Epílogo

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Las rosas cada vez necesitaban más cuidados, desde que Felix y Minho se casaron los empleados en la casa se hicieron nulos

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Las rosas cada vez necesitaban más cuidados, desde que Felix y Minho se casaron los empleados en la casa se hicieron nulos. El menor había pedido hacerse cargo ellos dos del hogar a pesar de lo atareados que eran sus días, Minho  no había dudado en conceder su deseo y por más que terminaba con el cuerpo adolorido por tantas cosas que hacía en la casa, además de trabajar, se encontraba muy contento.

Con ayuda de la nueva regadera de jardín que habían comprado, el omega se encargó de humedecer las zonas más difíciles de las plantas, eran demasiadas rosas las que cubrían el bosque entero, sin embargo, se negaba a dejar que las sacaran. Cada vez que terminaba de arreglar el lugar se sentía más que satisfecho y su aroma se disparaba en felicidad.

Después de una larga mañana en soledad, sintió unas manos rodearlo por la cintura, esta vez no se asustó; se había vuelto costumbre. Sonrió ampliamente inhalando su aroma sin siquiera voltearse y al sentir el mentón del alfa apoyarse en su hombro dejó las cosas de jardinería de lado.

—Feliz primer mes de casados.— Susurró Minho en su oído. —Volteate, amor.—

Felix no dudó en obedecer a aquel pedido, encontrándose con su esposo bastante arreglado, éste sacó lo que escondía en su espalda dejando ver un ramo de tulipanes más que precioso, Felix cubrió su boca unos segundos antes de tomar el ramo e inhalar su aroma en deleite.

—Mmm...— Sintió sus mejillas enrojecer. —Minhonnie... no te preparé nada.— Musitó apenado mientras abrazaba las flores sutilmente, adoraba cada vez que Minho se las regalaba, nunca era el mismo tipo de flor, tenía una especie de colección.

—No necesito nada más que tu presencia todos los días de mi vida, Lixie.— Habló con seguridad el mayor mientras tomaba la mano contraria y besaba exactamente en donde el anillo que los unía se encontraba. —¿Qué haces aquí afuera tan temprano? había ido a buscarte a la cama.— Soltó pequeñas risas.

—Bueno... Las flores se veían tan lindas y... el clima es perfecto hoy. Además, en un rato tenemos que ir al estudio a la sesión de fotos con Tzuyu ¿Lo olvidas?—

Minho negó con una sonrisa. Por supuesto que no lo olvidaba, tal como Felix había prometido antes, apenas pisaron Corea fueron a firmar los papeles de las empresas y después hablaron con Tzuyu. Solo una semana después él y Minju se encontraban posando para una de las revistas más famosas de Corea, promocionando la nueva marca de ropa que su cuñada había lanzado y a su vez, promocionando junto a ella los perfumes de la empresa que compartía con su esposo.

—No, no lo olvido, cariño.— Aseguró.

Felix se quedó en silencio inspeccionándolo de arriba a abajo, al notarlo, el alfa alzó una ceja bajando su mirada para inspeccionarse a sí mismo.

—Estás distinto, Min ¿Te hiciste algo nuevo?—

—Para nada, lobito.—

El omega pensaba que se encontraba más elegante, su ropa no era la de siempre y podía jurar que incluso tenía un poco de maquillaje. El solo pensar que podía estar mintiéndole hizo que su sangre hirviera.

DLMLU [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora