XII

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♡₊˚ 🦢・₊✧

Todo era un caos absoluto: zapatos desperdigados, ropa tirada y manchada, algunas chicas dormidas en el suelo, otras en camas equivocadas. ¿Qué demonios ocurrió anoche?

—¿Me pueden explicar qué pasó ayer? —gritó Ling, haciendo que todas se sentaran en la cama—. ¿Cómo llegamos aquí? ¿Y por qué algunas solo llevan puesta una camisa?

Mierda, esto sí se salió de control. Miré a Tatter, que estaba junto a Minah. Entonces, ¿dónde estaba Latrice? Observé la cama de al lado y ahí estaba, acurrucada con Lushen. Dios mío, ¿qué pasó anoche?

—No grites, Ling. Me duele la cabeza. Es demasiado temprano para que estés gritando —dije adormilada, mientras acariciaba la cabeza de Bada, que seguía durmiendo—. Espero que alguien recuerde lo que pasó ayer, porque la vergüenza que nos hicieron pasar... —murmuré, recordando cómo casi se subían a la mesa en el restaurante mientras cantaban.

—¿Pero puedes decirme qué pasó ayer? —preguntó Minah, igual de confundida que Ling. No tenía idea de dónde estaba ni cómo había llegado allí—. Al menos un poquito...

—Bueno, le dijiste a Tatter que te gustaba. Ella te respondió, pero no recuerdo qué. Latrice, CheChe y Sowoen se pusieron a bailar y casi se suben a las mesas... ¿qué más? —me hice la pensativa, intentando recordar—. Ah, también Latrice y Lushen casi se besan, pero son cositas.

Nadie podía creer lo que había sucedido la noche anterior, y todo por culpa de unos tragos. ¿Será que alguna recordará lo que realmente pasó?

—¿Qué?! ¿Cómo que le dije eso a Tatter? —Minah estaba al borde del colapso, incapaz de creer que había confesado su amor tan fácilmente.

Asentí, y al mirar mi teléfono vi que eran las 9:50. Me levanté de un salto y grité:

—¡Nos quedamos dormidas!

Eso fue suficiente para despertar a todas en un instante. El caos se desató: todas corrían buscando su ropa, algunas con la ropa equivocada. Íbamos tarde a la competencia, con resaca, sin desayunar y medio dormidas. Mientras nos preparábamos, algunas se quejaban de tener hambre.

—¿Podríamos pasar por algo de comer? Tengo hambre, además es muy temprano —se quejó Tatter.

—Llegamos y después salgo a comprar café y algo de comer si quieren —respondí. Todas asintieron emocionadas. Minah no quitaba ojo de Tatter, y parecía que ni Lushen ni Latrice recordaban lo que había pasado anoche.

Acaricié la cabeza de Bada, que estaba apoyada en mí, aún medio dormida.

—¿Por qué teníamos que salir? Era mejor quedarnos —murmuró Bada, aferrándose a mí.

—Porque aún estamos en Street Woman Fighter, y tenemos que seguir. Hoy nos dan la nueva misión y aún no llegamos, ni siquiera para arreglarnos —dije con una sonrisa ante sus pequeñas quejas.

Finalmente llegamos y cada equipo se fue por su lado. Bada, decidida, dijo:

—Bien, vamos que tenemos que ganar la primera misión.

Antes de irse, me dio un pequeño beso.

—Nos vemos después, ¿sí? Que les vaya bien a todas, y después les traigo algo de comer —dije, mirando a Tatter, que asintió emocionada antes de irse con las demás.

Bada me miró fijamente.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Eres muy linda, eso es lo que pasa, pequeña —sonrió y me dio otro beso, al que respondí con gusto—. Nos vemos después.

𝙎𝙚𝙧𝙖́ 𝙚𝙡𝙡𝙖 ? 𝘽𝙖𝙙𝙖 𝙇𝙚𝙚 𝙓 𝘼𝙪𝙙𝙧𝙚𝙮 𝙇𝙚𝙣𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora