—¡Dame otro!— exigió Crowley, con su mano derecha extendió el vaso de cristal que hasta hace unos momentos estaba lleno y lo meneó en busca de conseguir lo que quería.
El bartender que estaba en la barra no se hizo esperar y con calma volvió a rellenar ese vaso con un Vodka extremadamente costoso y fuerte.
Al haber terminado con su labor dejó la botella a un lado y comenzó a limpiar y secar el resto de vasos que habían sido utilizados la noche anterior, aún era temprano para estar en un bar y por eso es que había un poco de desorden.
Con su vaso otra vez lleno Crowley repitió lo que ha estado haciendo por un buen rato, colocar ese veneno en sus labios y tragarlo como si de agua se tratase.
Espera que con esté intento por fin logre quedar ebrio, no quiere pensar en nada, lo único que quiere es una jodida resaca.
¿Cómo llegó aquí? Se preguntarán, bueno, después de su colapso salió tan rápido como pudo del edificio y sin pensar mucho se puso a buscar cualquier establecimiento que ofreciera alcohol a plena luz del día.
Después de un tráfico espantoso que lo atrapó por cuarenta minutos descubrió un Bar pequeño no muy lejos de casa, no lo pensó dos veces y entró al establecimiento.
Dos horas y veinte tragos después henos aquí.
—¿Le puedo ayudar con algo más?— interrogó muy amablemente el muchachito que lo atendía, era su único cliente y no podía darse el lujo de ignorarlo.
—¿Tienes las respuestas a mis problemas?— preguntó mientras meneaba el vaso con vodka entre su mano, como Niño que intenta averiguar porque el agua se mueve de esa manera.
El muchacho soltó una ligera carcajada y con una sonrisa en el rostro respondió— Ojalá, pero solo tengo suficiente alcohol como para dejarte en coma— más de una vez han venido familiares molestos a reclamar porque sus parientes terminan hospitalizados, como si fuera su culpa.
— Con eso me conformo— respondió mientras se tomaba todo ese vodka de un trago, sin reacción en su cara o rastro de haber sentido algo que le generara cualquier sensación.
—¿Quien fue?— preguntó espontáneamente el joven mientras tallaba una mancha del demonio que no ha podido quitar de su mesa desde hace algunos meses, ya ha intentando con todo y aunque nada ha dado resultado no pierde la esperanza.
Crowley frunció el ceño confundido y miró a su alrededor tratando de encontrar a otra persona en el lugar, pero los únicos ahí eran él y el muchacho.
—¿Eh?— graznó mientras regresaba su atención al joven.
—Ya sabes... ¿Quien te hizo tanto daño como para venir a un bar a las tres de la tarde?— es sumamente fácil averiguar los motivos de los borrachos para ir a beber, unos lo hacen por mero gusto, otros para divertirse y algunos para conseguir sexo fácil, pero hay ciertos bebedores que toman con el único fin de olvidarse de sus problemas y este sujeto pelirrojo tiene una expresión que grita "mátenme antes de que yo mismo lo haga"
Crowley tensó la mandíbula y resopló, el punto de estar ahí era no pensar en sus problemas pero al parecer el destino tiene otros planes.
—¿Se me nota mucho?— su molestia se transformó en vergüenza y comenzó a juguetear con el vaso de cristal.
—No tanto— reconfortó.
— sírveme más y te contaré todo— le parece un trato justo y más que razonable.
El joven no se hizo del rogar y fue corriendo por la botella que había dejado de lado hace rato, de un brinco volvió a donde Crowley se encontraba y rellenó deprisa el vaso.
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I'm not nice...You are (good omens)
FanfictionCrowley y aziraphael por fin formalizan su relación pero después de unos eventos desafortunados tendrán que permanecer juntos para no desmoronarse. Los personajes no son míos (solo la historia) Aquí abra chicoxchico así que si no te gusta pues pue...