Odio y amor (Zosan +18)

Capítulo 18

ADVERTENCIA: CONTENIDO +18. Si eres sensible a este tipo de contenido, te recomiendo saltar el capítulo. LENGUAJE VULGAR.

ZORO

El banquete transcurrió como usualmente. Luffy devoró la mayoría de comida, mientras que el resto tuvo que luchar para que sus porciones no fueran robadas. Mientras, él bebió más de lo normal. Todavía estaba enojado por el beso de Sanji y Pudding. No podía creer lo ambivalente que fue la opinión de Sanji. Es decir, él le dio la cogida del siglo, y aun así prefirió a una simple chica que ni siquiera volvería a ver pronto.

Por su parte, no quería hablar ni un poco con el rubio. Era débil cuando se trataba de él, así que estaba seguro que con un par de palabras bonitas volvería a caer.

No, esta vez no iría suplicando como un jodido perro tras un hueso. Aún le quedaba un poco de dignidad, así que iba a guardarla y pasar página. Obviamente, no sería sencillo. Después de todo, quería con locura a Sanji. Pero tendría que quedarse como un amor unilateral. Sí, si no seguían follando, poco a poco se olvidaría del cocinero y podría volver a concentrarse en su sueño de ser el mejor espadachín del mundo.

Echó un vistazo hacia el susodicho. Para sus sorpresa, el tonto estaba bebiendo sake. Sanji nunca tomaba porque era conocido que se le subía el alcohol como espuma. La última vez que bebió solo hicieron falta tres copas para que se embriagara y se desmayara.

Quiso advertirle que era suficiente, sin embargo, se detuvo. Ya no es tu problema.

Hicieron contacto visual. Miro hacia otro lado, fingiendo indiferencia.

-Oye, musgo.-Sin saber como, Sanji ahora se encontraba a su lado. Le dieron flashbacks de su cumpleaños, haciéndolo pensar en cosas subidas de tono. Ugh, se odiaba por ser así de caliente.- Musgoooo, mírame.

Zoro hizo caso. Se maldijo por hacerlo. Dios bendito, el rubio estaba tan sonrojado por el alcohol, que le pareció algo tierno. Su camisa se había desabrochado hasta la mitad, mostrando esas deliciosas clavículas que tenía. Para colmo, su rostro estaba demasiado cerca y lo miraba con anhelo.

-¿Qué pasa?- Trató de sonar tranquilo. No iba a caer en el juego de nuevo. No era un puto muñeco sexual con el cual desestresarse.

-Cojamos.- El rubio se inclinó para apoyar la mano sobre su muslo, frotando ligeramente de arriba a abajo.

-Estás borracho.

-¿Y qué?- Sanji apoyó la cabeza en su hombro, mientras lo miraba con los ojos brillosos.- Solo hagámoslo.

-No.- Fue tajante sobre el asunto. Si tanto quería coger que se fuera tras una falda. Sanji se apartó un poco. Tenía una expresión de confusión.

-¿Ocurrió algo malo?- El maldito hizo un puchero. Se veía tan adorable que Zoro tuvo que morderse la mejilla por dentro. No estaba listo para esa conversación. De hecho, creyó que nunca lo estaría. Prefería alejarse poco a poco de manera silenciosa hasta que las cosas volvieron a ser como lo eran antes de tocarse el pene mutuamente.

Algo llamó su atención. Vio hacia adelante porque sintió una mirada sobre ellos.

Todos estaban observándolos totalmente concentrados. Luffy solo soltó una carcajada ruidosa.

-Creo que sería bueno que lo acompañes hasta el camarote para que duerma.- Dijo el capitán fingiendo demencia.

-Sí, mejor llévalo al nido del cuervo, allí estarán más cómodos.- Mencionó Nami. A esas alturas era difícil que la tripulación siguiera fingiendo que no sabían, así que ya no lo hacían con mucha ímpetu. Lo que pasaba era que los otros dos estaban tan metidos en su mundo que raramente notaban que sus interacciones no eran tan secretas.