Lisa y Jennie integrantes de la famosa banda de K-pop Blackpink. Se conocen desde que tenían 15 años cuando emprendieron en un camino hacia la fama y el éxito, después de 13 años, en la cima de la montaña, verán el lado malo de la fama.
Ahora solo p...
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One Of The Girls
Push me down, hold me down Spit in my mouth while you turn me on I wanna take your light inside Dim me down, snuff me out Hands on my neck while you push it out And I'm screamin' out
Jennie, Lily-Rose Melody Depp y The Weeknd
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— Nini perdóname. —dijo la tailandesa arrodillándose y se acercó cara a cara a una muy nerviosa coreana...—En serio lo lamento, gatita. Perdo-.—Manobal iba a continuar, pero se vio interrumpida cuando Kim sujeto sus mejillas con sus suaves manos.
La luz tenue de la habitación parecía haberse convertido en un reflejo de los recuerdos compartidos. Pasaron los años y con ellos llegaron los altibajos de la vida, las decisiones equivocadas y las circunstancias que los separaron. Pero, incluso en la distancia y el tiempo, la pasión que compartían seguía ardiendo, como una llama que se niega a extinguirse. Era como si el universo mismo conspirara para mantenerlas conectadas de alguna manera.
Jennie se encontraba en una encrucijada emocional. La respiración acelerada y el corazón latiendo con fuerza eran testigos de la tormenta que se desataba en su interior. Estaba allí, en la misma habitación, con la persona que una vez la lastimó profundamente, pero también con la persona que aún ostentaba el título de Amor de su Vida en su corazón.
La mirada de ambas se encontró en un instante mágico, y en ese preciso momento, todas las heridas del pasado parecieron desvanecerse. Las palabras no eran necesarias; sus miradas lo decían todo.
La habitación, ahora bañada por la luz tenue, se convirtió en un santuario de emociones entrelazadas: la nostalgia, el deseo, el perdón y la esperanza. Kim sabía que debía tomar una decisión, una que pudiera cambiar el rumbo de sus vidas una vez más. En ese momento, el pasado y el presente se mezclaban en una danza delicada, y el futuro permanecía incierto, esperando ser escrito por el destino y la elección de Jennie.
Lalisa y Jennie se encontraban en un momento de tensión palpable. El aire estaba cargado de electricidad, y sus miradas revelaban una mezcla de nerviosismo y deseo, una conexión que había permanecido latente durante demasiado tiempo.
Con movimientos lentos y cuidadosos, Lalisa se acercó a Jennie, como si temiera que este momento fuese efímero. Sus labios se rozaron con una suavidad que envió escalofríos por sus espaldas. Fue un beso delicado, pero apasionado, como si estuvieran explorando un territorio desconocido y familiar al mismo tiempo.
