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Las manos de Felix temblaban un poco, hacia media hora estaban sentados fuera de la sala ya en el Registro Civil, el pecoso se había levantado más que perdido al escuchar la palabra "Boda" en una frase bastante larga que no se molestó en descifrar

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Las manos de Felix temblaban un poco, hacia media hora estaban sentados fuera de la sala ya en el Registro Civil, el pecoso se había levantado más que perdido al escuchar la palabra "Boda" en una frase bastante larga que no se molestó en descifrar. Cuando comprendió que tenía que moverse rápido o llegarían tarde, cayó en cuenta de lo que Minho le estaba diciendo.

Sí, llegaron tarde, un poco. Por eso su turno se había pasado y ahora deberían esperar a que las personas que les seguían terminaran su consulta, tomando un sobreturno para poder hacer rápido aquel papeleo e irse.

—¿Estás nervioso?—

—Un poco.— Soltó el aire por su boca con algo de fuerza y se acomodó en el asiento.

El alfa lo miró unos segundos, centrando su vista en las manos del menor.

—Oh, casi lo olvido por completo.— Habló sacando del bolsillo de su gran abrigo una pequeña caja color café oscuro.

La abrió con cuidado dejando ver dos anillos a juego con una fecha dentro, tomó uno de los anillos y se lo colocó rápidamente, agarrando con suavidad la mano del omega quien lo miraba expectante y algo tímido ante la situación para colocar el anillo también en el dedo anular.

—E-espera ¿Qué fecha tiene?—

—Quince de septiembre.—

—¿Mi cumpleaños?— El alfa asintió.
—¿Por qué?— Miró el anillo y no pudo ocultar aquellos ojos que se tornaron brillantes. Era bonito. Mierda... ¿Bonito? no, era de ensueño.

—La explicación será que te pedí casarte conmigo la semana pasada, en tu cumpleaños ¿De acuerdo?— Habló en un mínimo susurro.

—Pero eso fue hace... poquito ¿Será creíble?— Titubeó Felix.

—Lo será, confía en mí y déjate llevar por las respuestas sin pisarte.—

Un nuevo suspiro se escapó por la boca del menor. Decidió dejar de pensar en eso, aunque admitía que le ponía demasiado nervioso estar por dar una declaración jurada sobre su relación para que se les permita el casamiento. Sumando que veía tan despreocupado a Minho más que no sabía realmente que iban a preguntarles, daba como resultado máximo estrés y próxima desesperación para el pelinegro.

—Hey.— El alfa tomó su mano suavemente. —Tranquilo.—

Felix se quedó mirando sus manos algo perdido por la acción del contrario, estaba seguro de que no iba a acostumbrarse al tacto en un largo tiempo, a pesar de que fuese completamente actuado. La mirada de Minho fue hacia atrás suyo, como un aviso en códigos. Felix atinó a acercarse un poco más a él y acceder al tacto de sus manos, entrelazandolas suavemente.

—El anillo es bonito.—

Susurró con una sonrisa y un extraño sentimiento de calidez apareció en su pecho cuando vio al castaño sonreirle por aquellas palabras.

DLMLU [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora