2. No te preocupes, te ayudo.

37 11 0
                                    

De un día a otro era como caer al vacío sin paracaídas.

A Vernon, de un domingo aburrido, pasar a un lunes ajetreado todavía se le hacía casi una obra de magia o algo parecido.


Apenas entró, sintió como el olor embriagante del café lo inundó, era de sus cosas favoritas de trabajar en una cafetería. Lo complicado era que apenas pasó por el mesón tuvo que ponerse su delantal y comenzar a atender para ayudar a sus compañeros que parecían no tener manos suficientes para tantos pedidos, aunque había llegado un chico nuevo, pero por el poco tiempo que llevaba, su ayuda era reducida.

—Gracias a Dios llegaste —dijo Joshua con una sonrisa, mientras estaba preparando el pedido de un cliente—. Por favor encárgate de la caja, Dino todavía se complica con los pedidos.

Miró a caja y vio al chico nuevo con cara abrumada, recordaba sentirse así hace un año, así que lo relevó y comenzó su día laboral.

Algo que le gustaba hacer, mientras trabajaba, era contar los pedidos, las cantidades de cafés, pasteles o panes de queso que pedía la gente. Así se mantenía ocupado, su mente debía estar ocupada y no solo en el trabajo, sino enloquecería. También usaba su celular, pero eso solo podía hacerlo cuando el flujo de clientes bajaba, mejor dicho, cuando Joshua, quien estaba a cargo, se fuera, es decir, pasado las 8 de la noche.

Cuando llegó la hora, Joshua fue atrás y volvió sin su delantal, con una chaqueta oscura y el pelo arreglado, podía pasar por un modelo fácilmente, pero algo no encajaba, traía una caja roída que tenía una palabra escrita apenas visible "Halloween", era ESA época.

—Te tengo un trabajo —dijo con una sonrisa.

—Ya tengo un trabajo, Josh —Vernon hizo un gesto con la mano, mostrando la cafetería entera.

—Es un trabajo adicional —respondió Joshua sin perder la sonrisa—. Para estar en ambiente con la fecha.

Apenas se despidió de Shua y como no había nadie esperando, Vernon tomó su celular y comenzó a revisarlo, por si había algo interesante. Tenía mensajes y uno en especial llamó su atención, era de su antiguo compañero, Mingyu, quien lo estaba invitando a salir el viernes como cada semana. Vernon, como una contestadora automática rechazó la invitación diciendo que estaría muy cansado por el trabajo. Sí, los viernes en la noche eran movidos, pero los sábados no trabajaba así que no era tan complicado, el tema, era que tendría que ver a demasiadas personas que no quería ver, ni sus miradas curiosas, demasiadas preguntas que no quería responder, de solo pensarlo lo hacían sentir enfermo.

Sacudió la cabeza, no quería sentirse así, en vez de eso decidió enfocarse en el trabajo adicional que le habían asignado, esperaba que le pagaran extra.

Se hincó para ver la caja y la abrió con cuidado, esperando que no fuera igual que el año anterior y viera como una araña "decorativa" se movía.

Había decoraciones nuevas y otras antiguas, las típicas. Se preguntaba cómo lo iba a hacer, el año pasado había tenido ayuda, estaba vez estaba solo.

Miro alrededor, había 5 personas en la cafetería, podía comenzar sin molestar a nadie.

Primero la parte delantera del mesón. Comenzó a pegar adornos de papel con diferentes diseños; arañas, de papel por suerte, calabazas, murciélagos, calaveras, todos en forma arbitraria, si Joshua quería que estuvieran ordenados, que los pusiera él. Además, puso un poco de telarañas falsas, que eran un dolor de cabeza, se pegaban en todos lados, pero al menos parecían lo que imitaban.

También había adornos más grandes para pegarlos en las paredes, lo hizo mientras sentía las miradas de los clientes, tal vez tendría que esperar hasta que se fueran, pero no tenía ganas de permanecer ahí ni un segundo más luego de su hora de salida, solo quería ir a tirarse en su cama.

Solo faltaban las 'telarañas' en las esquinas, las guirnaldas en la parte alta de las paredes y los adornos del exterior.

Escuchó la puerta, se irguió enseguida y se fue tras el mostrador.

—Buenas tardes —dijo en forma mecánica.

—Sigo pensando que 'buenas noches' queda mejor —Escuchó aquella voz familiar y levantó la vista, el chico le sonreía tal cual lo hizo ayer.

—Hola —Vernon le devolvió la sonrisa y miró el reloj de la pared que ya marcaban las 10 de la noche ¿Cómo había pasado tanto tiempo?

—¿Se están poniendo en ambiente? —dijo mirando alrededor.

—Algo así —Todavía le faltaban las guirnaldas y los adornos de afuera—. ¿Qué te puedo ofrecer?

Seungkwan miró el menú unos segundos y luego devolvió la vista a Vernon, quien le sonreía.

—Un ice americano.

—¿Seguro? Podría recomendarte otras opciones.

—Me gusta irme por lo seguro y conocido.

—Pero viniste a la ciudad a estudiar —Apuntó Vernon—. No es tan seguro ni cómodo.

Seungkwan hizo una mueca.

—En lo que bebo sí —Sacó su tarjeta.

Vernon asintió y tomó el pedido.

—¿Nada para comer? Tenemos pasteles y panes que están en oferta —Apuntó a la vitrina junto al mesón.

—Por hoy no —respondió Seungkwan mirando los dulces con el ceño fruncido.

—Ya preparo tu pedido —Comenzó a hacerlo, mientras pensaba qué decir, quería hablar con él.

—Hoy no parece tan muerto —dijo Kwan y Vernon se quedó mirándolo—. Me refiero a la cafetería.

Quedaban dos personas, dos regulares que normalmente iban a estudiar allí.

—Es el día más ocupado de la semana —Concordó Vernon—. Sobre todo, de estudiantes, necesitan cafeína para empezar la semana, pero a esta hora no quedan muchos, la mayoría de los que toman las clases nocturnas, pasan fugaces antes de ir a casa.

Seungkwan asintió pensativo.

—Hablando de eso —Vernon dejó el café sobre el mesón—. ¿Cómo te fue en tu primer día?

El chico lo miró y tomó un sorbo de café.

—¿Tan mal?

—Pesado —respondió Seungkwan—. Ponerme al corriente va a ser horrible, una tortura. Además, me perdí para llegar a las aulas.

—Va mejorando —Le animó Vernon—. ¡Animo!

—Gracias —Le sonrió Seungkwan—. ¿Puedo revisar mis libros aquí?

—Claro —Apuntó las mesas vacías—. No queda mucho tiempo para cerrar, pero mientras siéntate donde quieras.

La verdad, Vernon quería hablar aún más con él, pero el tiempo iba pasando y si quería tener todo listo antes de cerrar, debía ponerse manos a la obra.

Se fueron las dos otras personas que quedaban, así que Vernon fue por la mini escalera para poner las guirnaldas, con que hiciera eso ahora, era algo.

Tenía que poner una por pared, así que comenzó detrás del mesón, donde estaba el menú, luego a mano derecha y luego justo arriba del ventanal, donde estaba Seungkwan, quería hacerlo lo más rápido posible para no molestarlo, pero se subió sin la cinta para pegar.

—No te preocupes, te ayudo —dijo Seungkwan al notarlo.

Le llevó la cinta y luego le ayudó con la última guirnalda, aunque Vernon se negó varias veces.

—Si te accidentas, no tendré mi café —dijo en tono de burla—. Además, yo estoy aquí, pueden pensar que yo te hice algo.

—No creo, dudo mucho que piensen eso —respondió Vernon con honestidad, tal vez demasiada—. No tienes cara de ser alguien malo.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
N/A

Siento que me tiré a la vida, porque la verdad no tengo nada planeado y en el momento voy decidiendo que va pasando, ya sea con la historia y hasta con los personajes (ya me dijeron que me ordenara ヾ(-_- )ゞ)


Bitter & Sweet (Verkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora