Legión I- Secreto oscuro

Capítulo 27

Ya es de mañana, me he levantado temprano a cocinar, ya que hoy tengo un invitado, uno tan flojo que no se ha parado ni asomado. Dejo el desayuno tapado y me apresuro a mi habitación, llevando un vaso de agua. Ya estoy lista para el colegio, me he bañado y vestido en el baño del pasillo, e cocinado y cris nada que despierta.

Entro a mi habitación, enciendo las luces y ni así logro hacer que se mueva.

-Despierta, bello durmiente, que voy a llegar tarde si no te apresuras- digo acerándome a la repisa de librería donde dejo las pastillas para el dolor, con la que se echó anoche, seguro tendrá resaca.

-¿Dónde estoy?- escucho su voz adormecida y un poco adolorida.

-En mi casa, anoche te echaste una borrachera- digo tomando la tableta de pastillas y acercándome a él- ¿una o dos?- digo mostrándole la tableta.

-Cinco- dice haciendo mueca de dolor.

-No creo que sea buena idea, mejor solo te tomas dos- argumento pasándole dos pastillas y el vaso con agua.

Cris acepta las patillas y la toma una por una con bastante agua.

-¿Cómo fue que termine aquí? ¿Qué paso anoche?- pregunta entregándome el vaso.

-Tú amigo Tomas, me llamo, estaban en un club, dijo que estabas ebrio y no querías irte de lugar, llamo a Noelia, que no contesto porque tenía el celular apagado.

-¿Fuiste a buscarme?

-Sí, me siento culpable, lo siento no debí darte esperanzas con sofí.

-No es tu culpa, yo le di más importancia de la que debía. ¿Dónde dormiste tú? ¿Dormimos juntos?- por lo último parece medio alarmado.

-No eres mi tipo- bromeo- yo dormí en la sala, cuando te traje apenas podías moverte por lo que fue difícil subirte hasta acá, estuvimos los dos a punto de caernos por las escaleras.

-Lo siento, ¿le dijiste a mis padres?

-No, hable con Noelia, le dije lo que sucedía, y decidimos no decirle todo a tus padre, ninguna de las dos quiere que te envíen de regreso a Europa, para ellos tu y yo veíamos una película y luego te quedaste a dormir.

-Gracias por eso, pero creo que regresar a Europa sería lo mejor para mí- dice mientras se incorpora.

Se sienta es la orilla de la cama mientras hace una mueca de dolor.

-Se te calmara en un momento. ¿No te acuerdas de nada?

-No. No suelo recordar mucho, hace unas semana una chica me llevo a la casa, no supe ni siquiera de donde salió, ni la he vuelto a ver- dice y me hace recordar la conversación con Aron, el me explico que su compañera tuvo que llevar a cris a su casa luego de que Jeison intentara matarlo.

El solo pensar que cris estuvo tan cerca de la muerte me causa escalofríos. Cris es muy importante, no de la manera amorosa, considero a cris como un primo, uno con el que me divertí mucho jugándole bromas a los demás, me dolería mucho perderlo, sin contar que Noelia se moriría si le pasara algo malo a su hermano.

-Ahora ¿tienes algo de comer? me muero de hambre- vuelve cris tocándose el abdomen.

-Hice desayunos, puedes darte un baño y te espero abajo. Vi un cambio de ropa en tu auto, está allí- digo señalando la silla en el escritorio.

-Gracias, pero que tal si me traes el desayuno, luego me doy ese baño.

Niego varias vece mientras camino a la puerta para ir a buscar el desayuno.

-He escuchado de hombres que le llevan el desayuno a la cama a las mujeres, pero nunca de una mujer que tuviera que llevarle el desayuno a un hombre tan flojo- digo, sigo caminado a la puerta.

-Con café por favor- dice con satisfacción.

Suelto una falsa risa para que entienda que no me da gracia, mientras salgo de la habitación. Veo que cris se ha mejorado del desamor, si se puede llamar así, no ha nombrado a Sofía... o quizás solo quiera ocultar que se siente mal, los niños y los borrachos nunca mienten, y el dejo bien en claro que quiere a Sofía.

***

Doy pasos perezosos en el estacionamiento del colegio en dirección a la sala principal para luego dirigirme a mi salón de clases. Dirijo mi mirada hacia la izquierda, mi corazón da un salto al verlo, Charles se baja de su auto para luego caminar sin prestarme la menor atención.

Tú has querido alejarte de los ángeles oscuros, ahora mantén tu decisión- me digo mentalmente mientras me apresuro a la sala principal.

-Cáterin- escucho a un lado.