EXIT

3. NEGRO AZABACHE

3. NEGRO AZABACHE

No sé que me perturba más: que el desayuno en el comedor de la resistencia es tan bueno que vale la pena quedarse sólo por eso, o que debo comerlo bajo la mirada de incontables rebeldes que sospechan de mí. Todos entraron poco a poco después de nosotros y es sólo el hambre lo que asegura que los sándwiches enmantequillados, huevos revueltos y la fruta llegue a mi estómago sin atorarse en mi garganta.

Llevamos veinte minutos sentados en una de las mesas largas. No es una sorpresa que esté vacía mientras las demás mesas se desbordan con rebeldes platicando y tomando café. Todos los presentes están haciendo lo mejor que pueden pretendiendo que no estoy aquí, pero el aire está lleno de desaprobación con un toque de sed de sangre. Claro que no quieren sentarse junto a mí.

Aún así, secretamente debo felicitar a Potter, porque parece tener el control de sus tropas. Nunca habría imaginado que mi primer desayuno en el corazón de la resistencia fuera tan pacífico. Ellos se controlan y me prestan muy poca atención. Sólo soy victima de algunas miradas frías, lo que me deja claro que si alguna vez me permiten caminar por el cuartel solo definitivamente debo tener cuidado. 

En contraste a mi inquietud interna, hago lo mejor que puedo para aparentar que no me afecta nada. Por fuera, mastico mecánicamente, evito cada una de las miradas y permanezco en silencio. Blaise llena el silencio con información banal y aburrida acerca de asuntos mundiales, el clima, y los músculos adoloridos que tiene por su última sesión de ejercicio. Apenas y lo escucho, estoy ocupado escaneando el cuarto, buscando alguna cara conocida entre los soldados de la resistencia.

Las primeras dos caras que reconozco son las de Longbottom y Lovegood. A parte de ellos, hay más ex compañeros de Hogwarts entre los rebeldes que residen en el Campamento negro de lo que hubiera esperado.

Sentados junto a Lovegood y Longbottom están Katie Bell, Susan Bones, Dean Thomas, Seamus Finnigan y Dennis Creevey. La única razón por la que recuerdo el nombre del último es porque en los últimos ataques que comandé él hizo más daño del que hubiera imaginado.

En la siguiente fila está Ronald Weasley flanqueado por dos de sus hermanos, Charlie y George, sino me equivoco. El hecho de que el viudo de la srta. Delacour no esté es una suerte para mí.

Veo al menos a una de las gemelas Patil, pero inmediatamente desaparece entre la multitud y ultimadamente no tengo idea cuál de las dos hermanas era. También reconozco a Terry Boot, Cho Chang y Anthony Goldstein.

En la siguiente mesa, la penúltima, Lee Jordan, Hannah Abbott, Oliver Wood y Alicia Spinnet me llaman la atención.

No puedo ver la última mesa, pero ya he visto a tanta gente que conocía en la escuela que sería suficiente para un ataque de pánico, no es que quede mucho de que preocuparme por mi parte.

A parte de estás caras, que recuerdo bastante bien, hay suficientes soldados de la resistencia que, o no conozco por nombre, o que simplemente no he visto antes. Aproximadamente, diría que hay alrededor de cincuenta rebeldes comiendo aquí. Considerando que éste es el Campamento negro y que, como sé ahora, hay al menos dos cuarteles más que tal vez no sean mejores pero al menos igual de amaestrados, eso es extremadamente impresionante. También están las brujas y brujos que están de guardia o haciendo otras tareas.

La resistencia está en buen estado, debo admitirlo. El número de miembros que tienen es, probablemente, muy parecido al número de mortífagos, al menos incluyendo a los que dicen serlo.

En el momento en el que empujo mi plato lejos de mí, las puertas se abren y Potter se pavonea en la habitación, lo que hace que Blaise se calle por un momento. Las otras mesas se callan también; pero en el momento en el que los rebeldes se dan cuenta que Potter sólo se está sirviendo café, y no intenta iniciar la junta, las conversaciones continúan.