34. EGOÍSTA

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FABIO DI FRISCO

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FABIO DI FRISCO

Los sentimientos nunca fueron un problema. En ningún momento de mi vida me había tenido que detener a pensar en lo que sentía más allá de la ira y en algún momento de mi niñez el dolor. Pero hoy, de camino a mi piso en el edificio fuera de la ciudad, junto a Giuditta, por primera vez me detuve a analizar todo lo que estaba pasando en mi. El corazón agitado, manos ligeramente sudorosas, una sensación de vacío en el estómago... todo lo que en algún momento llegué a escuchar por algunos adolescentes cuando se referían a los ¿nervios?

Llegué a la Villa con una hora de anticipación a la que había acordado con Ditta. Revisé el circuito de cámaras, llamé a Alek al no encontrarlo en la casa, al responder me dijo que por decisión de mi hermana Giovanni accedió a que los siguiera de cerca. Reuní a los hombres de Mik, en búsqueda de material nuevo con respecto a las ratas infiltradas, me dieron un reporte detallado de cada movimiento de nuestros hombres, en los que entendí que debíamos ser más ágiles, no había hueso sano y no debíamos darnos el lujo de poner en riesgo a nuestras chicas.

—Llegas antes —escuché a mis espaldas

—Necesitaba revisar algunas cosas —respondí cambiando las claves de seguridad a todo el circuito eléctrico de la Villa

—No sé si sabes... pero ese circuito se actualiza cada 48 horas...

—Aprovecharán que se actualizó ayer y que estaremos fuera, me reuní con los hombres de Mikhail... —respondí

—Me quedaré en la Villa

—¿No tenías planes? —pregunté levantando el rostro lleno de confusión

—Tendré una cita romántica, aquí —soltó con una risa

—¿Cita? ¿Romántica? —no pude evitar burlarme— vamos Enzo, eres el ser humano que más le huye al romance en su vida... a ver, ¿A quién invitaste?

—Una hermosa morena, ojos de un intenso y profundo azul como el mar, rusa...

—No me jodas Enzo... ¿Mikhail?

—Odio que puedas leerme tan fácil —se quejó

—¿Qué harás con Mik?

—Tengo unos asuntos pendientes —tomó seriedad

—¿Aún? necesito ya que nos informes en qué andas —todo el ocultismo que tenía me estaba exasperando

—Tienes una cita en... —revisó su reloj— unos doce minutos, cuando vuelvan hablaré con ustedes

—Si lo has mantenido tan bajo perfil, entonces confiaré en que sea lo que sea lo tienes controlado

—Lo tengo, Mik y sus hombres me están apoyando, tu descuida. Haz que esa propuesta valga la pena, porque luego te necesito de lleno aquí —había mucha seriedad en su tono

¿CÓMO SE TRADUCE EL AMOR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora