregó Vernon—. Cada una más rara que la otra, casi podría jurar que eres un vampiro o algo así.

Boo se puso pálido, más pálido de lo que ya era y su cuerpo se tensó.

—¿Cómo? —dijo ahogado, como si le hubiesen dado un golpe en el pecho—. ¿Cómo lo sabes? —susurró.

¿Qué?

—Mira, era una broma, no es necesario que me sigas el juego —dijo Vernon con tono de broma, pero algo en el semblante de Boo lo hizo detenerse ¿Era verdad?

—C-Claro —rio secamente—. Una broma...

Si lo pensaba ¿Tenía sentido? Ayer con la sangre, siempre andaba de noche, no comía, aunque había dicho que era porque no le gustaba. Todo sonaba a alguien un poco mañoso que prefería la noche, no era poco común.

Sin embargo.

—Espera ¿En verdad eres un vampiro?

—Shh —Boo se acercó para tapar la boca de Vernon, a lo lejos iba pasando una pareja—. Todo tiene oídos.

Boo miró a todos lados, tomó a Vernon de la mano y lo acercó a la parada de autobús, donde no había nadie.

—¿Es en serio? —Vernon seguía sin poder creerlo, Boo se notaba nervioso.

Seungkwan asintió y Hansol se sentó en la banca de la parada para procesar ¿Existían los vampiros? ¿Boo era un vampiro?

Vernon no dijo nada por varios minutos, todavía seguía asimilando, aunque ya lo había aceptado, pero seguía siendo una idea tonta que se le había ocurrido, algo de cuentos de fantasía.

—¿Estás bien? —Boo se sentó a su lado y tomó su mano, Vernon notó que estaba fría, no era la primera vez, frío como si fuera un vampiro.

—Claro —Se aclaró la garganta.

—No está asustado ¿Cierto? —La mano de Seungkwan apretó suavemente la mano de Vernon—. No te haré daño, te lo prometo.

Bueno, al ver la sangre había salido corriendo, eso lo confirmaba.

Entonces ¿Este era el secreto que tenía?

—Espera —Vernon sentía su cerebro trabajar, le estaba costando—. ¿Este es el secreto que tenías con Joshua? ¿Joshua sabe que eres vampiro?

Tenía sentido que le pidiera que se alejara de él.

Boo lo miró a modo de disculpa ¿Podía ser?

—Espera —repitió—. ¿Joshua también es un vampiro?

—Shh —Seungkwan volvió a tapar su boca—. Te dije que hay oídos por todos lados —Suspiró—. ¿Ves por qué no te podía decir? No es solo mi secreto.

Conocía a dos vampiros, uno incluso era su jefe que conocía desde hace un año, que nunca salía de la cafetería de día, que jamás veía comer, que también siempre estaba frío ¿Era posible?

Boo bajó su mano y Vernon respiró de nuevo, bajando la vista a sus manos que estaban en su regazo.

—¿Qué piensas? —le preguntó Seungkwan.

—En cómo no me di cuenta que mi jefe era un vampiro —Movió al cabeza—. ¿A los vampiros les gusta el café? —Al menos los dos que conocía si lo bebían, sentía extrañamente que tenía mucho que aprender.

—A la mayoría —respondió Boo con una sonrisa.

—¿Les molesta la luz del sol?

—Sí —Boo agachó la cabeza—. Es una pena.

—¿Duermen?

—No —Esta vez Kwan sonrió.

—Entonces ¿Qué hiciste cuando te quedaste a dormir?

—Pensar en la teoría de la relatividad —respondió Boo sarcásticamente.

Vernon miró el cielo.

—Me quedé mirándote —Volvió a responder Seungkwan y esta respuesta lo pilló desprevenido, entonces cuando él despertó en la noche y se quedó mirando el rostro apacible de Boo ¿Se estaba haciendo el dormido?

Vernon esperaba que con la oscuridad que había, no se notara el calor que subió a su rostro.

Bitter & Sweet (Verkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora