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Las tazas de té mantenían relajado a Felix, pero no eran lo suficientemente fuertes como para doparlo y que así no pudiese pensar en la calentura

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Las tazas de té mantenían relajado a Felix, pero no eran lo suficientemente fuertes como para doparlo y que así no pudiese pensar en la calentura.

Despues de aquella larga ducha durmieron un rato primero, miraron películas al despertar, comieron helado, salieron a comer frutas de los árboles y mini arbustos, y la parte favorita del omega; Minho lo mimó y besó todo el tiempo que se lo pidió.

Se durmió entre los fornidos brazos de Minho aquella noche, él lo mimaba sin queja alguna buscando su comodidad para poder conciliar el sueño y finalmente dormir antes de levantarse e irse directo a la empresa.

Antes de irse de la casa se encargó de hacerle saber a todos los empleados los cuidados que debían tener con el pelinegro, no molestarlo mientras su celo atacaba y dejarlo hacer lo que quisiera en la casa con tal de que no se estresara y la pasara peor de lo que ya lo estaba haciendo.

Su pobre omega.

Felix se despertó removiéndose incómodo y buscando el calor corporal del alfa, no podía percibir el aroma del mismo cerca. Sus párpados pesados le impedían abrir los ojos para buscarlo, sin embargo al estirar y buscar con sus manos sin llegar a ningún resultado, tuvo que hacerlo, viendo que se encontraba solo en la habitación.

"Honnie..." Pensó instantáneamente mirando alrededor.

¿Dónde se había ido? le había prometido que se quedaría a su lado para mimarlo, besarlo y hacer todo lo que pidiera. Olfateó intentando llegar más lejos con sus instintos y habilidades, pero tampoco sy lo percibió cerca. De mala gana se levantó sintiendo su entrepierna completamente húmeda y pegajosa, se asqueó al instante, no le gustaba esa sensación ni siquiera un poco.

El calor subió por todo su cuerpo una vez más, su celo lo envolvía demasiado rápido y era algo que no encontraba posible controlar. Su sangre parecía correr con más rapidez de lo normal y su respiración se agitaba con solo pensar en un poco de tacto, tacto de su alfa.

De Minho.

Caminó hacia el baño entre algunos jadeos, cubriendo su boca para no ser escuchado por nadie en la casa y buscó el frasco de supresores. Una vez lo tuvo en mano tomó dos pastillas pero cuando iba a meterselas a la boca lo recordó.

Minho le había pedido que no las tomara.

Apretó su mano en un leve puño y se miró al espejo, sus mejillas estaban rojas, sus ojos brillaban y dejaban escapar aquel verde de a ratos, estaba sudado. Necesitaba ingerir el medicamento para tranquilizarse.

Pero... ¿Era más importante calmar su celo u obedecer a su alfa?

Suspiró rendido ante la lucha mental que estaba teniendo y devolvió aquellas pastillas al frasco, poniéndolo donde estaba y terminando por lavar su cara con agua fría para refrescarse un poco y así bajar el color de sus cachetes. Pensaba salir del baño y acomodar su habitación, pero sentir su entrada palpitar y más fluidos escapar por la misma le hizo saber que necesitaba más que solo refrescar su rostro.

DLMLU [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora