Reader: Male
Au: Nada que ver con nada. Me fume algo antes de hacer esto
_____________________________________
Cerró los ojos cuando su padre dejó un suave beso sobre su frente, acariciando sus cabellos desordenándolos mientras le entregaba otra de sus hermosas sonrisas.
No podía evitar admirar la belleza de su papi. Ojos amarillos como la miel o los atardeceres, piel blanca como la hermosa nieve que caía en el invierno y cabello corto del mismo color, suave y lacio.
Sin duda era alguien precioso. Sonrío, agradecía parecerse a él.
El ojimiel miró con amor a su bebé, recordando el largo camino que pasó con su marido para que ahora tengan aquel futuro. Suspiró y dejó de pensar en aquello.
La noche había caído y aunque no era tan tarde su pequeño debía dormir, sobre todo porque dentro de unas horas tenía que ir a estudiar.
El pequeño de cinco años jugó con sus dedos nerviosamente y un sonrojo pintó sus mejillas, aquella imagen casi le dio un ataque de ternura al joven hombre.
-Papi... ¿Me puedes contar la historia de las estrellas que se caen del cielo? -. Preguntó, mirando al contrario con emoción.
Una pequeña risa se le escapó al albino mayor.
-¿Las estrellas fugaces? -. El pequeño asintió freneticamente con entusiasmo -. Está bien... presta atención...
-Si -. escondió su rostro entre las sábanas, solo dejando sus hermosos ojos (c/o) a la vista.
____________________________________
La oscuridad de la noche lo abrazaba en el frío bosque, compañándolo al igual que la fogata frente a él. No había nadie ahí con él.
Solo la luna, que para ser sincero no alumbraba ni mierda a su parecer.
Suspiró frustrado mientras masajeaba el puente de su naríz, se tiró levemente hacia atrás en el tronco hueco que usaba de asiento. Sus ojos (c/o) fijos en el hermoso cielo estrellado, por lo que asumía debían ser las 3 de la mañana, por eso mismo ahora debía irse a domir.
Se levantó sintiendo sus huesos rigidos, así que estiró su espalda, sus brazos y piernas. Se tiró al suelo y realizó algunas abdominales para tratar de regalagarse. Cosa que logró luego de unas quince.
Tomó la botella de agua que tenía a su costado, cuando por instinto volvió a mirar hacia arriba. Sus ojos se abrieron de par en par, admirando frente a él semejante espectáculo.
Estrellas fugaces.
Idiotamente recordó las historias que su madre solía contarle y una leve risa se le escapó al recordar como su padre la contradecía siempre. "Rompiendo" sus ilusiones.
[Si encuentras el lugar donde cayó una estrella fugaz, la podrás ver convertida en un ángel -. Contó entusiasmada la mujer -. También dicen que si les pides deseos se cumplirán.
-Las estrellas fugaces están muertas hace millones de años, no desperdicies tus inocentes deseos, mi niño.
-¡Querido!.
-¿Qué? Es la verdad. Además, los ángeles caídos son seres desterrados por Dios, por lo que significa que son demonios, similar a lo que le sucedió a Lucifer.
Las risas de T/n se escucharon en la habitación.]
Sonrió con ternura por aquello, cuando un horrible estruendo hizo tambalear el suelo del bosque haciendo que cayera en el suelo, el resplandor iluminó fuertemente en un punto fijo.
Al levantar la vista pudo apreciar en el cielo un rastro de luces que dirigían hacia el mismo lugar.
Sonrío. Malditas estrellas fugaces.
Tomó el machete que estaba en su tienda de camapaña y aprovechando que la luz, aunque ya no era tan fuerte, todavía ilumaba aquel lugar se guió con ella.
Trotó de la manera más sigilosa y calmada que pudo, para no alertar al "ángel". Rió internamente por aquel pensamiento, era realmente tonto.
A medida que el resplandor se desvanecía comenzó a acelerar el paso, fueron minutos pero definitivamente le parecieron horas, como si el camino nunca terminara.
En medio de todo pisó una rama y está se rompió, causando mucho ruido entre todo el silencio de la noche, por lo que se insultó de mil y una formas en su mente.
En un movimiento rápido se escondió detrás de un árbol pero al no escuchar nada con el pasar de los segundos, salió y volvió a caminar, esta vez con más cautela.
Y cuando por fin llegó, la luz se extinguió por completo, incluso parecía como si lo hubiese estado guiando hacia aquel sitio. Tanteó el bolsillo de su pantalón y tomó la pequeña linterna en este.
La sacó y la encendió, empezando a apuntar a todos lados para ver que había.
En uno de esos movimientos bruscos logró apuntar un rostro a lo que rápidamente volvió a apuntar hacia ese lugar. Se acercó lentamente, tomando con fuerza el mango del machete, preparado para cualquier cosa. Alumbró cerca del joven y casi jadeó de horror al ver su cuerpo.
Estaba lastimado, sin ropa y en su espalda se podían ver dos enormes cicatrices que sangraban.
Volteó hacia atrás en cuanto nauseas llegaron a él, el sudor frío caía de su frente e hizo un pequeño berrinche por tener que darle la razón a su madre con algo tan absurdo, además que obviamente tenía que acercarse a esa cosa para saber que carajos era.
Suspiró y se giró hacia el muchacho que yacía todavía en el suelo, y al prestar la suficiente atención quedó cautivado por la gran belleza que este poseía. Cabello blanco largo y lacio, pestañas negras largas que eran acompañas por unas finas cejas del mismo color, labios ligeramente rosados y tenía dos marcas desde sus patillas hasta la mitad de sus mejillas.
Jamás había conocido a alguien tan hermoso como el hombre en frente suyo, era realmente irreal. Como un ángel.
Sus mejillas que colorearon levemente por aquellos pensamientos.
"los ángeles caídos son seres desterrados por Dios, por lo que significa que son demonios, similar a lo que le sucedió a Lucifer".
Sacudió su cabeza con fuerza, no podía caer ante el demonio.
Se acercó a este y lo tomó delicadamente en brazos, dispuesto a llevárselo con él hasta su tienda. Afortunadamente había traído un kit de primeros auxilios, así que podría tatar las héridas en su espalda.
Supuso que fueron provocadas cuando le arrancaron sin piedad sus alas.
____________________________________
-Bien. Hora de dormir, campeón -. Entró dentro de la habitación el padre del niño, que había estado apoyado en la puerta escuchando la historia de su marido.
-Pero papi aún no termina de contarme la historia -. El niño hizo un ligero puchero por la interrupción.
-Mañana terminaré de contarte todo, no te preocupes. Ahora hay que descansar -. Sonrío el albino, besando la frente de su hijo.
-¡Sessh!, ¡yo también quiero beso! -. Chilló T/n sentándose detrás de su esposo.
-Te daré besos luego, T/n.
-¡No!, ¡papi es mío!, ¡papá malo! -. Gritó el albino menor.
-No, es mío -. Sonrío orgulloso el peli-(c/c) a lo que el de ojos miel solo negó con una sonrisa.
Amaba tanto su familia.
ESTÁS LEYENDO
ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ'ꜱ || ᴄʜɪᴄᴏꜱ ᴀɴɪᴍᴇ × ꜱᴇᴍᴇ ᴍᴀʟᴇ / ꜰᴇᴍᴀʟᴇ ʀᴇᴀᴅᴇʀ
Любовные романыSerán pequeñas historias con los personajes de animes que ustedes elijan Obviamente, como dice el título Lector/Lectora será siempre Seme, no importa si ustedes elijen que sea mujer en vez de hombre Ella igual que Rayito será dominante Ustedes pued...
