𝟏

135 34 124
                                    

La siguiente historia contiene detalles sobre homicidios o torturas, por lo que tengan cuidado si son sensibles a este tipo de contenido.

.

.

.

Música clásica sonaba de fondo en un pequeño cuarto completamente solitario. Una pequeña mesa de "operaciones" en medio de ese lugar, técnicamente era un cuarto para realizar torturas. En aquella mesa se encontraba una nueva víctima de aquel asesino serial, esta vez se trataba de una mujer de 40 años.
── Déjeme ir, se lo ruego - Pidió con temor la mujer que estaba amarrada en la mesa. El frío de aquel lugar la hacía temblar, su respiración era pesada y dificultosa por la sensación de peligro.
── Michael Pritchard dice que, "El miedo es ese pequeño cuarto oscuro donde los objetivos negativos son revelados" - Respondió con tranquilidad aquel hombre mientras disfruta de la música.

── ¿Y eso que carajo significa? ¡Déjeme ir! Tengo hijos, necesito volver con ellos , no sé cuántos días llevo aquí - La mujer frunció su entrecejo y después gritó sumamente asustada.
── Que curioso que mencionas a tus hijos... ¿Son los mismos hijos a los que has golpeado hasta fracturar sus huesos? - El hombre se levantó de dónde estaba sentado y metió las manos a sus bolsas mientras cuestionaba a la mujer.
── Y-Yo no se de qué habla. Solo quiero volver a mi casa - La mujer trago en seco y sintió su corazón latir más rápido por la sensación de terror en su cuerpo.

── ¿No lo sabes? Ja, que curioso. Tu hija sufrió una ruptura de sus costillas porque se "cayó de las escaleras". Ambos sabemos que eso no fue cierto - El hombre se colocó a lado de la mujer mientras decía aquellas palabras.
── Fue culpa de esa mocosa, no te debería importar - La mujer frunció el entrecejo y respondió con molestia.
── Si me importa, los padres no deberían ser abusivos con sus hijos. En todo caso no deben ser padres, pero yo estoy aquí para corregir eso - El asesino suspiro algo relajado mientras tomaba un martillo que se encontraba cerca de él.

── ¿Eres un justiciero? No te creas una buena persona por hacer esto - La mujer bufó con molestia y trato de jalar sus manos.
── No soy un justiciero, simplemente me causa placer torturar a aquellos padres que lastiman de manera injusta a sus hijos - El asesino nego y sonrió con malicia.
── ¿Torturar? ¡No! Por favor, déjeme ir... Prometo que no trataré mal a mis hijos otra vez, seré una madre ejemplar - La mujer abrió la boca y sintió su corazón latir frenéticamente por el pánico que recorría su ser.
── Tuviste tiempo para hacer eso, no me convencen tus palabras cuando las dices porque estás a punto de morir - El hombre chasqueo la lengua y empezó a mover de lado a lado el martillo.

── ¡Lo juro! Amaré y cuidaré a mis hijos, no volveré a golpearlos, seré buena con ellos. Se lo suplico, por favor déjeme ir - La mujer sonrió levemente para poder convencer al asesino.
── Ruegame, tal vez termine accediendo - El asesino dejo de mover el martillo y se quedó observando a la mujer.
── ¡Se lo ruego! ¡Por favor! SERÉ BUENA MADRE CON MIS HIJOS, SE LO RUEGO... Déjeme vivir y corregiré mis errores - La mujer lloro y gritó con desesperación mientras miraba al asesino.
── Pareces arrepentida, pero ya es tarde. Tus hijos estarán mejor sin ti - El asesino se puso totalmente serio y alzó aquel martillo para dejarlo caer en las costillas de la mujer, de inmediato rompió las costillas de esta por la fuerza del impacto.

── ¡BASTA! ESO DUELE - Gritó la mujer por el dolor que sintió de inmediato, sintió el aire escapar de sus pulmones y uno de ellos colapsó, mientras se empezó a ahogar con su sangre. El asesino simplemente sonrió y repitió la acción del otro lado.
── Solo es una pequeña muestra de lo que han sentido tus hijos por varios años - El asesino miro con superioridad a la mujer, se acercó a una de sus muñecas y la dislocó al lado contrario, lo que hizo hacer llorar y gritar a aquella mujer. Se pasó del otro lado e hizo lo mismo con la otra muñeca. Rompió sus muñecas porque con ellas había golpeado y lastimado a sus hijos.

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐄 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora