Legión I- Secreto oscuro

Capítulo 22

Me despierto con la luz que entra por la ventana. Mantengo los ojos cerrados. Hasta que puedo abrirlos. Con lo primero que me encuentro es con mi celular desarmado. Anoche intente llamar a Rayan para que no se preocupara, pero el celular no quiso encender, quizás por toda el agua. Lo desarme y lo deje durmiendo a mi lado espero que hoy si encienda.

Tomo los pedazos mientras me incorporo sentada. No tengo oportunidad de armarlo cuando mis ojos se encuentran con un cuerpo viendo por la ventana.

-¿Charles?- se me sale.

-¿Qué?- responde y de inmediato sé que esta de mal humor.

-Nada- igualo su tono y empiezo a armar mi celular.

Yo soy la que debe estar molesta, yo soy la que tengo tantos problemas, yo soy la que tengo tantas cosas que arreglar.

-Lo siento, no estoy de humor. Lim se nos escapó- confiesa llegando a los pies de la cama.

¿Lim? El chico que intento ahogarme. ¿Se escapó?

-¿Que pensabas hacer con él?

-No necesitas saberlo- responde haciéndome recordar que le dijo a Jeison que lo llevara a la guardería.

Charles también es un asesino.

-¿Lo ibas a matar?- acuso volviendo mi vista a mi celular.

-El intento ahogarte- justifica.

-Eres como Jeison- declaro con algo de decepción.

-Cáterin. El intento asesinarte, y por lo que sé también te estuvo vigilando, y no queremos que esto de que tú eres el ángel blanco llegue a oídos de los demás ángeles, y menos a las demás legiones. Ellos te despresarían viva.

El miedo recorre mis venas. Como siempre término pensando mal de él cuando parece que solo quiere protegerme.

-¿Qué hora es?- pregunto intentando alejarme del tema.

-Nueve de la mañana.

Me paso una mano por la cara intentando disipar el estres, ¿Cómo pude despertar tan tarde? Hoy es lunes, ya perdí la primera hora de clase, Sora debe de estar muerta de angustia por mí, y tendré serios problemas. ¿Por qué no morí ahogada?

-Pedí un día libre y más tarde conseguiremos una justificación médica para tu falta.

Oh, se soluciona una parte.

-Eso no es todo, Sora, ella debe estar preocupada- digo mientras intento encender el celular.

Doy gracias cuando veo que empieza a encender.

-Quiero que pases la mañana conmigo, te llevare al doctor, responderé todas tus preguntas y luego te llevo a tu casa ¿está bien?

-Sí, llamo a Sora y le aviso.

-Bien- acepta y se vuelve a acercar a la ventana.

Marco el número y espero a que atienda.

-¿Cáterin? ¿Cariño dónde estás?- suena la voz preocupada de Sora.

Luego de tener una larga conversación con Sora, por el celular, sombre responsabilidad, seguridad, madurez, pude darme una ducha con agua caliente. Liliana me presto ropa y unas sandalias. Durante la cena no hablamos de nada en específico, charles estuvo callado e igual yo. Luego de terminar el desayuno bajamos y vamos en su auto camino al hospital.

-Charles- empiezo pero no sé si me escucho.

-¿Si?- responde y es una confirmación para comenzar a hablar.