Prohibido Tocarte

XI

Claudia POV.

Habíamos regresado a la ciudad por la mañana, nos recibió el clima delicioso característico de la ciudad y la gran noticia de que en los siguientes cinco días no tendríamos jornada de grabaciones ya que los chefs debían asistir a una conferencia de cocina internacional fuera del país, aprovecharé estos días para ver a mi familia y recargarme de la buena vibra familiar que tanto me hace falta, pero debería antes concretar el recibimientos de mis queridos chefs y preparar una pequeña bienvenida para ellos.

-Pam ¿crees que sería buena idea recibir a Rausch, Chris y a Nico con una cena? -preguntó con curiosidad a la persona que se encontraba a mi lado.

-Me parece una idea increíble, quieres que reserve un restaurante con un buen buffet como les gusta a ellos? -responde Pamela buscando algo atentamente en su agenda.

-Estaba pensando que quizás sea aún más especial si la comida la preparan nuestros participantes, ¿no crees?

-Dudo mucho que ellos quieran sacrificar sus gloriosos días de descanso de la cocina para cocinarle a sus verdugos fuera de la competencia. -me reí por su comentario.

-Quizás tengas razón pero no pierdo nada con intentarlo, más tarde les preguntaré en el grupo y veré si les parece buena mi oferta. -le dije a Pam mientras terminaba de empacar mis maletas para volver a viajar.

Mientras iba de camino a reencontrarme con mi familia no podía dejar de pensar en Nela y en lo que estuve a punto de decir aquella noche en la playa, el día del reto de campo solo pude dedicarle unas pequeñas miradas y sonrisas ya que estaba realmente ocupada, quería acercarme a ella para conversar un poco pero eso solo la atrasaría y no quería causarle molestias.

Se que dijo que se mantendría en la línea de amistad pero no espere que realmente lo hiciera, no quería sentirla distante, quería estar a su lado y ver cómo se ruboriza al tenerme cerca, no se que me esta pasando con ella y como no me gusta quedarme con la duda lo averiguare, en su momento lo haré.

Nela POV.

Por fin ya en casita, lo primero que hice fue correr por toda mi casa en busca de Río y Carmen, mis gatitos, los amores de mi vida, la razón por la cual me despierto feliz todos los días, lo extrañe tanto que cuando los visualice los alce en mis brazos y los devore a besos hasta que me pidieron que respetara su espacio animal así que eso hice, a regañadientes los deje ser libres.

Me recosté en el sillón de la sala cuando en eso sonó mi teléfono, era Crim, ese era otro que ya extrañaba a niveles inimaginables.

-¡Hola amorrrr! -conteste el teléfono con toda la emoción posible.

-¿Ya estás en la ciudad bebé? -pregunto.

-Sip, recién llegué. -le respondí.

-Perfecto, en dos minutos estoy ahí. -Sin más colgó la llamada y me quedé estática en el sillón, estaba cansada después del día de ayer.

Pasados dos minutos exactamente sonó la puerta de mi apartamento, no tenía que preguntar quién era porque ya lo sabía, apenas abrí la puerta aparece un Juan David emocionado con un ramo de rosas en sus manos, me abrazó fuertemente y le devolví el abrazo con la misma intensidad.

-Te extrañe tanto chiqui, se que solo fue un fin de semana pero fue suficiente como para sentir que moría. -exclamó con un tono dramático en su voz.

-Yo tambien te extrañe muchísimo bebé, pero no como para exagerar. -me reí al ver su cara de indignación por mis palabras.

-¿Crees que soy un exagerado? -preguntó mirándome atentamente.