Cuando el invierno finalmente acaba, Beelzebub puede despertar, han sido cuatro meses que ha sentido demasiado rápido, Gabriel aún duerme y sus brazos lo aprietan más fuerte que cuando iniciaron su largo sueño, siente la boca reseca y la piel algo sudada, supone por la cercanía de él, el cabello está muy enredado y siente la cabeza húmeda, parecía ser que el invierno no pudo con el calor de su ángel.
—Gabe —le llama bajito, quiere despertarlo, pero no quiere que él lo haga muy bruscamente.
—¿Bee?
—Hola, angelito, ya acabó el invierno.
Y Gabriel solo sonríe con sus ojos aún cerrados, ha dormido demasiado y necesita un poco de tiempo para despertar totalmente.
—¿Cómo te sientes, mi amor? —Beelzebub pegunta, tal vez es demasiado llamarlo así, pero quiere aprovechar que él luce tan suave y relajado.
—Siento como si aún estuviera dormido —responde con una pequeña risa, y según le dice Beelzebub, eso es algo normal.
—¿Quieres levantarte ahora? —pregunta, tiene ganas de ser liberado de los brazos de él, y dejar que su cuerpo se afloje un poco, pero no quiere decirlo de forma directa. —Puedo prepararte chocolate caliente.
Gabriel no responde nada, sino que usa la fuerza que tiene y sube a Beelzebub encima suyo, y él se sorprende tanto que la voz se le pierde por un momento; sin embargo, Gabriel puede hacer que se relaje cuando comienza a acariciar su espalda.
—Te ves muy bonito sobre mí —dice y Beelzebub siente que podría ahogarse. —¿No crees que esto es mejor que el chocolate caliente, Bee?
Y Beelzebub quiere responder, él quiere decir algo, pero no puede, porque Gabriel está actuando como si la confianza se le desbordara y en un momento que no sabe ni cuándo ha sucedido, lo ha hecho estar abajo, y con el cuerpo del arcángel presionando contra él, Beelzebub no puede pensar en nada.
—¿O lo prefieres así, Bee?
Beelzebub suspira: —¿Qué cosas dices, arcángel?
—Me gusta como hueles —le dice y Beelzebub siente que se le eriza la piel cuando él comienza a oler sobre su cuello, definitivamente no entiende qué sucede con su arcángel, ni siquiera el viejo Gabriel había actuado de tal forma.
No es común del Lord de las moscas, pero como su razonamiento y su fuerza han decidido abandonarlo a merced de Gabriel, tan solo se queda muy quieto y deja que él le haga todas las cosas que desee. Es solo él oliendo sobre su piel al inicio, su cuello, su cara; luego escala un poco cuando sus manos comienzan a acariciar sobre sus costados, y Beelzebub sabe que necesita decir algo cuando Gabriel ha maldecido por su ropa y se la ha arrancado, porque según él estaba estorbando. Él es el demonio, no Gabriel, si alguien debía arrancar prendas debía ser él, no ese arcángel, y aún así, estaba totalmente desnudo bajo el cuerpo de él.
—Gabriel, ¿qué estás haciendo?
—¿No te gusta?, ¿quieres que me quite la ropa también? —pregunta, y sin esperar su respuesta comienza a abrir los botones de su camisa.
—Arcángel, espera...
—¿Qué pasa, Bee? —interrumpe.
Y Beelzebub lo mira sin poder comprender lo que sucede, y siente ira de sí mismo, porque siendo un demonio está terriblemente nervioso.
—¿Por qué haces esto?
—Quiero sentirte más cerca, todo lo cerca que pueda —le explica —¿es algo malo?
—No lo es —dice, y no está seguro de lo que hace, pero ayuda a Gabriel a quitarse la ropa. Y luego, cuando ambos están desnudos, Gabriel lo abraza con tanta fuerza, que siente que sus pieles podrían convertirse en una sola y él vuelve a decir lo mucho que le gusta su olor.
Después, cuando el tiempo ha pasado y Gabriel ha complacido su necesidad de cercanía, los sienta a ambos sobre la cama y decide que es hora de aceptar ese chocolate caliente que le habían ofrecido, y Beelzebub está sorprendido con la habilidad de él para actuar como si nada hubiera pasado, como si no acabara de estar desnudo y enredado con su cuerpo. No importa ya, se colocan la ropa nuevamente con un milagro, y van a la cocina para encargarse de lo que sea que Gabriel quiera comer.
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Ineffable Bureaucracy / Flufftober
FanficGabriel ya no puede recuperar sus memorias, Beelzebub sabe que no existe otra cosa que pueda hacer más que enamorar a su ángel de nuevo. Posiblemente no suceda tan pronto como el lord de las moscas desea, pero necesita paciencia y un montón de dulce...