Capítulo 16

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ADVERTENCIA: CONTENIDO +18. Si eres sensible a este tipo de contenido, te recomiendo saltar el capítulo.

ADVERTENCIA: LENGUAJE VULGAR.


SANJI

-Sigue así, Zoro.- Gimió como una puta, necesitando que esos hábiles dedos fueran mucho más profundo. No sabía lo que Zoro encontró en su interior, pero se sintió como un botón mágico que lo llevó a retorcerse de la necesidad. Lo dejó tan complacido que cuando metió dos dedos más, Sanji no se quejó para nada.

Lo empaló sin piedad. Se sentía de maravilla, casi podía palpar el orgasmo. Por si fuera poco, su polla hipersensible rozaba ligeramente las sábanas y eso lo estaba sobre estimulando como loco. Estaba apunto, cuando el peliverde sacó sus dedos, dejándolo extrañamente vacío.

-Si te gusta eso, espera a sentir mi polla.

El marimo abrió bien sus nalgas y posicionó su miembro en contra de la entrada del rubio. Empujó suavemente, dejando que Sanji sintiera esa deliciosa presión en su agujero cuando la cabeza de su polla entró. Hasta ahí se sintió bien, pero cuando lo penetró con toda su extensión, el dolor se manifestó de inmediato. Demonios, le ardía demasiado.

Ambos respiraron profundamente. Sanji trató de acostumbrarse a la sensación de intrusión y de ardor. Agarró fuertemente las sábanas y cerró los ojos. No quería quejarse, era un Mugiwara después de todo. Podía tomar ese dolor y mucho más.

-Estás tan apretado.- Suspiró Zoro.

El rubio aspiró fuertemente una última vez y se impulsó hacía atrás, instando a que el otro continuara. Zoro captó la señal y comenzó a embestir despacio. Al principio, Sanji se sintió incómodo. No estaba disfrutando para nada. Si siempre sería así, definitivamente no estaba interesado en ser el pasivo en absoluto.

Quizás, Zoro lo notó, porque ajustó el ángulo de sus caderas, agarrando la cintura de Sanji y llevándolo hacía su verga, con más fuerza de la que estaba usando inicialmente. Y pasó. Las corrientes de placer regresaron al cuerpo del rubio. Lo golpearon tan súbitamente, que se deshizo en gemidos ruidosos. De nuevo, había tocado ese punto mágico dentro suyo. Pero esta vez no solo lo estaba tocando y ya, golpeó allí sin un poco de misericordia.

-Mierda...Zoro...Más.


ZORO


-Joder, te ves hermoso con mi verga en ti. Ojalá pudieras ver como me succionas, maldita sea.- Abrió más sus nalgas, viendo como su longitud desaparecía una y otra vez dentro del cocinero.

Aumentó la velocidad, quería llegar tan profundo como pudiera. Quería cogerse tan bien al rubio, que este olvidara a todas las personas con las que anteriormente había follado. Iba a grabarle a embestidas que le pertenecía. Para él era igual, de hoy en adelante, sería su primera vez. Porque nunca estuvo tan hambriento de alguien, nunca estuvo tan deseoso de coger y querer al mismo tiempo.

Agarró ambos brazos de Sanji y lo inclinó ligeramente hacia arriba. Lo acarició y lo besó por todas partes, asegurándose que no quedara ningún rincón sin ser adorado por él. Sanji por su parte, parecía en otro mundo por cómo continuaba gimiendo. Buscó a tientas el miembro del rubio. Cuando lo encontró, lo comenzó a bombear.

-Te deseé por tanto tiempo, cariño.- dijo Zoro. Sintió el familiar hormigueo en la parte baja de su estómago. Estaba a punto de llegar al clímax, así que aumentó la velocidad con la que estaba masturbándolo.

Odio y amor (Zosan +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora