Odio y amor (Zosan +18)

Extra Zosan

Zoro aclaró su garganta, se paró recto y entró al Baratie del brazo de su novio Sanji. Aún se estaba acostumbrado a ese término, pero le encantaba lo contento que el rubio se ponía cuando lo decía, así que trataba de usarlo todo el tiempo.

Entonces, entraron y en seguida los meseros comenzaron a saludar efusivamente a su novio. Trató de no ponerse celoso viendo como lo abrazaban, ya que dicho por Sanji, era algo que debía controlar. Su celos excesivos hicieron que más de una vez Sanji lo dejara durmiendo solo. Aunque luego las reconciliaciones eran la mejor parte.

Como sea, ese día era muy especial porque iba a conocer a Zeff, el padre de Sanji. Bueno, ya se conocieron anteriormente, pero esta vez Sanji lo iba a presentar como su pareja, por lo que estaba muy nervioso.

De repente, de la cocina salió el susodicho, caminando con pasos pesados y dirigiéndose hacia ellos. Zoro dio un respiro hondo.

-¡Viejo!- Exclamó Sanji para luego ir a abrazarlo. Zeff sonrió muy amplio y correspondió al abrazo.

Estuvieron charlando bastante tiempo, mientras que Zoro intentó mantenerse al margen para darles su tiempo de calidad padre e hijo. Fue después de un momento que Sanji se giró y estiró su mano. Era el momento, Zoro agarró su mano y se paró a su lado. Zeff enarcó una ceja.

-Viejo, seguro recuerdas a Zoro.

-Por supuesto, siempre tiene mayor recompensa que tú en los carteles de se busca.- Sanji puso los ojos en blanco.

-Lo que no es justo. Como sea, nosotros somos pareja ahora.- Anunció despreocupadamente. Zeff dirigió toda su atención de forma inmediata al espadachín, inspeccionándolo de arriba a abajo.

-Encantando de volverlo a ver, señor.- Quiso estrechar su mano, pero Zeff la rechazó.

-Ya veo. Qué horribles gustos, muchacho. De todos modos, felicidades.

-Lo sé, aunque no es su culpa tener ese cabello tan horrible.- Dijo Sanji, burlándose abiertamente de él. A Zoro le dieron ganas de llevarse a ese pequeño príncipe engreído al barco y recordarle que ese cabello verde era del que se sostenía todas la noches. No obstante, su suegro estaba delante, por lo que solo le dio un disimulado pellizco en el trasero.

-Oh, no. Lo decía por tu novio.- Zeff se dirigió a él.- Sanji es un poco torpe, pero cuida bien de él.

Zoro soltó una carcajada mientras ambos rubios comenzaron a pelear. De tal palo, tal astilla, pensó para sí mismo. Ahora podía ver de dónde había sacado Sanji esa actitud.

-¿Al menos ya cocinas decentemente?- Dijo el barbón. Sanji volvió al lado del peliverde y se colgó de su brazo.

-Cocino mejor que tú. - La mirada de Zeff se dirigió de nuevo hacia él, pero esta vez pudo ver una pequeña sonrisa en su rostro. Zoro entendió que había sido aceptado silenciosamente por su suegro. Contento, se permitió envolver su propio brazo alrededor de la cintura de Sanji.

- ¿Y la relación es seria?- Zeff se sentó en una de las mesas cercanas, siendo seguido por ellos dos.

-Lo es. Realmente amo a Sanji, señor.- Zoro apretó la mano del rubio, recibiendo un apretón de vuelta. Un mesero les trajo agua, justo a tiempo porque Zoro estaba sediento debido a la ansiedad que sentía por hacer y decir todo de forma correcta.

-Entonces, ¿cuándo es la boda?- Casi escupe el agua.- No vas a tocarlo sin antes casarte con él, ¿entiendes?

-Muy tarde, viejo. - El cocinero sonrió maliciosamente, consciente de la situación en la que estaba poniendo a su novio.- Tus reglas me importan una mierda. Zoro y yo ya hicimos-

-Por supuesto que nos casaremos, señor.- Dijo interrumpiendo a Sanji. -Pronto.

-Bien. Que la ceremonia sea aquí en el Baratie.- Sin una palabra más, Zeff abandonó la mesa y se dirigió a la cocina.

Por su parte, Sanji comenzó a reír como loco.

-No es gracioso.

-Sí lo es.

-No lo es. Quería que mi propuesta la escucharas primero, idiota.- Sanji paró de reír. Se sentó más cerca de él, sonrojándose ligeramente.

-Espera...¿de verdad nos casaremos?

-Yo si quiero, ¿tú quieres?- En cuanto dijo eso, Sanji se lanzó a sus brazos, escondiendo su rostro en el pecho del moreno. Zoro escuchó un pequeño suspiro.

- Sí, marimo. Todo lo que quiero es a tí.

FIN. 

ESE FUE EL ULTIMO EXTRA JJSJSJSJSJSJS FUE CORTITO, PERO ESPERO QUE LES GUSTE.