Capítulo 24: Moretones

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Treat You Better

Tell me, why are we wasting time
On all your wasted crying
When you should be with me instead?
I know I can treat you better
Better than he can

Shawn Mendes


El silencio en la habitación se interrumpía por los sollozos de Jisoo

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El silencio en la habitación se interrumpía por los sollozos de Jisoo. 

Rosé, dio unos pasos decididos hacia ella y la abrazó con ternura. El contacto físico parecía ser la única forma de expresar el profundo cariño que sentía por Jisoo y su deseo de estar a su lado en ese momento tan doloroso.

A medida que los brazos de Rosé rodeaban a Jisoo, la joven no pudo evitar soltar un gemido de dolor. Los moretones en su cuerpo eran evidentes, y cada toque, por más gentil que fuera, le causaba molestias. Sin embargo, Kim también sentía un alivio al saber que tenía a Rosie quería estar a su lado.

Las lágrimas de ambas jóvenes se mezclaron en ese abrazo. Cada lágrima representaba la el sufrimiento que en algún momento de alguna manera u otra habían vivido a causa de la otra.

Rosé entendía que las palabras no eran necesarias en ese momento; su abrazo era el refugio que su conejita necesitaba, un lugar donde podía expresar su dolor de manera silenciosa.

Rosé, en voz baja, se separó lo suficiente de Jisoo para mirarla a los ojos y le preguntó con preocupación. —¿Fue él, Ahn Bo Hyun?

Jisoo, con los ojos húmedos y llenos de tristeza, asintió en medio de su abrazo.

En ese momento tenso, la puerta de la habitación se abrió, y Talía, que había oído la conversación desde afuera, entró con una mirada de desaprobación en su rostro. Mirando con desdén a Rosé.

—¡No puedo creer que te creas esa absurda historia de Jisoo, Rosé! Tú mejor que nadie sabes lo mentirosa e hija de perra que puede llegar a ser Kim. —le gritó con recelo.

Rosé, sin poder contener la rabia que comenzaba a emerger, le gritó. —¡Fuera!

La tensión en la habitación aumentaba a medida que la confrontación se volvía más intensa. Ryder, sintiéndose desafiada, intentó pelear verbalmente con Rosé, pero antes de que pudiera pronunciar una palabra más, Rosé la calló de manera enérgica. La voz de Rosé retumbó en la habitación mientras exclamaba con firmeza.

—¡Basta, Talía! - tomó un respiro antes de continuar. —No tienes idea de lo que pasa, y no tienes derecho a juzgarla, solo cállate y vete. —Talía solo estaba anonadada. —Solo ve y consíguete un hotel, no estoy dispuesta a aguantarte... —Ryder salió con un portazo de la habitación.

El silencio se apoderó de la habitación una vez más. Sin limitaciones ni restricciones, estaba en plena exhibición, recordándose entre ellas su pasado.

Simplemente Amigas (Jenlisa GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora