Seis: Resguardo

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No sé por qué me dolía tanto saber que en verdad nunca me amó, solo era una confirmación de algo que ya sentía.

—¿Dónde piensas enviarme? — cuestioné

—No puedo confiar en ti, podrías comunicarte con alguien y entonces quedarías en peligro — respondió — Cornell y yo seremos los únicos responsables de tu seguridad

Intente replicar, pero no me dio oportunidad.

La única persona con la que tendrás contacto, es con él — añadió

¿Me vas a exiliar? — cuestione un tanto alterada

Empaca, sales mañana antes de que amanezca — ordena y sale de la habitación

No va a cambiar de opinión, lo sé, lo conozco.

No dormí nada esa noche, di vueltas por la cama, fijándome que nadie se metiera a mi habitación.

Estoy empacando las cosas más indispensables para irme, no sé qué llevar, no sé cuántas cosas debo guardar.

Estoy mirando mi habitación por última vez en mucho tiempo, es uno de los pocos lugares de esta casa que es mío. Pero siento detrás de mí a alguien, es David... su perfume inconfundible inunda la habitación.

Me siento tan agradecida con él, ayer salvó mi vida y hoy me acompañará a mi exilio.

Estaré lista en un momento — le digo sin mirarlo

Entró al vestidor para cambiarme, sin mucho ánimo salgo del vestidor y David ya tiene mi maleta en la mano.

¿Lista, señora Brown? — me pregunta

Supongo que sí, no tengo idea del lugar al que vamos ni cómo debo vestir — me encogí de hombros

Es apropiado — responde rápidamente — iré a dejar la maleta al auto

Gracias — le digo antes que salga por la puerta — ¿David?

—¿Dígame? — voltea de inmediato

—Creo que tu atuendo también es apropiado — me cruzo de brazos

—Me alegra tener su aprobación, señora — asiente ligeramente

Bajo detrás de él para subir al auto, casi todo el camino fue en silencio, la mayoría de las veces era yo quien hablaba.

No sé cuantas horas después llegamos a un sitio adentrado en el bosque donde estacionó la camioneta.

ProtegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora