La Guerrera y el Dragón [Draken×TN)

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La mañana del día siguiente, iba a la escuela con total normalidad, pero esta vez iba sola. Emma se fue más temprano  yMikey se quedó dormido de nuevo, Draken se quedó con él, me estaba retrasando así que dejó que me adelantara.

A medio camino, me topé con Yui-san

—Yui-san, buenos días —saludé, caminando a su lado—.

—Buenos días (////)-san, veo que hoy si vas a clases

—Pues sí, la semana pasada falté mucho así que el abuelo y mi hermana me obligaron a ir

—Qué lástima, hoy quería saltarme las clases

—¿Y que tengo yo que ver?

Se detuvo en seco, a lo que to volteé con curiosidad.

—Saltémonos las clases de hoy

—¿Qué?

Se acercó a mí y rápidamente me tomó de la mano, y me arrastró con ella sin decir una sola palabra, y yo no la detuve.

Algo me decía que me arrepentiría de no ir con ella.

No dejamos de correr hasta llegar a la estación, saltó las vallas de seguridad para no pagar y entramos justo antes de que las puertas cerraran y los guardias nos atraparan, ni siquiera miró hacia dónde iba el tren y me subió con ella.

—Según el cartel, vamos a Shibuya —dijo jadeante—.

—¡¿S-Shibuya?! No llegaremos a clase

—¿Desde cuándo te importa tanto ir a clases? Eres parte de una pandilla y te la pasas en las calles

—Desde que mi hermana me regaña, sí. ¿Tus padres no dirán nada por esto?

—Se la pasan trabajando, ni siquiera van a escuchar la puerta cuando llegue

Al ser temprano por la mañana, era hora punta. El vagón iba lleno de estudiantes y oficinistas, por lo que íbamos muy cerca la una de la otra.

—Oye, no sé si las chicas te habían avisado, pero vamos a salir a comer en noche buena y luego iremos a casa con nuestras familias para celebrar, y quiero que vayas

—Ah, bueno... no me habían dicho nada

Se quedó pensativa unos momentos, para luego proseguir.

—Ya veo, bueno, para eso te estoy invitando yo

—Mi abuelo irá al bingo, Mikey probablemente salga con la pandilla y mi hermana estará en casa de una amiga antes de juntarnos en casa, supongo que puedo ir un rato

—Genial

Me dedicó la más dulce de las sonrisas, me sorprende que esta chica todavía no tenga novio con lo preciosa que es.

—Hey ¿por qué tan roja? Te estás ruborizarse

—¿Quién? ¿yo? No, ¿cómo crees? —dije apartando la mirada—.

—Tu chico tiene mucha suerte de tenerte

No nos dirigimos palabra el resto del camino, hasta que los anuncios se escucharon por los altavoces

—"Próxima parada: Estación de Shibuya. Se buscan a dos pasajeras estudiantiles, una rubia de cabello largo y una castaña de cabello corto por evasión de seguridad. Se les exige bajar y entregarse en la siguiente parada"

—Esa es nuestra señal —susurró Yui—.

—No te preocupes, yo me encargo

Lentamente el tren comenzó a detenerse, por lo que volteé a ver por la ventana para fijarme en los guardias que estaban esperando a escasos metros de la entrada.