25. ¿Me veo como que sabía eso?

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—¿Me veo como que sabía eso? —dijo Vernon suspirando.

Estaba con Boo, ambos se habían quedado hablando luego de la declaración de Vernon, ya que Seungkwan le estaba recriminando que si lo quería por qué no lo había ido a buscar esa noche que se fue, luego del beso.

—Está escrito así —argumentó Kwan y Vernon hizo una mueca.

—No tengo experiencia en esto.

No era la primera vez que le gustaba alguien, pero había sido fugaz, sin tanto peso, ahora en cambio, lo sentía mucho más intenso, como si fuera el destino que los hubiese cruzado, aunque no creía en ello.

—Yo tampoco —suspiro Boo y apoyo su cabeza en el hombro de Vernon, estaban sentados en la banca de un pequeño parque cercano, donde las farolas apenas los iluminaban a través de los arboles que los rodeaban.

Vernon miró sus manos, tratando de entender todo, Kwan se había declarado y él también se había declarado.

—Y ahora —dijo Vernon—. Que sabes lo que siento ¿Todavía te quieres ir?

—Yo no quiero —Boo tomó la mano de Vernon, entrelazando sus dedos, sin levantar la cabeza—. Aunque debería —agregó—. Pero ya dije que soy demasiado egoísta.

—No eres egoísta —dijo Vernon, si fuera así, él también lo sería—. Yo tampoco quiero que te vayas, no quiero que esto termine.

Seungkwan levantó su cabeza para mirar a Vernon, sus ojos brillaban, eran estrellas que brillaban solo para él.

—¿Esto? —dijo con una sonrisa, seguían de la mano.

Una suave sonrisa se extendió por el rostro de Vernon al tiempo que asentía. Boo se acercó y lo besó, pero esta vez Vernon si devolvió el beso.

Fue dulce, mucho más dulce de lo que Vernon hubiese esperado.

—Eres dulce —No pudo evitar decir—. Muy dulce.

Se besaron de nuevo, perdidos en su pequeño mundo.


El viento comenzó a helar.

—Creo que ya es hora que vayas a casa —dijo Boo—. Mañana tienes trabajo y es tarde.

Vernon vio la hora, era de madrugada, sintió sueño de pronto, bostezó.

—¿Ves? Tienes que ir a dormir —Boo se levantó—. Te acompaño.

—No es necesario —Vernon se puso de pie y se tambaleó un poco ¿Por qué tenía tanto sueño?

Kwan alcanzó a agarrar a Vernon.

—Hansol —dijo Boo y Vernon se derritió casi por completo—. Te acompaño a casa.

Por la hora, ya no andaban buses así que se fueron caminando.

—A veces salgo a dar vueltas a esta hora —dijo Seungkwan en voz baja—. Me ayuda a aclarar mis ideas.

—A esta hora yo me quedo viendo videos —Por eso sentía extraño tener tanto sueño, tal vez solo había sido un día pesado.

—Deberías dormir —Lo regaño Boo—. Tienes necesidades.

Vernon no dijo nada, pero con esto le vino una duda.

—Tú también tienes... necesidades ¿No? —No estaba seguro cómo preguntarlo.

—¿A qué necesidades te refieres? —preguntó Seungkwan con media sonrisa.

—Comida —dijo con voz baja.

—¿Te refieres a la sangre? —Vernon asintió—. Sí, tengo que beber sangre, es la única necesidad que tenemos.

—¿No deben comer?

—Podemos, pero no lo necesitamos —respondió—. Como el café, no lo necesito, pero no sé qué sería de mi vida sin él.

Vernon quería preguntar más sobre la sangre, pero no quería ser tan invasivo, así que se quedó en silencio.

—¿Quieres saber cómo bebo la sangre?

—¿Cómo? —Vernon lo miró—. ¿Cómo sabes que quería preguntar eso?

—Está en tu cara, eres demasiado expresivo —rio—. Además, asumo que para un humano es una pregunta necesaria.

—¿Entonces?

—Tenemos ciertos ciclos —Comenzó a explicar—. Necesitamos ciertas cantidades cada cierto tiempo para sobrevivir, aunque varia de vampiro en vampiro.

—¿Cómo lo haces?

—Compramos sangre —dijo Seungkwan como si fuera lo más normal—. Para mantener nuestro anonimato, tenemos prohibido beber sangre directamente de un humano.

—Ah.

—Bueno —carraspeó Boo—. A no ser que sea voluntario, pero son pocos los casos, porque para eso el humano debería saber —Su voz se fue apagando—. Y eso está prohibido también.

Vernon asintió. No lo había pensado ¿Él dejaría que Boo bebiera su sangre? ¿Cómo se sentiría? Lo sintió algo intimo y sacudió la cabeza, no era algo que debiese pensar ahora.

—Llegamos —anunció Boo deteniéndose. Vernon miró alrededor, estaban fuera de su edificio, el tiempo se había pasado volando.

—¿Ya? —La verdad que esperaba pasar un poco más de tiempo con Seungkwan, pero el sueño ganaba, sentía sus ojos ceder.

—Debes dormir —Boo se acercó y se puso levemente de puntitas para besarlo y se separó tan rápido que Vernon apenas lo pudo procesar—. Nos vemos en unas horas.

Hansol lo abrazó, no quería que se fuera.

—Tienes que dormir, Vernon —El tono serio de Seungkwan extrañamente le gustaba a Vernon.

Se separó sin mucho ánimo y se inclinó para besarlo de nuevo.

—Si seguimos así, va a amanecer, tengo que irme.

Muy a su pesar, finalmente lo soltó y entró en el edificio, donde se fue directo a la cama con una sonrisa radiante.

Bitter & Sweet (Verkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora