Jennie's POV
—¿Cuáles serían los pros y contras de casarme contigo?
Lisa estaba frente a mí en la mesa de la cafetería, mientras movía el café con la cucharilla antes de taparlo, y le dio un largo trago.
—Pues que te casas conmigo, ¿no te parece suficiente? –Volvió a abrir la tapadera y echó algo más de azúcar, mientras yo me reía por aquél comentario.
—Me parece más que suficiente, Lisa, pero entiende que tengo una hija y que... No todo es tan fácil. Un pro sería que... No tendríamos que vivir en la misma casa aún, así que seguiríamos como hasta ahora.
—A mí... Me gustaría vivir contigo cuando nos casemos. –Se quedó en silencio un momento cogiendo la galleta en la mano. –Bueno, si es que nos casamos. –Mojó la galleta en el café y la presionó entre sus labios.
—Bueno... No veo ninguna contra. Sólo que si nos va mal pues... Habría muchas cosas complicadas. –Lisa hizo una mueca, y yo no quería que se sintiese así. Teníamos muchas cosas en las que pensar, pero el tiempo pasaba rápido y esa era la opción más fácil.
—Si Khloé Kardashian y Lamar Odom se casaron en nueve días y duraron cinco años, nosotras hasta que la muerte nos separe, cariño. –Solté una suave risa negando.
—Las cosas son algo más serio que eso. –Lisa agachó la cabeza encogiéndose de hombros.
—Yo sólo haré aquello con lo que tú te sientas cómoda. –Sonreí un poco ante su respuesta, y ella también lo hizo. Mientras ella comía, aparentemente sin preocupaciones, en mi cabeza sólo se debatía si casarme con ella, o entrar en juicios y todo era algo abrumador.
—Gracias por entenderlo todo.
Nos levantamos de la mesa, y ella llevaba en una mano una barrita de cereales y en la otra el vaso de café. Casi siempre solía salir con hambre de los entrenamientos, aunque aquél día había ido al gimnasio.
—¿Podrías dejar de comer y darme la mano? –Pregunté con el ceño fruncido, soltando una suave risa. Lisa cogió el vaso y la barrita con una mano, y con la otra me cogió a mí, enlazando nuestros dedos.
—Jennie... Necesito hablar contigo. –Bebió de su café y en ese momento me asusté, pegándome un poco más a ella. Quizás estaba enfadada porque no tenía muy claro si casarme con ella, quizás Maia le había dicho algo que le había molestado, quizás aquél
tema del padre de mi hija le molestaba. –Mmh... La semana que viene dirán quién ira al mundial, y... —Se pasó la mano por la nuca con un suspiro bastante profundo. –Uhmm... Voy a pasarme un mes entero en Brasil. De junio a julio, y sé qué tú eres bastante cabezota, así que no sé si vas a querer venir conmigo, tú y Maia, quiero decir.
—¿En serio vas a ir al mundial? Eso es genial. –Abrí los ojos con una gran sonrisa, poniendo una mano en la mejilla de Lisa. –Y claro que me gustaría ir contigo... He visto todos tus partidos esta temporada, ¿cómo me iba a perder una competición así?
*
—¿Todo bien? –Jisoo estaba cruzada de brazos mirando la entrada del colegio, con el móvil en la mano. La verdad es que aquél día me iba a estallar la cabeza.
—Más o menos. –Lisa me había dicho que tomase un tiempo para pensarlo, unos días, y que ella se apartaría de todo porque sólo me confundiría más. Aun así, seguía estando conmigo, y la veía hablar con Ed algo más delante de nosotras, lo justo para que no pudiesen escuchar qué hablábamos.
—Comprendo que es un lío, pero, no sé. –Lisa giró la cabeza sonriéndome un poco, y volvió a mirar al frente. –Ella se casaría contigo sin pensarlo dos veces. Tiene muy claro lo que siente por ti, y es... Bastante fuerte.
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Un abrigo en el invierno | Jenlisa
Fiksi Penggemar¿Qué es capaz de hacer una madre por su hija? La respuesta a esa pregunta la tiene Jennie, y es absolutamente todo. Bajo el frío y la nieve de Portland, Jennie tiene que trabajar de sol a sol para conseguir comida, ropa y mantener el techo bajo el...