13. Ven conmigo, apúrate.

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—¿Seguro que no quieres venir? —preguntó de nuevo Vernon a Joshua que se estaba calzando la chaqueta.

—Sería extraño estar ahí entre tantos chicos —Suspiró—. No estoy en edad para eso.

—Eres un par de años mayor, no estás viejo —respondió Vernon—. Y conoces a algunos, han venido a la cafetería.

—Pero solo de vista —Joshua terminó de arreglarse—. Lo agradezco, pero además no puedo, me voy a juntar con unos amigos.

—Bueno.

—Puedes llevarte lo que gustes del mostrador —Joshua se apoyó en el mesón—. Dile a Hoshi que la próxima puede hacer una fiesta aquí.

—¿Estás seguro? Si le digo, luego no va a dejarte tranquilo hasta hacerla.

Joshua torció el gesto.

—Bueno, déjame pensarlo.

Apenas el encargado se fue, Vernon quiso prepararse, pero llegó clientela, como un buen viernes.

Estaba trabajando cuando llegó Boo, quien, al verlo así, se acomodó a un lado y se acercó al mesón cuando ya no quedaban más personas por atender.

—Está animado —Miró a todos lados, la cafetería estaba llena.

—Sí —suspiró Vernon—. Justo hoy que quiero cerrar temprano.

—Tal vez es una señal del universo —agregó Boo pensativo, mientras apoyaba sus manos en el mesón.

—O tal vez hay algún evento cerca y las personas andan con hambre y sed.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Boo al ver que entraban más personas.

—Está bien —Le entregó el café que estaba haciendo.

—Gracias —Boo se hizo a un lado y Vernon siguió trabajando.

La hora que quedó, no pudieron hablar mucho, el flujo de clientes iba y venía, Boo se lo pasó junto al mesón, a un lado para no molestar y Vernon lo miraba de vez en cuando, pero su atención estaba en atender a las personas que iban a comprar mayormente, una pequeña parte de su mente no se desviaba de Seungkwan.

Cuando finalmente llegó la hora de cerrar, la cafetería se comenzó a desocupar, mientras Vernon ya empezaba la limpieza.

—Hoshi estará triste —dijo Vernon que estaba barriendo junto al mostrador—. Apenas quedaron cosas para llevar.

—Podríamos pasar a comprar —Lo animó Boo—. La verdad que eso quería hacer, no quiero llegar sin nada.

—Vas tú, eso es lo que importa —dijo Vernon sin pensar.

—Gracias por el cumplido, pero igual necesito ir con algo más.

—Podríamos pasar a comprar algo para beber, con eso te ganarás el cielo.

Boo se puso a reír, pero en forma seca, Vernon le iba a hablar, pero apareció Dino.

—Sabía que eras tú —Entró directo a donde estaba Boo, venía vestido casual, con su mochila al hombro—. Seungkwan.

—Mucho gusto —Boo hizo una pequeña reverencia.

—Somos compañeros de clases —Dino le dio la mano, se notaba demasiado emocionado—. ¿Están listos?

—Me falta terminar de limpiar —Vernon continuó barriendo—. Mientras puedes empaquetar lo que está en el mostrador para llevarlo.

Dino no dijo nada, se fue directo tras el mesón y se puso a guardar todo, que parecía mucho, pero para los que iban, sería siquiera un aperitivo.

—Ahora tenemos que pasar a comprar soju y cerveza —Apuntó Dino cuando iban camino a la parada de autobús.

—Podemos pasar a un lugar que queda cerca de donde vivo —Ambos estudiantes asintieron.

Vernon quería hablar con Boo, pero se sentía raro estando ahí Dino, quien no dejaba de hablar y reír, contándole a Seungkwan historias sobre los chicos que conocería en unos minutos.


—Al fin llegan —Los saludó Soonyoung, el anfitrión—. Ya son pasado las 11 de la noche.

—Parece que en todos lados había eventos, mucha gente por todos lados —respondió Vernon entrando—. Pero trajimos algo para compensar.

Levantó las manos, mostrando las bolsas de la cafetería, el rostro de Hoshi se iluminó.

—Además —Dino entró también—. También tenemos esto —se podían ver claramente las botellas verdosas.

Hoshi sonrió aún más y Dino entró, mientras Vernon le hacía señas a Boo para que avanzara.

—Seungkwan también trajo su aporte —dijo Vernon al ver que Boo no hablaba.

—Boo Seungkwan —Hoshi lo miró de pies a cabeza—. Al fin te conozco.

—¿Cómo? —Boo miró a Vernon, quien se encogió de hombros.

—Tengo un profesor que no ha dejado de hablar de ti desde que llegaste —sonrió—. Te alaba, pero también se queja, es su forma de expresar que le agradas.

—¿Qué profesor? —preguntó Boo entrando.

—¡Vamos! —Apareció Seokmin—. ¿Se va a quedar en la puerta?

—Claro que no —respondió Hoshi y lo siguió por el corto pasillo hasta la sala de estar, donde se escuchaba un zumbido constante de voces, ahogadas por música.

—¿Todo bien? —Vernon cerró la puerta y le indicó a Boo que lo siguiera a la izquierda, a la pequeña cocina.

—Sí —Boo sonreía—. Se escucha animado el ambiente.

—Son así —Vernon movió el cuello y se quejó.

—¿Estás cansado? —preguntó Seungkwan acercándose y tocando su brazo.

—Algo —bostezó—. A esta hora llego a caer frito.

—¿No prefieres dormir? —Boo sonaba preocupado, su mano se quedó sobre su brazo, Vernon sintió una extraña descarga eléctrica de energía.

Vernon sonrió y lo tomó de la mano.

—Ven conmigo, apúrate.

Lo llevo directo a la sala de estar, donde todos hablaban animadamente.

Bitter & Sweet (Verkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora