Legión I- Secreto oscuro

Capítulo 4

-Mamá, te ayudo- ofrezco abriéndole paso a mi madre que acaba de llegar.

-Gracias Cáterin- es lo único que dice, con expresión desinteresada, pero deja su maleta cerca de mi. Y eso ya es un avance.

Siento ganas de abrazarla, pero nunca tuvimos esos gestos de aprecio así que supongo que no le va a gustar. Tomo su maleta y el cargo hasta la sala.
-Quieres que te sirva de comer, hice tu comida favorita, espagueti.

-No gracias, primero voy a subir a darme una ducha y luego vengo a comer.

-Ah, bueno- acepto.

-¿Cómo están Sora y Rayan?- pregunta.

Muerdo mi labio antes de responder ¿y cómo estoy yo?

-Ah ellos están bien, más tarde voy a donde Rayan para terminar unas clases de matemática.

-¿y tus clases?- pregunta aunque no sé si realmente le interese.

-Voy bien en todas las asignaciones, menos en matemática, se me hace un poco difícil.

-Quizás debas dejar el trabajo y comenzar un pequeño curso, para que mejores en matemática- sugiere.

Eso me quito la sonrisa que tenía mientras le explicaba todo.

-A mí me gusta mi trabajo, además mis notas no son tan bajas te las puedo enseñar- digo he intento rodearla para subir las escaleras y buscar las pruebas, pero ella me detiene.

-Más tarde, estoy cansada, voy a ducharme, como y luego en la cena hablamos ¿Si?

Asiento con la cabeza sin decir nada, se me forma un nudo en la garganta cuando la veo subir las escaleras con su maleta, sin ver atrás. Porque nunca se ha interesado realmente en mí, nunca ha ido a una reunión del colegio, ni a los eventos especiales, ni las entregas de notas, Sora es la que me acompaña ¿Por qué una persona que no es mi madre me quiere más que mi propia madre? y aunque Sora me quiera por su hija ha sido mejor medre ¿Eh sido una mala hija?

Pienso en seguir haciéndome acusaciones pero llega coso a mi pies y empieza ronronear haciéndome recordar algo.

No he comprado comida para coso- pienso, lo tomo en mis brazos por un rato y después decido salir y organizar mi habitación.

Estoy en sentada en mi cama preguntándome que más hacer luego de haber organizado toda mi habitación que para ser sincera era un desastre... me levanto de la cama y camino con aburrimiento a la ventana, mi intención era ver a través del cristal mis plantas de rosas en el patio, pero lo primero que llama mi atención son las nubes, se ven grises, tiene pinta de que lloverá, no me preocupa, siempre me ha gustado la lluvia, el aroma a tierra mojada, la humedad y el frío, pero claro desde adentro de la casa, y yo que pensaba salir.
*
-¿No es muy temprano para cenar?- pregunto a mi madre viendo que ya tiene los platos con la cena, cuando son solo las seis.

Ella se puso a preparar la cena no sé cuándo, pero me llamo para que baja y nunca pensé que era para esto.

-Sí, pero tengo que dormir temprano, así que quiero comer ahora- explica y se sienta.

Bien a la basura mi idea de una película pienso y me siento a su lado a cenar, pero solo doy unos bocados y después con inseguridad hablo.

-¿Por qué eres así?

-¿Así como?

Inhalo y exhalo intentando tomar valor para lo que tengo que decir.

-Bueno, antes de que muriera papá eras un poco más amable, y no sé por qué siento que me culpas de su muerte. Luego de todo, te has ido y parece que no quieres verme.