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- Hey, el chico no está tan mal, ¿eh? - Dijo Frank que no dejaba de mirar a el camarero desde que entramos.

- Acabamos de entrar, ni siquiera nos hemos sentado y ya te estás fijando en el chico. - Dije riendo despegando la nota y sentándome.

- Vamos, deja la nota y míralo un momento. - Insistió. Suspiré y lo miré unas mesas a la derecha. - ¿Y bien? - Preguntó.

Era bajito con el pelo corto, con algunos reflejos de un color extrañamente azul que le quedaba bastante bien y tenía los ojos cafe muy claros. Eran bonitos.

Siempre solía vestir con pantalones rotos o desgastados y botas negras del mismo color que la camiseta del uniforme con el logo naranja de la cafetería en el pecho izquierdo.

Sin contar todos los coloridos tatuajes que adornaban sus brazos y los piercings en su cara, que era el del labio y el de la lengua - cuando hablaba se le veía - .

- Es muy guapo, sí. - Asentí y él sonrió. - Si tanto te gusta, ¿por qué no lo invitas a salir? - Le dije.

- Quizá lo haga algún día. - Dijo riendo y asentí de nuevo leyendo la nota.

"¡Hola!

Comó me gusta y me alegra ver tu sonrisa leyendo mis anteriores notas.

No hay nada que más desee en el día que verla, ¡en serio!

Me alegra que Frank y tú vuelvan a sentarse juntos a tomas café y a hablar.

Él sabe quien soy, pero me va a guardar el secreto.

¡No seas cotilla y no le preguntes cosas!

Es gracioso ver cómo tu amigo me mira cómplice pero tu no te das cuenta porque estas a espaldas a mí.

Ups, quizás he hablado demasiado.

Att: Un chico hablador."

Me gustaba que le gustara verme sonreír leyendo sus post-its. Me alegraba el día saber que le hacía bien a alguien.

Miré a mi amigo mirando a el camarero de nuevo, parecía que realmente le gustaba, y volví a la nota.

Maldito Frank, él sabe quién es...

Espera, ¿me dijo yo estaba de espaldas a el y que se lanzaba miradas con mi amigo?

Me giré en la silla. De espaldas a mí solo habían dos mesas, ahora vacías, la puerta del local y la barra.

Tendría que fijarme en esas dos mesas antes de llegar.

Entre notas y caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora