Lisa y Jennie integrantes de la famosa banda de K-pop Blackpink. Se conocen desde que tenían 15 años cuando emprendieron en un camino hacia la fama y el éxito, después de 13 años, en la cima de la montaña, verán el lado malo de la fama.
Ahora solo p...
Baby, I have no story to be toldBut I've heard one on you, now I'm gonna make your head burnThink of me in the depths of your despairMake a home down there, as mine sure won't be sharedThe scars of your love (never had met me)Remind me of us (tears are gonna fall)
Adele
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Yeji había notado el cambio en Lisa desde aquel encuentro romántico que habían compartido, el cual había sido descubierto por Jennie. A pesar de que Lisa se volvió más distante y reservada, Yeji optó por tomar un camino diferente. En lugar de alejarse de Lisa, decidió acercarse aún más, convertirse en su apoyo constante.
Cada vez que Lisa tenía un evento importante, Yeji estaba allí para acompañarla. Llevaba su comida favorita, dulces y cualquier otra cosa que pensara que podría animar a Lisa. A pesar de la distancia que había crecido entre ellas, Yeji se había vuelto una presencia constante en la vida de Lisa.
Las conversaciones entre ellas eran cada vez más largas y llenas de significado. Lisa comenzó a apreciar el esfuerzo que Yeji ponía en su amistad, y poco a poco comenzó a bajar las barreras que había construido a su alrededor. Aunque Lisa había estado en una relación complicada con Jennie y sus sentimientos hacia Yeji habían cambiado desde aquel episodio romántico, no podía evitar notar las similitudes entre los ojos gatunos de Jennie y los ojos de zorro de Yeji. Era como si el destino se burlara de ella, recordándole constantemente su pasado.
Yeji no dejaba de buscar oportunidades para pasar tiempo a solas con Lisa. A veces, simplemente se quedaban charlando hasta altas horas de la noche, compartiendo sus pensamientos y emociones. A pesar de que Lisa seguía siendo cautelosa, comenzó a disfrutar de la compañía de Yeji. Había algo reconfortante en tener a alguien que estaba dispuesta a estar allí para ella, sin importar cuán complicadas fueran las cosas.
Aunque Lisa no podía negar que Yeji le atraía de alguna manera, se resistía a darle rienda suelta a sus emociones. Había aprendido de sus errores pasados y no quería herir a nadie más en el proceso.
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— Lili, ya llegué. — Dijo una alegre Yeji.
Yeji entró al apartamento de Lisa con una sonrisa radiante, sosteniendo un peluche de pollito disfrazado de zorro y una bolsa de comida china en sus manos. Lisa, aun en estado de shock por la noticia de Dispatch, levantó la mirada al escuchar la puerta, abrirse y se encontró con la figura animada de Yeji y al lado una sonrisa gomosa de su empleada de servicio.
Chin-Hwa, una mujer de unos cuarenta años que Lisa había contratado como empleada doméstica. La recomendación de su psicóloga de trabajar en su autocontrol como parte de su proceso de rehabilitación la llevó a tomar la decisión de mantener una vida más organizada y cuidadosa, lo que incluía tener un hogar limpio y en orden. Chin-Hwa no solo se encargaba de la limpieza y el mantenimiento de la casa, sino que también tenía la responsabilidad de cuidar de los adorados perros y gatos de Lisa que criaba junto a Jennie cuando la madre de Jennie los traía de visita.
