Estimada Claris Olsen

Me dio una familia

Sí, seguramente se estará preguntando si todavía amo a Will y si sigo deseando que él se hubiera fijado en mí. Sin embargo, hoy, varias semanas después de confesarle mi amor, me encuentro aquí, expresándome de una manera que me resulta completamente inusual. No sé qué me pasó, pero es solo con esta mujer. No sé qué fue lo que despertó en mí, pero disfruto cada momento que paso con ella. Durante todos estos años, en los que me sentí atrapado en mis sentimientos por Will, esta es la primera vez que experimento algo similar por una mujer, y cada día siento que esta conexión crece.

En las siguientes semanas, establecimos una cita fija todos los viernes en el mismo restaurante a la misma hora. Probamos todos los platos del menú y nos conocemos mucho mejor. Descubrí sus pasatiempos, su religión y su té favorito: Twinings de frutos rojos. Ella, por su parte, se esforzó por conocer más sobre mí. Fue entonces cuando dejé de ser simplemente Jonathan y me transformé en John, una decisión que ella tomó. Solo desde sus labios permitiría que me llamaran así, ya que suena hermoso cuando ella lo pronuncia.

—¿Mas de 18 países en 23 años no es de demasiado?, me dijo con gesto de sorpresa en su cara

—Viajar me da vida, cada vez que vengo de regreso en el avión pienso en el próximo país, entre más lejos este más seguro me siento

—¿Y cuándo es el próximo viaje? Pregunto enarcando una ceja

—Por ahora mi destino está en frente de mí ya después el tiempo lo dirá.

Y era cierto el plan antes de la noche que atente con mi vida era irme por varias semanas después del juicio, pero ahora estoy aquí con una oportunidad de seguir frente a una mujer preciosa que me hace olvidarme de todo y definitivamente mi prioridad no es viajar.

—John me encantaría ir a otros sitios contigo sabes?

Yo sabía exactamente a lo que se refería. Después de varias semanas frecuentando el mismo lugar, era evidente que ella quería hacer otras cosas, visitar diferentes lugares, incluso tal vez conocer a sus padres o simplemente disfrutar de actividades normales entre personas. Sabía que tenía que ser honesto con ella, no quería engañarla.

—Claris, necesito ser completamente sincero contigo", le dije. Disfruto mucho de nuestro tiempo juntos. Cada semana, espero con ansias el viernes para verte, y cada lunes, el sonido del despertador me motiva al saber que cada día nos acerca más. Pero debes entender lo complicado que es el mundo en el que me muevo. Si alguien nos descubre, si nos fotografían, podríamos enfrentar la exposición en los medios de comunicación. La prensa se volvería incontrolable, te acosarían y perderías tu privacidad. No quiero lastimarte ni hacerte daño.

—Eso no va a suceder, John", respondió Claris con determinación. "Te entiendo perfectamente. Podemos explorar lugares más íntimos y menos concurridos para evitar la exposición. Bueno si te parece.

Acepté su propuesta, siempre tratando de satisfacer sus deseos, aunque esto a veces me generaba cierta ansiedad. Sabía que, si algo salía mal, todo lo construido hasta ese momento podría venirse abajo. En ese momento, mis sentimientos por ella eran intensos y profundos. Habíamos estado saliendo durante varias semanas, habíamos compartido Navidad, Año Nuevo y ahora la primavera nos invitaba a seguir al igual que nuestra historia de amor.

Busqué el momento perfecto para nuestro primer encuentro fuera del restaurante y lo encontré en un parque nacional, a unas cuatro horas de la ciudad, en plena semana laboral para asegurarnos de que hubiera menos visitantes. Ese día, la vi de una manera diferente; Llevaba unos jeans, zapatos cómodos y un chaleco, y me sorprendió darme cuenta de lo encantadora que lucía incluso en un atuendo informal. En ese instante, una sensación de estar más vivo que nunca en mucho tiempo se apoderó de mí.