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Vera:

Unos dias despues despierto con la bulla de los carruajes, me levanto de la cama y pongo los pies en el suelo, las criadas golpean mi puerta preguntando si pueden pasar, a lo que accedo, ellas se acercan rapido a las ventanas y Andrea me toma del brazo.

—¿Qué sucede?

—Véalo por si misma, mi reina.—Pide y se dirige a las criadas.—Hagan espacio a su reina ¿Y no deberían estar ocupándose de sus tareas?

—¡Si, enseguida!

Me dan espacio y mientras ellas se ocupan de arreglar la habitación, yo me quedo observando por las ventanas junto a Andrea.

Hay varios carruajes y eso que la neblina me da poca visibilidad, observo el que se encuentra al principio, diferente a los demás, el mismo de donde baja un hombre que lleva un traje parecido al de rey y segundos despues baja una mujer cubierta con una manto y una capucha gruesa, se ve bastante abrigadora, en realidad el hombre que la acompaña también lo lleva y no me sorprende por el clima.

—¡La reina Charity! 

—¿Ella es..?

—Si, es ella y a su lado se encuentra el rey Philip.—Continua.—Lo que no es sorprendente si nuestro rey les lanzo un arpón la última vez que vinieron.

El rey sale del palacio y se acerca a recibirlos, aunque estoy bastante lejos para oír lo que dicen.




(***)


—¿De verdad debo presentarme?—Le pregunto a Andrea a mitad de la escalera, llevo un vestido que se destiñe a blanco desde la mitad de falda hasta el final de esta, de color rojo y de hombros descubiertos, aunque estos no se notan por la capa roja que me cubre.

—Por supuesto, usted es nuestra reina y ya oyó las palabras del rey, por usted vinieron.

—No los conozco y...

—Técnicamente nuestro rey tampoco, asi que ..—Insiste en que siga bajando, lo hago y en el ultimo escalón, me detiene.

—Por cierto, olvidaba esto, mi reina.

Me muestra lo que esconde y es una corona, o al menos de las que me hablado Andrea, pero... no es cualquier corona, aunque no se si llamarla una del todo.

Es más como un broche para el cabello que abarca dando la impresión de una corona por la forma de espinas que salen de esta.

Espinas, como mi hogar.

—Esto...

—El rey pidió fabricarlo para ti. 

El corazón se me acelera.

—¿Me deja ponérselo, mi reina?—Y mi respuesta es que si.




(***)


Cuando Leandro anuncia que he llegado los cuatro pares de ojos dentro de la habitación me voltean a ver, el de la reina y el de su rey, un caballero que los acompaña a lo que puedo describir como un guardia.

Y sobre todo el rey, quien no deja de ver el broche que llevo en mi cabello, mientras yo no se como actuar o que decir, estas presentaciones o anuncio siguen pareciéndome tan innecesarias en este lado del muro.

El Rey quiere una Reina (#6 Amores en la realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora