DLMLU [Minlix]

27

Esa mañana cada uno fue por su lado, habían acordado no verse hasta la gran ceremonia. Felix se encargó de verse perfecto para su alfa, mientras que Minho se aseguraba junto a Tzuyu de los últimos detalles del salón. Había quedado hermoso, las paredes decidieron dejarlas de color blanco, los manteles eran bordó y los cubiertos y servilletas un tono rojo fuego.

A eso de las ocho de la tarde los invitados empezaron a llegar, el sol se escondía y los novios se centraron en prepararse, Minho sonrió al verse al espejo, no por como se veía exactamente, sino por la razón de su look. Saber que estaba a punto de casarse con quien era el amor de su vida lo llenaba de felicidad. Felix, por su parte, no podía dejar de mirarse y posar ante el reflejo, sus mejillas se sonrojaban al imaginar las palabras que le diría a su alfa, había estado preparándose desde el día anterior.

Eran solo dos palabras, pero aún así sabía lo especiales que eran.

La música empezó a escucharse en todo el salón y los invitados que eran cerca de quinientos empezaron a aplaudir incluso en ausencia de la pareja.

Minho fue el primero en aparecer, se dirigió al altar con una sonrisa y analizó su alrededor primero. Sus padres, los padres de Felix, ambas familias lloraban como si no hubiese un mañana. A lo lejos pudo distinguir a otras dos personas, Christopher y Jeongin ¿Qué hacían ellos ahí? aunque su presencia lo desconcertara, no dejó su sonrisa caer.

Todo mundo se quedó en silencio cuando la música se detuvo, al pasar unos segundos, la melodía cambió a una que Minho reconoció, una que sin notar lo emocionó hasta dejar caer una lágrima. La melodía de River Flows in You comenzó a sonar, los aplausos comenzaron una vez más y la gran puerta de madera se abrió, dejando ver al rubio vestido de bordó salir de ahí. Minho sintió sus ojos cristalizarse automáticamente, Minju y Tzuyu eran quienes acompañaban a Felix, al parecer fue pedido suyo.

—¿Estás listo?— Susurró la más baja con una sonrisa plasmada en su rostro.

Felix, perdido en la mirada de su alfa a lo lejos, asintió susurrando un suave "Listo."

Caminaron por el salón a paso tranquilo, Minho secó una lágrima evitando que ésta siguiera recorriendo su rostro y se centró en el caminar de su prometido. Felix rió bajo al ver al castaño aguantar el llanto y en un impulso adelantó el paso hasta llegar a él, las hermanas lo siguieron pero a su vez prefirieron darle su espacio. Ambos chicos se abrazaron al encontrarse; la multitud aplaudió una vez más.

—Te ves precioso, lobito.— Susurró Minho en su oído, el rubio se sonrojó.

—Tú también, Minjonnie.—

—Damos inicio a esta ceremonia...

Las mellizas se colocaron una al lado de cada chico, Minho las miró extrañado y volvió su vista al menor, quien sonrió.

—Jamás hablamos de quienes serían las madrinas o padrinos de nuestra boda, así que... e-espero no te moleste.— Susurró mientras el sacerdote comenzaba a hablar.