ZORO
Nami continuaba llorando mientras les contaba toda la historia desde que zarparon rumbo a Zou hasta que Sanji los abandonó. Resultó que Sanji era un príncipe de una organización bizarra de la que jamás había escuchado. No solo eso, ahora su deber era casarse con la hija de Big Mom. Zoro no daba crédito a lo que escuchaba. Después de todo lo que pasaron como tripulación, los dejó por una mujer. A ÉL LO DEJÓ POR UNA MUJER. Estaba enojado, no, furioso.
El cejillas no tenía ningún derecho a irse. Incluso si ese idiota pensó que era lo mejor para la tripulación y para su capitán, debió luchar hasta el último. Solo tenía que esperar a que él llegara. Zoro no se habría quedado con los brazos cruzados viendo como se llevaban a su compañero. Aunque, eso suponiendo que el rubio se hubiera resistido.
Conociéndolo seguro estaba contentísimo por casarse con la hija de Big Mom. No la conocía en persona, pero seguro era hermosa. Seguro era todo lo que quería Sanji y que él carecía. Sí, no tenía un par de tetas ni una vagina, pero Zoro era el que lo hacía disfrutar cada puta noche.
Demonios. Salió de la habitación donde seguían discutiendo sus compañeros y los minks. Respiró profundamente, tratando de relajarse un poco. No podía perder la compostura delante de todos. Se sentó en una banca cercana y miró al cielo estrellado.
Respira. Respira. Era absurdo cómo se ilusionó todo el camino hasta acá, deseando besar al rubio y sostenerlo entre sus brazos. Como un idiota pensó que la relación tan extraña que tenían estaba evolucionando a algo mucho más profundo.
Se dio cuenta, durante su última conversación, de lo mucho que le gustaba ver sonreír a Sanji. Mucho más importante, de lo mucho que le gustaba que le sonriera a ÉL. Fue como si le dieran un gran golpe en la cara, porque se percató de todo lo que no vio o no quiso ver. Estaba loco por ese maldito cocinero.
Le gustaba. Punto, no había otra explicación. Sin embargo, se dio cuenta muy tarde. Sanji se iba a casar.
-Zoro, estabas aquí.- Dijo Luffy en cuanto salió de la cabaña.- ¿Estás preocupado por Sanji, no es así?
-Claro que no.
-Bueno, entonces no querrás acompañarme a Whole Cake, ¿verdad? Iré a traer a Sanji de vuelta.
-¿Has pensado en que tal vez no quiera volver?
-Ni por un segundo.- Luffy rió despreocupadamente y le dio una palmadita en la espalda.- Y tú tampoco deberías pensarlo. Ustedes dos no pueden separarse así como así.
Vio a su capitán, esperando que esas palabras fueran coincidencia. No podía saber, era Luffy después de todo. Solo pensaba en carne y aventuras. Seguro que no se refería a nada profundo.
-Iré a dar un paseo con Torao. Si cambias de opinión, partiremos en la madrugada junto a Nami, Chopper, Brook y Pedro.
Luffy salió corriendo sin esperar una respuesta. Se fijó que a lo lejos, entre los árboles que iniciaban el bosque de los minks, estaba Trafalgar esperando a su capitán. Esos dos sí que se habían vuelto cercanos desde que volvieron de Dressrosa.
De cualquier forma, no iría a Whole Cake. Seguro Sanji no lo quería allí.
***********
Cambió de opinión. En los años que estuvieron juntos, jamás hizo caso a una orden de Sanji. Así que no pretendía hacerlo ahora. No le importaba si el rubio se molestaba con él, solo le diría lo que sentía y se iría si es que eso quería.Subió al barco, evitando ver la mirada de "Tenía razón" de su capitán. Partieron enseguida después de los interminables consejos de Trafalgar. Desde la mañana, el cirujano no se despegó de Luffy, diciéndole qué hacer en caso de cualquier escenario fatal que se le ocurriera. Incluso lo escuchó diciendo que lo llamara en cuanto salieran de Whole Cake. No sabía si estaba preocupado o solo era un controlador. Aunque, Luffy se veía contento por la atención que recibía del otro pelinegro.
ESTÁS LEYENDO
Odio y amor (Zosan +18)
FanfictionSANJI Desde que se unió a la tripulación de los Sombrero de Paja, se había dado cuenta de tres cosas. Uno, todos amaban su comida, excepto el marimo. Todos eran agradables con él, excepto el marimo. Tres, él era agradable con todos, excepto con el m...