Odio y amor (Zosan +18)

Capítulo 11

ADVERTENCIA: LENGUAJE VULGAR.

ZORO

Todos se reunieron alrededor de una pequeña fogata que preparó Franky en la mitad de la cubierta. A pesar de que Zoro pidió que no le cantaran el feliz cumpleaños, lo hicieron de todos modos. Comieron el festín que preparó Sanji y ahora tan solo estaban bebiendo y charlando.

-Vamos, Zoro. Es hora de abrir los regalos.- Dijo Luffy sentándose a su lado y entregando un pequeño paquete mal envuelto.

Zoro no se esperaba gran cosa del pelinegro, así que cuando abrió el paquete y salió volando un escarabajo negro, no se sorprendió para nada. Solo soltó una carcajada cuando fue a caer al hombro de Law. Después de eso, Chopper le regaló un set de vendas; Usopp un cinturón hecho a mano; Franky una botella de vino, Brook le tocó una canción; por último, Nami y Robin le obsequiaron una bufanda que estaba seguro que no usaría por el color rosa chillón. Sólo quedaba Sanji. Por supuesto, quería algo de su parte.

Aunque, dudaba que le diera algo. Pero no importaba, él tenía planeado pedirle un regalo especial. Justo, el rubio salió de la cocina con el pastel verde que preparó para la ocasión. Se supone que era de limón, pero parecía moho.

-¡Voy a repartir el pastel!- Sanji dio un pedazo a cada uno. Cuando llegó a donde estaba él, lo miró sonriente- Toma, marimo. Coincide con tu cabello.

-Idiota.

-No lo hice muy dulce porque sé que no te gusta.- Zoro agarró el trozo que le ofrecía. Estaba confundido. Durante todo el día, el rubio fue amable con él. Dudaba que tuviera que ver con que era su cumpleaños. Algo tramaba.

Comió el pastel. Estaba rico. Quiso decírselo al rubio, pero este ya estaba al otro lado de la fogata, alabando a Nami. Bufó algo fastidiado. El resto de la noche tomaron y tomaron. Casi a medianoche; Chopper, Nami, Robin y Brook fueron a dormir.

-Oye, marimo. - Quitó la vista de su copa de sake para ver a Sanji, que estaba sentándose a su lado.- Todos están muy ebrios, ¿no lo crees?

Miro alrededor. Efectivamente, todos parecían demasiado borrachos. Incluso Law estaba cabeceando sobre el hombro de Luffy. Eso pasaba cuando no tenían resistencia al alcohol, no como él, que podía beber al menos un barril entero.

-¿Tú porque no estas bebiendo?- Le preguntó al rubio.

-Sabes que no puedo beber. No tengo tolerancia y por hoy, necesito estar sobrio.

-¿Por?- Dijo el peliverde dándole un último trago a la botella que tenía en sus manos. Sanji se arrimó mucho más cerca, acercándose a su oído y susurrando:

-Por que quiero darte mi regalo.

El corazón de Zoro comenzó a golpetear como loco. Observó de nuevo al resto de sus compañeros. Ninguno los miraba, parecían más en las puertas del sueño que en otra cosa. Miró de regreso a Sanji, esperando no malentender nada. El cocinero se lamió los labios de forma lenta, sonriéndo descaradamente. Bueno, seguro no malinterpretaba nada.

-¿Cuál es ese regalo?- Preguntó para asegurarse.

-Puedes averiguarlo si me acompañas a la bodega.- Sanji se paró y le ofreció su mano para que haga lo mismo.

Los dos rodearon la fogata y se dirigieron hacia la bodega. En cuanto entraron, Sanji cerró la puerta y colocó un barril en frente de la puerta para evitar que alguien la abriera. Zoro trago saliva.