🌸30🌸

86 14 14
                                    

🌸🌸🌸

— Perdone por molestarla presidenta Kim—, expuso la secretaria ingresando al despacho de su jefa que se encontraba revisando varios papeles, que al verla, Suzy decidió dejar lo que estaba haciendo para prestarle atención. — Hay una señorita en la recepción que desea verla con urgencia— Informó.

— Ahora no estoy de humor como para recibir a alguien… Dile que regrese otro día. — Volvió a retomar lo que estaba haciendo, menospreciando a quien fuera que la estuviera buscando.

— ¿Estás segura de no querer recibirme presidenta Bae Suzy? — Jung SoMin ingresó al despacho de la reciente mencionada empujando del hombro a la secretaria que se encontraba parada al lado de la puerta, la muchacha tuvo que sujetarse de la perilla para no caer al piso.

Suzy al ver a SoMin parada frente a ella después de tres largos años, se sorprendió. Había creído que nunca más la volvería a ver, es más, ya la había olvidado.

— Thanya, dejanos a solas.

— Como diga, presidenta. — Y sin más, se retiró de la oficina de su jefa.

Sin esperar una invitación, SoMin decidió tomar asiento en un mueble frente a ella.

— Por la cara que tienes, no pareces tan contenta de verme… Yo estaría igual de enfadada contigo, si todo no hubiera terminado tan mal. — Con toda confianza, se sirvió una taza de té, y le dio un pequeño sorbo con elegancia y finura. Luego la dejó reposar sobre el escritorio, poniendo de nuevo toda su atención en la elegante dama que la observaba con el ceño fruncido. — Suzy por más que no quieras verme, hay muchas cosas que quedaron pendientes entre nosotras, y una de ellas es ese puesto que ahora gozas. — Le señaló la placa de vidrio donde llevaba inscrito con letras grandes y doradas: Presidenta Bae Suzy.

— ¡¿A que regresaste?! — Soltó enfadada.

— Vamos Suzy, no me grites… Tu sabes perfectamente que si yo abro la boca, ten por seguro que no seguirás tras ese puesto.

— ¡¿Me estás amenazando?!

— ¿Ay no? Que palabra tan fea… Solo es una advertencia. — Replicó en un tono sugerente. — Si por mi fuera jamás te volvería a ver la cara, pero como ahora me encuentro en una situación difícil, me vi en la necesidad de venir a buscarte. — Le volvió a dar un pequeño sorbo a su taza de té.

— ¡¿Qué quieres?! Si viniste a buscar dinero, no hay. — Soltó un NO definitivo.

— ¿Es tu última palabra?

— Si.

Tras recibir la respuesta negativa de Bae Suzy, SoMin sonrió maliciosamente.

— Entonces no me quedará más opción, que contarle toda la verdad a Hyun Joong.

— ¡¿Tú no harías eso?! ¡Y no me amenaces! — La señaló con el dedo, amargamente.

— Y tú no olvides que gracias a mí, es que puedes disfrutar de todo esto y de ese puesto detrás de ese escritorio… Si yo abro la boca, tu mundo perfecto se viene abajo. — Mientras hablaba con advertencia, señalaba toda la oficina lujosa de la presidencia.

Suzy sólo rodó los ojos, restándole importancia a las advertencias sin sentido que le hacia su ex nuera y cómplice.

— Yo sé que aunque muestres desinterés e indiferencia con Hyun Joong, él sigue siendo lo más importante para ti porque es tu único hijo. Sólo que estás molesta e indignada con él, porque se enamoró de un hombre y no de una mujer como tanto querías. A mí no me importa si a Hyun Joong le gusta los hombres o las mujeres, a mí sólo me interesa cuanto voy a recibir por mi silencio. Y conociéndote como te conozco, seguramente vas a regatear el precio, por eso decidí ponerle un precio a mi silencio: 100 millones de dólares.

PÉTALOS CAÍDOS | | HYUNSAENG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora