XVII

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Ya era hora de irme, la verdad. No quería hacerlo, especialmente después de lo ocurrido. El teléfono de Bada no dejaba de sonar y ella estaba visiblemente cansada. Hice lo posible por distraerla de vez en cuando, acariciándola o hablando, pero el sonido continuaba aumentando en volumen y frecuencia, lo cual resultaba irritante para todos los presentes. Finalmente, el sonido del teléfono cesó abruptamente para ser reemplazado por el golpeteo insistente en la puerta.

—No me jodas, ¡esta tipa está realmente loca!— exclamó Lushen mientras miraba hacia la puerta.

—Déjala, se aburrirá y se irá. Siempre hace lo mismo— comentó Tatter, sin apartar la vista de la televisión.

—No creo que esta vez sea así. De verdad no para de llamar y ahora está gritando otra vez— murmuré, incrédula de lo que consideraban "normal" estas chicas. Si fuera por mí, estaría aterrada, especialmente si esto tuviera que ver conmigo. Era evidente que para Bada la situación ya era demasiado. Tal vez podría ayudar en algo.

—¿Y si le abro yo? ¿Pasará algo malo?— susurré. Todas me miraron como si nunca hubieran considerado esa posibilidad en los pocos minutos que habían pasado desde que la situación se intensificó.

—Podría ser una buena idea. Háblale en inglés y sabrá que no eres ella— sugirió Kyma. Asentí ante sus palabras y me dirigí hacia la puerta. Ellas se apartaron para que no las viera.

Cuando abrí la puerta, me encontré con una chica de mi misma estatura, pelirroja con ojos color miel, sosteniendo algunas hojas en las manos. Sin embargo, su expresión de emoción y amabilidad se desvaneció al verme.

—¿Quién eres tú?— preguntó bruscamente.

—Soy Audrey. ¿Y tú quién eres?— respondí manteniendo la calma, aunque ella parecía aún más tensa.

—Audrey? ¿Qué eres para Bada y por qué estás en su apartamento?— inquirió con evidente enojo y disgusto por mi presencia, sentimientos que yo compartía.

—Bada? Este es mi apartamento. Lo he estado rentando desde hace mucho tiempo. No tengo idea de quién me estás hablando— respondí tratando de cerrar la puerta, pero ella bloqueó el cierre con su pie.

—No mientas. Vine aquí hace unos días y Bada estaba aquí. ¿Qué eres para ella?— me empujó ligeramente, casi haciéndome retroceder. Las chicas intentaron acercarse, pero no lo permití.

—Te lo he dicho. Este es mi apartamento y no tengo ni idea de quién diablos es Bada. Así que o te vas, o llamaré a la policía— respondí firmemente. La chica claramente no quería irse, pero finalmente cerré la puerta en su rostro.

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Nos escondimos mientras Audrey iba a abrir la puerta. La verdad, no estaba de acuerdo en que lo hiciera, sabiendo lo brusca que podía ser Hoi Yung, a veces llegando a ser agresiva. Me preocupaba que pudiera hacerle algo a Audrey.

—¿Quién eres tú?— soltó Hoi con evidente brusquedad.

—Soy Audrey. ¿Y tú quién eres?— respondió Audrey con calma, aunque era evidente que no estaba cómoda.

Hoi se volvía más agresiva con Audrey y yo no podía permitir eso, especialmente sabiendo que ella estaba haciendo esto por mí. Sin embargo, me sorprendió ver cómo Audrey logró sacar a Hoi y cerrarle la puerta en la cara. Aunque me tranquilizó un poco, aún me preocupaba por cómo estaba ella.

𝙎𝙚𝙧𝙖́ 𝙚𝙡𝙡𝙖 ? 𝘽𝙖𝙙𝙖 𝙇𝙚𝙚 𝙓 𝘼𝙪𝙙𝙧𝙚𝙮 𝙇𝙚𝙣𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora