Entre notas y café

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"¡Hola!

No lo vas a creer (o quizá sí).

He ido con Suit a dar un paseo, como todas las mañanas y todas las tardes-noches y un chico ha intendado conquetear conmigo.

¿Te lo puedes creer?

Él también paseaba a su perro. Me dijo que me llevaba viendo unos dias paseando a Suit y que no me había visto antes por ahí.

Tan típico que me recordó a mi primer novio.

Te lo contaré en la próxima nota, se me acaba esta.

Tengo que pensar en comprar post-it más grandes. Quizás otras hojas.

Att: Un chico anonadado."

Lo que me faltaba.

No solo tenía que aguantar que Frank le hubiera pedido una cita sino un vecino coqueteando con él.

Y encima quería contarme de sus ex-novios.

Bufé.

No sabía si quería saber de eso, aunque así la podría llegar a conocer más.

- ¿Qué pasa? - Dijo Frank bebiendo café.

- Quiere contarme de sus ex-novios. - Gruñí.

- No sé para qué te pregunto si a veces estoy con él cuando te escribe los post-it. - Me recordó.

- Dile que sí, que me lo cuente. - Me armé de valor y acepté.

- ¿Estás seguro? A mí solo me contó del primero, dice que del segundo no le gusta hablar. - Asentí.

- Bueno, que me cuente lo que él quiera. - Guardé la nota.

- ¡Hey, peliazul! - Frank llamó a Guillermo.

Él estaba limpiando la barra y miró para Frank con un suspiro derrotado cansado de decirle que no lo llamara así, pero se acercó de igual modo.

- ¿Sí? - Se cruzó de brazos mirando a mi amigo.

- Siéntate. - Frank arrastró una silla que estaba en medio pero a un lado de ambos y él frunció el ceño.

- No puedo, Frank, estoy trabajando. - Miró todo el local.

- Está vacío hoy, siéntate con nosotros. - Él suspiró. - Oh, ya entiendo... - Mi amigo me miró. - No quiere sentarse con nosotros. - Negó con la cabeza, pero Guillermo se sentó del revés en la silla de igual modo.

- ¿Contento? - Preguntó él y Frank asintió.

- ¿Por qué no nos ayudas a repasar las pistas del chico de las notas? - Propuso Frank y Guillermo lo miró sorprendido.

- Qué... -Carraspeó. - ¿Qué pistas? - Me miró.

- Hemos ido apuntando las cosas que me ha estado diciendo en las notas, pero algunas cosas son relevantes. - Me encogí de hombros. - Por ejemplo que tiene cuatro hermanos mayores. Tú también los tienes, no es algo que sea único de una persona. - Lo miré y tragó saliva.

- Exacto, Guillermo también tiene cuatro. - Habló Frank.

- Realmente tengo tres mayores, porque uno de ellos es mi mellizo. - Aclaró. Sabía que no podía ser él. - Pero, ¿qué más tienes? - Me preguntó.

- Sé que se ha mudado dos veces porque se ha independizado hace poco, es fotógrafo y dibujante, tiene 22 años y trabaja en un estudio por las tardes, aunque no sé de qué pero intuyo que de fotografía... Pocas cosas son relevantes, la verdad. Con eso podría ser cualquiera. - Suspiré derrotado.

- No te lo pone fácil. - Se rió él. - ¿Y físicamente? ¿Tienes algo? - Suspiré.

- Físicamente casi nada. Ojos oscuros y achinados, bajo y con un cuerpo pequeño, como el tuyo. - Él se ruborizó.

Quizá recordó cuando el viernes en el pub le dije que no podía dejar de mirarlo porque me recordaba a el chico de las notas. O quizá recordó nuestra despedida.

Carraspeé apartando la mirada de él al darme cuenta que lo había estado mirando fijamente con una sonrisa mientras recordaba cómo besó la comisura de mis labios y cómo deseé que no fuera la chica de Frank.

Mi mejor amigo me miró con una ceja levantada preguntando indirectamente qué estaba pasando y porqué ambos nos acabábamos de comportar así, pero le aparté la mirada bebiendo de mi taza de café.

Ahora que lo pensaba bien, sentía que había traicionado a Frank aunque no tenía porqué sentirme así ya que realmente no había hecho nada.

Aparte de que ellos dos no eran pareja, él solo lo veía como un buen amigo.

La culpa venía porque sabía lo que él quería con Guillermo y saber que estuve a punto de besarlo el viernes, me carcomía por dentro.