XXXIV

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Nela POV.

Estaba siendo una noche tranquila y la brisa helada golpeaba cada parte de mi cuerpo al descubierto, estos últimos días las cosas entre Claudia y yo están siendo un poco raras, la siento distante y un poco fría, no la puedo culpar, supongo que sigue un poco resentida después de lo de aquella vez, quiero que las cosas vuelvan a ser como antes, que ella vuelva a ser esa persona amorosa y atenta que siempre ha sido, me voy a esforzar todos los días para recuperar lo que teníamos.

Salí por la tarde a comprar un regalo para ella, uno que le gustara mucho y el ramo de rosas más grande que pude encontrar.

Camine a paso lento hacia el interior de la casa hasta que empecé a escuchar risas y pequeños susurros, la risa de Clau la podía reconocer a kilómetros, mi corazón se aceleró y lleno de emoción al volverla escuchar reír, me acerque con cautela hasta que quede paralizada al ver la silueta de un hombre a su lado, no era cualquier hombre, era él, era Simón.

-Clau... ¿Qué está pasando? -pregunte al ver aquella escena.

-¿Acaso no lo ves Nela? -respondió con una amplia sonrisa.

-¿Por qué está él aquí? -dije un poco confundida y con un hilo de voz.

-Nela... Nela... yo te lo dije, ella no podría cambiarme nunca y menos por ti. -Habló Simón al lado de Claudia. -Solo fuiste una aventura más, una pérdida de tiempo más. -dijo sonriendo con satisfacción.

-¡CALLATE COBARDE! -grité con todas las fuerzas que pude aun sin poder creer lo que estaba pasando. -Clau... Hablemos por favor. -dije en una súplica.

-No tengo ganas de seguir escuchándote ni malgastando mi tiempo contigo Nela. -soltó con frialdad lo que hizo que mi corazón se estrujara y se hiciera chiquito.

-No digas eso por favor... -dije tratando de ahogar el nudo en mi garganta.

Claudia se puso de pie y caminó hacia mí con una media sonrisa en los labios, levantó mi mentón y mirándome a los ojos soltó

-¿Acaso no lo veías venir? jamás te quise, solo me estaba divirtiendo un poco. -dijo sin más.

No podía creer lo que acababa de escuchar, la persona que está al frente de mi es una completa desconocida, una desconocida capaz de romperme el corazón en mil pedazos y enterrar dagas en mi pecho con cada palabra que decía, ella no era la mujer de la cual estaba completamente enamorada, ella no era Claudia... no era mi Clau.

-No digas eso por favor... -dije dejando escapar las lágrimas que estaba reteniendo.

-Vamos Nela no llores, no es momento de dar lastima. -dijo soltando mi mentón y alejándose de mí. -Quiero que te alejes de mí, no quiero volverte a ver nunca más.

-Claudia por favor, no te vayas... -dije casi dispuesta a ponerme de rodillas. -No me dejes, ¿Qué se supone que debo hacer sin ti? -dije sintiendo como mi corazón se apagaba de a poquito.

-¿Crees que me importa en lo mínimo como te sientes o lo que hagas? -dijo sonriendo ampliamente. -No quiero verte mas Nela, no quiero volverte a escuchar o siquiera tocarte entiéndelo.

-Estás siendo muy cruel. -dije tratando de conservar un poco de mi dignidad.

-No mereces menos. -soltó con odio.

La desconocía por completo, es como si dentro de ella no existiera más que solo odio hacia mi, es ella pero sin ser ella, era solo un cuerpo vacío careciente de alma, era solo una sombra de lo que había sido, un espejismo y un recuerdo solo mío.

-No quiero seguir aquí Simón, vámonos. -dijo dedicándome una última mirada cargada de lástima y odio.

-Te lo dije Nela. -empezó diciendo Simón tomándome fuertemente del brazo y obligándome a verlo. -Nunca serás suficiente para ella ni para nadie, ella siempre será mía, yo gané y tu perdiste. -dijo sonriendo cínicamente como de costumbre.

Me solté de su agarre y las palabras no salieron de mi garganta, salió de aquella casa dejándome completamente sola y rota.

No soporté más y caí de rodillas al piso dejando salir todas mis lágrimas y lamentos retenido ¿Cómo era posible que después de todo lo que paso ella me dejara? ¿realmente merecía su desprecio y odio? ¿tan mala persona era? ¿por qué? ¿por qué las cosas tuvieron que darse así?

-Clau... vuelve por favor. -decía entre sollozos. -vuelve, no me dejes por favor.

-¡VUELVE, NO ME DEJES SOLA! -grité con mi último aliento sintiendo mi cuerpo temblar y mis ojos cerrarse.

-Nela, Nela despierta. -escuché la voz de Clau y abrí los ojos de golpe.

La vi sentada a mi lado mirándome con preocupación y su mano en mi pecho que subía y bajaba rápidamente, la tomé rápidamente entre mis brazos y la envolví en un fuerte abrazo sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas.

-No me dejes sola nunca por favor. -dije en una súplica.

-¿Qué pasa Nela? ¿tuviste una pesadilla? -preguntó con un tono de preocupación.

-No me dejes por favor. -volví a decir asegurándome que esto era real.

-No te dejaré nunca Nela, solo fue una pesadilla tranquila. -dijo rompiendo el abrazo y tomando mi rostro entre sus manos. -Estaré aquí a tu lado hoy, mañana, en un mes, en un año, en un siglo, en esta vida y en la otra, no querría estar en un mundo donde tu no estés, yo podría vivir sin ti pero no quiero hacerlo, quiero tenerte cerca de mí todo el tiempo. -dijo uniendo nuestros labios y pude sentir como mi corazón latía y volvía a la vida, la tome de la cintura acercándola cada vez más a mí y sintiendo el calor de su cuerpo.

Necesitaba asegurarme que esto era real, de que ella era real, de que podía volver a respirar con tranquilidad porque ella seguía a mi lado, estaba sana y seguía siendo la misma de siempre.

-Te amo Claudia, te amo. -dije separando nuestros labios y mirándola a los ojos, era la primera vez que lo decía, pero no la primera vez que lo sentía.

Tomó mi mano y dejando un corto beso en esta la puso sobre su pecho para que pudiera sentir su corazón el cual estaba teniendo una intensa danza de latidos.

-Yo también te amo Nela ¿lo puedes sentir? -dijo mirando mi mano sobre su pecho, lo sentía, podía sentir que era real, que sus palabras y sus sentimientos eran reales.

Uní mi frente con la suya y cerrando los ojos le dije.

-Puedo sentirlo, me haces inmensamente feliz, quiero estar contigo hasta el último día de mi vida. -dije juntando nuevamente nuestros labios y besándola con tanta necesidad como fuera posible, no creo que exista un día donde me pueda saciar de ella, no hay un límite cuando se trata de Claudia, de la mujer que amo.











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¡Lo se! merezco la pena de muerte, la horca y hasta la silla eléctrica por dejarlos tantos días sin actualización, no volverá a pasar (cofcof)

Pd: les voy a dejar este link de tt porque estos son ustedes ahora >>>>>>>>

https://vm.tiktok.com/ZM6rSf8LW/

los tkm <3

Xoxo

-A

















Prohibido TocarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora