Recapitulación.

72 3 2
                                    


— Lord comandante, podría definirlo como un hombre despiadado, asqueroso, repugnante ¡mal nacido, fetichista, cara de ano!, impostor, manipulador, hijo de puta, desgraciado!!! -–

Podría seguir la lista con rabia frente a la psicóloga. Pero prefiero continuar con el monólogo de mi mente;

Recuerdo al derecho y al revez todos los acontecimientos qué sucedieron para llegar aquí.

Mi padre, no tuvo el descaro de asesinarme cuando lord comandante se lo pidió. [Aveces desearía que lo hubiera echo] dejando como consecuencia, yo, siendo encerrado en una celda sin poder tener contacto con mi padre. Había desafiado al enano con tanto poder, solo por mi.
Y pensé que las cosas no podrían ponerse peor, pero solo atraje la mala suerte hacia mi.
Mala suerte llena de sufrimiento, dolor. Maltratos, sexo, y más sexo.

Mi joven yo, de 12 años estaba comenzando a ver un mundo diferente al qué debería vivir, y un mundo que no entendería por mucho tiempo.

Aveces imagino como hubiera sido mi vida si hubiera durado más de lo que estuve. El mundo me estaba haciendo una mala jugada y yo estaba sobreviviendo a la trampa siendo un simple peon.
¡Golpe de suerte! La torre y el caballo, unas de las mejores piezas al parecer, escapar de las sucias y rasposas manos de lord Cómandante fue el mejor regalo de el cielo, y en serio pensé que luego de separarme de el, todo estaría bien, pero.
No fue así.
Ver a mi padre de nuevo no fue tan feliz, vivir de nuevo no fue tan feliz, no tener sexo tampoco lo fue, conocer personas nuevas tampoco..
Solo aparecía allí y todos festejaban por mi estancia fuera de el peligro mientras yo intentaba soportar todo lo que se me venía encima, las...consecuencias de víctima.

Noches de insomnio, o noches de sueños negativos, pesadillas con sentido, vómitos escandalosos y miedo incomparable, ¿Como explicarle a mi padre lo que me sucedía si nisiquiera yo lo entendía?
Abuso sexual.
Termino para sexo sin consentimiento. Si no lo hubiera sabido, no estaría en este momento.
Maldito sea el día en el que nací. Ahora la paranoia recorre mis entrañas la mayoría de el tiempo.

En ese otro momento de mi vida, ¡confesar lo que tenia no era tan malo!, pero era aterrador. Y al hacerlo no sentí esa satisfacción qué tanto nesesitaba.

Pero debo agradecer por seguir sufriendo, una total estupidez.
.
.
.

🍓🍓🍓🍓

Impotencia paterna.[secuela] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora