20. NEGRO ÉBANO

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20. NEGRO ÉBANO

—¡Merlín, estás bien!

Pansy literalmente vuela a mis brazos cuando entro en su cuarto. Yo también la abrazo, la abrazo con fuerza y entierro mi rostro en su cabello negro ébano y respiro profundamente su aroma familiar. Ella es cálida, aparentemente está ilesa y jodidamente viva. Dioses, aún no puedo creer que la suerte parece estar de nuestro lado por una vez.

Pasan unos segundos en los que solo nos aferramos el uno al otro, ambos temblando, hasta que me safo de su fuerte abrazo y la empujo con suavidad. Tomo su antebrazo izquierdo para inspeccionar la mancha que ahora lo adorna. Su propia y hermosa mancha.

—Lo sabía —murmuro. —Estaba tan seguro de que lo lograrías, Pans.

Cuando levanto la cabeza para verla, sus ojos ligeramente mojados centellean con una mezcla de alivio y alegría por la reunión. Dejo ir su brazo y le acomodo un mechón de cabello con afecto. Menos de un segundo después, ella me da una bofetada resonante en la cara.

Bueno, eso fue inesperado.

—Eres un monumental idiota, Draco Malfoy. —Ella jadea con reproche. —Pensé que estabas muerto, grandísimo tonto. ¡Todos lo pensamos! Te lloré por semanas y luego de repente eres visto en las rejas de la Mansión.

Su mano vuelve a aterrizar en mi mejilla, está vez para acariciar la piel ardiente en forma de disculpa. Sin importar la situación innegablemente seria en la que estamos, esta incontrolable tormenta de emociones me hace sonreír.

Pongo mi mano en la suya y la aprieto.

—Lo siento mucho —murmuro y me inclino para abrazar a Pansy una vez más. —No podría haberte dicho lo que tramaba, lo sabes. El riesgo era muy alto, Pans, especialmente porque no estaba seguro de si la Salida funcionaria.

Ella asiente contra mi pecho, respira profundamente y se aleja de mí.

—¿Salida, dices? —Ella murmura, limpiándose la única lágrima que cae en su mejilla.

—En la ausencia de una traducción rúnica breve y ágil —contesto y me encojo de hombros.

—Algo macabro, ¿no crees?

Ella sonríe levemente.

—Por el contrario. ¿Una forma fuera del infierno? ¿Una salida de emergencia? Encuentro mi creación bastante creativa, muchas gracias. —Resoplo, fingiendo estar ofendido.

Pansy se ríe, luego sus ojos se llenan de lágrimas otra vez.

—Fuiste increíblemente valiente, Draco. —Ella solloza, poniendo una mano en mi pecho, a la altura de mi corazón. —Estoy muy orgullosa de ti.

Me cuesta trabajo pasar saliva, porque sé que ella es sincera.

Lovegood dijo algo similar en una de nuestras primeras sesiones juntos, pero está es Pansy. Mi amiga. Mi confidente y no una bruja particularmente sentimental, por cierto. Escuchar algo como esto viniendo de ella, de todas las personas, me llega tanto que de repente se me cierra la garganta.

Un poco apenado, pestañeo y miro nuestros dedos entrelazados y carraspeo. Después cambio el tema para distraerme de los sentimientos poco familiares (y no requeridos).

—¿Cómo han ido tus interrogatorios hasta ahora? —le pregunto.

—No me puedo quejar. —Pansy dice honestamente, soltándome para sentarse en la orilla de su cama con un suspiro. —Sin embargo, temo que no tengo mucha información que le pueda ayudar a los tuyos.

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