Odio y amor (Zosan +18)

Capítulo 14

ADVERTENCIA:  CONTENIDO +18. Si eres sensible a este tipo de contenido, te recomiendo saltar el capítulo.

ADVERTENCIA: LENGUAJE VULGAR.

ZORO

La perfecta prometida de Sanji caminaba delante de ellos. Los guió hasta las afueras del palacio donde estaba hospedado el cocinero. Les informó sobre la seguridad y de las circunstancias que ataban al rubio a la boda. Big Mom no pretendía tenerlo vivo ni a su familia ni a él. Tan solo quería todo el poder del Germa 66, la organización del padre de Sanji.

Adicionalmente, Pudding les contó sobre un poco del pasado del rubio. Anoche, Sanji se sinceró con la castaña y le habló sobre su infancia. Es por eso que Pudding decidió ayudarlo e ir en contra de su propia madre, no podía permitir que aquel hombre tan bueno fuera usado y asesinado sin piedad. Brook y Chopper lloraron mucho cuando se enteraron de cómo la familia de Sanji lo trataba. Zoro no pudo entender porque quería salvar a esas bestias, si fuera por él, los mataría con sus propias manos. Sin embargo, conocía la naturaleza bondadosa del rubio, así que tendrían que pensar en algo para salvar a todos.

Pudding, en realidad, fue de mucha ayuda. Zoro la odió un poco. No porque quisiera ayudar, si no porque el rubio había revelado todo sobre él a esta completa desconocida, mientras que Zoro jamás le decía absolutamente nada. Apenas conocía un poco de la historia de Zeff y el Baratie. Sintió que estaba en desventaja. ¿De qué servía que el rubio dejara que lo tocase si no confiaba en él? Como temía, tal vez, Sanji no correspondía a sus sentimientos.

Tras contarles un poco más, Pudding los llevó a una pequeña cabaña justo a las afueras del bosque.

-Nadie conoce esta cabaña, servirá de escondite.- Mencionó Pudding. Todos pasaron a la vieja estancia y se sentaron en el suelo polvoriento.

-Es hora de planear el ataque.-Dijo Luffy- La boda es mañana, no tenemos mucho tiempo.

-Yo me robaré al novio antes de que de sus votos. Luego, en medio del caos, el resto salva a la tonta familia de Sanji.-Zoro sonrió de lado, parecía sencillo en su mente.

-Tonto, si algo sale mal, Sanji podría morir.- Nami iba a golpearlo, pero el capitán habló.

-Me parece bien. No podría encargar esta tarea a nadie mejor.- Luffy estaba decidido. Todos asintieron despacio, como se mencionó anteriormente, los planes no eran lo suyo. Solo tratarían de no salir muy heridos y ya.

Pudding carraspeó para tener la atención de todos.

-En realidad, yo conseguí darle un den den mushi a Sanji. Sería bueno que hablaran con él, para que mañana pueda estar preparado.- Ella estiró un papel con el número del den den mushi. Se lo dio a Zoro, lo que se le hizo raro.- Él dirá que no necesita ayuda, pero es solo porque quiere protegerlos.

-Lo sé. Conozco a Sanji más que tú.- Contestó Zoro de forma mordaz.- Gracias por la ayuda, pero te puedes marchar.

-¡Zoro!- Nami gritó.- ¡¿Qué diablos te pasa?! Pudding solo quiere ayudar.

-Por eso dije gracias.- Él se levantó del suelo y salió de la cabaña. A decir verdad, se sintió mal por tratarla de esa manera, pero solo imaginarlos a los dos conviviendo le ponía los pelos de punta. Se disculparía más tarde, pero ahora era imposible ver a esa mujer sin querer estrangularla por compartir el mismo aire que su cocinero. Lo aceptaba, estaba jodidamente celoso.

Caminó unos metros y se sentó en una gran roca. Miro el papel con el número de Sanji. Quería llamarlo, pero le daba miedo cuál sería su reacción. De todas maneras, se envalentonó y lo hizo. Agarró su den den mushi portátil y marcó el número.