Con las buenas noticias de su relación siendo aprobada por el mismísimo hijo de Dios, Gabriel y Beelzebub pueden pasearse por donde deseen sin que eso les haga tener problemas. Es por eso que Beelzebub quiere bajar al infierno, ha sido gran amigo de Lucifer desde que estuvieron juntos en el cielo, peleó junto a él y construyó el infierno junto a él, ahora que podía volver sin el peligro de ser eliminado con agua bendita o de cualquier forma terrible, él quiere darle la cara a su viejo amigo, no cree que Lucifer lo comprenda, pero después de lo que han vivido, piensa que merece escuchar las razones que tuvo para abandonarlo todo.
Por supuesto, Gabriel también quiere ir, eso no es problema, nadie, absolutamente, ni Dios mismo, se atreverían a cuestionar o desobedecer una orden de Jesús.Entrar al infierno es fácil, los demonios encargados de la entrada no los hacen perder el tiempo con papeleos, sino que los han invitado a pasar sin problema, todos conocen al arcángel Gabriel y a Lord Beelzebub, pueden hacer ese papeleo sin molestarlos en estar allí; realmente esos demonios no dicen mucho, pero se sienten agradecidos cuando Gabriel usa sus milagros celestiales para reparar las luces tintineantes.
El infierno está organizado en lo que Beelzebub define como nueve círculos, y explica que los siete círculos entre el segundo y el octavo son dirigidos por los siete príncipes del infierno, el círculo primero es solo la entrada de los pecadores y tal vez el limbo para quienes tengan suerte, y desde el noveno círculo Satanás observa que todo vaya como debería. Podía ser que el infierno era un ambiente difícil, pero no se podía negar que tenían una buena organización.
Los demonios los observan caminando por allí con tanta confianza, que no pueden evitar el deseo de matarlos a ambos.—Dagon —Gabriel saluda, abrazándola, y Dagon siente que se quiere morir cuando el resto de demonios miran la escena con enojo. —¿Cómo estás?
—Gabriel, no —Beelzebub dice bajito y lo separa de su vieja amiga, Gabriel solo se ríe, y aunque Beelzebub no dice nada, entiende que ha abrazado a Dagon buscando malas e incómodas reacciones a propósito, debía sentirse muy arrogante ahora que tenía la protección de Jesús. —¿Ahora diriges este círculo?
—Satanás creyó que era la mejor opción —explica —pero dejará que tomes el puesto si decides volver, después de todo eres uno de los siete príncipes.
—No piensa volver —Gabriel dice, y aunque es verdad, Beelzebub y Dagon no pueden evitar un mal gesto entre ellos.
—Solo quiero hablar con Lucifer —explica Beelzebub —eres la mejor opción para hacer el trabajo, Dagon.
Y Dagon sonríe, pero no mucho, porque están en el infierno y como la actual gran duquesa, no puede darse el lujo de andar sonriendo; y luego despide a ambos y deja que continúen bajando los círculos.
Beelzebub se encuentra con los príncipes e ignora a los demonios de bajo nivel, la mayoría de los siete demasiado ocupados como para prestarles atención; pero Astaroth ha reclamado que abandonara a la trinidad infernal por un arcángel, y Beelzebub ha tenido que detener la furia de Gabriel que nació cuando el príncipe ha osado llamarle "demonio traidor".
—Tenemos que ir con Lucifer —Beelzebub dice —si dirás solo estupideces, no me hagas perder el tiempo.
A Astaroth no le gusta lo que ve, ni lo que escucha, pero no hay nada que pueda hacer, así que deja que se marchen.
Y después de eso, llegar al noveno círculo no es difícil, las puertas se abren para ellos apenas están frente a ellas, como si su visita estuviera siendo aguardada. El lugar es muy silencioso y tan oscuro, y las pisadas fuertes que se acercan haciendo temblar el lugar, advierten que el señor del infierno va hacia ellos.
—¿Por qué has venido?
—Hemos sido amigos durante siglos, desde el cielo —dijo Beelzebub —construí constelaciones contigo, y después luchamos y construimos el infierno juntos, tú, yo y Astaroth.
—Astaroth no abandonó el infierno por un ser del cielo.
—Lo sé —dijo, mas Gabriel no dijo palabra alguna, entendía que la relación con Satanás era más fuerte de lo que él podía comprender, y que sus palabras o su molestia estarían de más. —Nunca quise que esto pasara, solo pasó.
—Hay una razón por la que no nos relacionamos con ángeles.
—¿Y cómo podía saber que acabaría enamorado de un arcángel?
—¿Un arcángel? —rió —es el maldito príncipe celestial, el arcángel supremo, la hiciste muy grande, Beelzebub.
—Yo no planee esto —explicó, y se avergonzó cuando él le hizo saber que había leído sus archivos y sabía que había citado a Gabriel en más de una ocasión. —¿Y qué más podía hacer?
—No citarlo, Beelzebub.
—Pero no podía hacerlo, no era capaz.
Entonces Satanás respiró profundo, aunque estaba enojado, Beelzebub tenía razón al decir que habían construido mucho juntos, habían sido amigos desde hace tanto, que de alguna forma entendía lo que hizo.
—Jesús estuvo aquí —dijo mirando a Gabriel —quiere retribuir la protección que ofreciste a su madre y a él.
—Podrías hacer lo mismo para Beelzebub.
Lucifer rió: —No hace falta, nadie les hará nada. Ni siquiera Dios o yo cuestionaremos lo que Jesús ha dicho.
Y luego, él los había despedido, Beelzebub sabía que no sería posible obtener mucho de él, pero al menos le había dado su tiempo, no parecía mucho, pero lo era. Y luego Beelzebub había sonreído con disimulo cuando Gabriel ofreció su mano a Lucifer, diciendo que Beelzebub estaría bien con él, y que era bienvenido en Alfa Centauri cada vez que quisiera ir en paz.
Gabriel no quiso visitar el cielo, no tenía ganas, tal vez en otra ocasión él lo querrá hacer, pero por ahora, solo quiere regresar a Alfa Centauri y sentarse a mirar el cielo estrellado mientras bebe un té junto a Beelzebub.
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Ineffable Bureaucracy / Flufftober
FanfictionGabriel ya no puede recuperar sus memorias, Beelzebub sabe que no existe otra cosa que pueda hacer más que enamorar a su ángel de nuevo. Posiblemente no suceda tan pronto como el lord de las moscas desea, pero necesita paciencia y un montón de dulce...