Prohibido Tocarte

XXXV

Nela POV

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me separe de Claudia, desde aquel día en aquella casa no nos hemos separado siquiera un solo segundo, agradezco tanto la ayuda de todos, ese pequeño empujoncito que nos dieron para que pudiéramos solucionar y aclarar las cosas.

Mentiría si dijera que aun no tengo ese pequeño sentimiento de culpa por haberla dejado tan rota y sola en aquella ocasión, hay noches en las que ese momento se materializa una y otra vez en mis sueños, donde la veo de pie completamente destrozada con una mano en su pecho y un sin fin de lagrimas corriendo por sus mejillas, eso será algo que jamás me podré perdonar.

Agradezco cada día al universo por permitirme despertar a su lado, despertar y verla durmiendo plácidamente a mi lado, tan hermosa como siempre, con algunos mechones de cabello sobre su cara y aferrada a mi cintura me hace reafirmar una y otra vez que no podría vivir sin ella, que no veo un futuro sin ella, no veo un después de ella, que simplemente siempre será ella y nadie más.

Me quedé atenta mirándola mientras apartaba los pequeños mechones de su cara con toques suaves, acaricie su mejilla y la vi sonreír levemente, estos momentos son los que me hacían disfrutar de despertar temprano y poder tener estas maravillosas vistas, seguí acariciando su mejilla suavemente hasta que abrió lentamente sus ojos, esos ojos que me llevaban fuera de este planeta, esos ojos que eran capaz de volverme nada y todo al mismo tiempo, esos ojos de los cuales me encontraba perdidamente enamorada.

-Buenos días bella durmiente. -dije sonriendo.

-¿Cómo haces eso? -preguntó con voz dormilona.

-¿Hacer que? -pregunte intrigada.

-Verte hermosa tan temprano. -dijo agarrándome del cuello y dándome un corto beso en los labios.

-Si, definitivamente es un sí. -dije lamiendo mis labios.

-¿Si que Nela? -Ahora era ella quien estaba intrigada.

Me apoyé sobre mis codos para tener una mejor vista y la miré durante unos segundo en silencio, cuando estaba apunto de hablar uní nuestros labios en un suave beso, me separe dándole pequeños besos sobre su nariz y toda su cara y volví a mirarla.

-Que si quiero que seas la mujer que despierte cada mañana a mi lado por el resto de toda mi vida. -dije y la volví a besar sin dejarla siquiera decir una palabra.

Rápidamente ese beso escaló a uno un poco más pasional y salvaje, no se si era por lo que acaba de decirle o la intensidad de sus labios sobre los míos pero yo empecé a sentir la necesidad de querer mas de ella y estaba segura que no era la única.

En un movimiento rápido Claudia me tomó de los hombros y me empujo dejándome acostada totalmente de espaldas y subió a mi regazo y sin decir una sola palabra me beso con desesperación, mientras yo acariciaba cada espacio que mis manos pudieran alcanzar de su cuerpo.

-Vamos a llegar tarde a las grabaciones de hoy. -la oí decir suavemente cerca de mis labios con un poco de dificultad.

La tomé de la cintura y me senté sin bajarla de mi sosteniéndola con un fuerte agarre y dejando pequeños besos húmedos sobre su cuello.

-Nela... -dijo en un suspiro.

Baje lentamente mis besos hacia sus clavículas y dejándome llevar por el olor de su cuerpo levante la blusa de seda blanca que llevaba dejándola completamente al descubierto, la mire a los ojos unos segundos y empecé a bajar lentamente hasta llegar a sus pechos y acariciar uno de estos con mi mano mientras llevaba el otro a mi boca, la escuche soltar un pequeño gemido y moverse sobre mi, ella era consciente que me volvía loca cuando se movía sobre mí, mordí suavemente su pezón haciéndola gemir nuevamente y llevar su cabeza hacia atrás, la tome del cuello obligándola a verme y solté.