Capitulo 27

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—¡Por favooooor!— suplicaba un pequeño pelirrojo a una serpiente gruñona.

—¡No! Hago muchas cosas por ti pero esto es demasiado— renegó cruzado de hombros en el sillón.

El niñito hacía puchero para ver si eso daba resultado, pero el mayor estaba totalmente negado.

¿Cuál fue su petición? Se preguntarán; San Valentín se acercaba y Tony estaba emocionado por ello, lo ve como un día donde puedes hacer amigos y sobre todo reconciliarte si es que estas peleado con alguno.

El pequeño sabía que su padre y Crowley fueron muy buenos amigos en el pasado y le parte el corazón que ya no sea de esa manera, así que se le ocurrió pedirle al pelirrojo que por favor se reconciliaran.

—¡Por favor!— volvió a pedir—¡O voy a enojarme mucho contigo!— amenazó como pudo, fingió una mueca enojada y copió la postura del mayor, se sentó de golpe en el sillón y se cruzo de brazos.

—Enójate tanto como quieras, eso no pasará—

—...¿Por favor?— dado que amenazar con enfadarse no fue suficiente pedirlo por favor una última vez es su arma secreta.

—No— dijo tajante.

—No puedes estar enojado con el todo el tiempo— siguió, su meta es clara y su intención es alcanzarla, logrará que Zira y Crowley sean amigos de nuevo— ¿Qué hizo que fue tan malo?—

El pelirrojo dejó de ver al niño para concentrarse en un punto blanco de la pared, ahí su mente comenzó a volar y revivió todo lo ocurrido como si de una película se tratase.

Los besos llenos de deseo, sus expresiones tan sedientas por más, los toques tan gentiles y... la habitación vacía, una nota sobre las almohadas y a si mismo llorando en el baño.

Su mente siguió pasando imágenes dolorosas que no le permitían perdonar, la librería hecha polvo, Zira caminando con Tony sujetando su mano y una falsa pero muy poderosa imagen de Zira cargando a un bebé que no le permite ver, es curioso como es que tú cerebro puede engañarte de tal manera.

Después de unos segundos de trance se obligó a dejar eso de lado sacudiendo su cabeza.

—Son cosas de adultos— contestó a la pregunta antes hecha.

— P-Pero eso fue hace mucho ¿no?— debe serlo— ¿Por qué no se olvidan de todo y empiezan de nuevo?— sugirió genuinamente preocupado.

La casa es más divertida porque Crowley está en ella, pero también hay ratos donde lo único que inunda el departamento es incomodidad, incluso hay ocasiones donde Hastur y Tony van a fingir a hacer cualquier cosa para no estar en un mismo lugar con la pareja divorciada.

—Porque no quiero hacerlo, porque eres muy pequeño para meterte en estas cosas y porque así no es como funciona— no quiere saturar su cabeza con algo tan estúpido, lo único que quiere es que los incompetentes que tiene a su cargo hagan su trabajo para poder conseguir una cura de una vez por todas, así regresará a su oficina y no verá al ángel insufrible todos los días.

Tony no sabe que le ocurre, pero en su interior se encendió un sentimiento al que no está para nada acostumbrado, la ira.

—¡Funcionaria si lo intentaras!— regañó molesto—¡Pero no! Solo dices "no,no,no" una y otra vez— su lengua cobró vida propia, no sabe porque la negativa de Crowley le enfureció tanto pero si sabe una cosa, su nuca se siente caliente y la boca de su estómago muy pesada.

—Cuida tu tono niño— gruñó sin inmutarse, no le gustó para nada la manera en la que le está hablando.

—¡¿Por qué?!—

I'm not nice...You are (good omens) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora