Sonidos de una katana se escuchaban de lo que parecia ser una... ¿Alcantarilla? Kaori se encontraba "peleando" con una maldición, si se puede decir peleando, Kaori trataba con todo lo que tenía, poder exorcizar aquella maldición, pero se le hacía algo imposible en este momento. Su uniforme se encontraba todo rasgado, tenía heridas por todo el cuerpo, se encontraba cansada, sentía imposible poder acabar con esa maldición, era muy fuerte, por lo menos para ella.
Que patética soy, Fushiguro puede acabar con está maldición en un abrir y cerrar de ojos. No... Él puede acabar hasta con una de nivel más alto, no sólo él, también Itadori, Kugisaki, todos... Menos yo, no llevo ni 10 minutos peleando y ya me tiene hecha polvo, en cualquier momento voy a quedar inconsciente, y lo más probable esque está vez no corra con la misma suerte, Maki no está por aquí, tampoco va a estar siempre ahí para ayudarme. Que patética soy...
Kaori agarro con fuerza su katana y se acerco a la maldición para poder atacarla, pero está fácilmente esquivo el ataque, y otra vez, otra, otra, y... Otra vez. Kaori dejo caer la katana al suelo y vio como la maldición preparaba un ataque.
-Ya entiendo porque siempre preguntaba si de verdad quería ser hechicera.
-Pensé que no ibas a despertar hasta mañana, pero me alegra, ¿cómo te sientes?
-¿Ieiri?
-Sí, soy yo, ¿dime cómo te sientes, Ao?
-Me duele la cabeza, y un poco el cuerpo.
-Eso es normal, veo que no tienes heridas graves.
-¿Qué sucedio?
-Itadori te salvo de morir a manos de una maldición y te trajo aquí para que pueda curarte. Ven, vamos, te llevare a tú habitación, ahí te sentiras más cómoda.
...
-Gracias, Ieiri.
-No tienes que agradecer. Escucha, debes descansar por una semana, me refiero a nada de misiones, lo que sí debes hacer es salir a caminar un rato, vendre a verte cuando pueda, ¿si? Descansa.
-Sí... Gracias.
Ieiri salió de la habitación dejando a la chica sola, Kaori se acosto arropandose con su sabana, agradecida de que el dolor de cuerpo no era muy grande como otras veces, quería dormir, pero no podía, su mente no la dejaba, su mente empezó a llenarse de muchos pensamientos, a veces ni ella misma sabía como se sentía.
Después de un largo rato, cuando por fin le entro un poco de sueño el sonido de un golpe en la puerta se escucho seguido de una voz conocida.
-¿Puedo pasar?
-Sí.
Seguido de eso la puerta se abrio dejando ver a un albino, este entro a la habitación cerrando la puerta detrás de él y camino hacía la cama sentandose a un lado de la chica, llevo su mano a el cabello de Kaori empezandolo ha acariciar con cuidado.
-¿Cómo te sientes?
-Bien...
-Me contaron lo que paso, me alegra que estes bien, Shoko dijo que no es nada grave, sólo debes descansar.
-Sí... Ya me lo dijo.
-Kaori... ¿De verdad quieres ser hechicera? Sabes... No tienes que sentirte obligada a esto, si no te gusta ser hechicera no tienes porque serlo.
-¿Por qué siempre me pregunta eso?
-Porque no quiero que seas algo que no quieres y sólo lo seas por presión.
-Es eso o... Lo dice porque sabe que soy débil y sólo estoy arriesgando mi vida por nada.
-Sabes que no lo digo por eso, aún te falta mucho entrenamiento, aún tienes muchas cosas que aprender, no eres débil.
-Itadori acabo con esa maldición como si nada.
-Ese no es el tema, te hice una pregunta. Puedes seguir una vida normal.
-¿Puede salir de mi habitación? Quiero estar sola.
-Sólo me preocupo por ti. -sin más el albino salió de la habitación.-
La madrugada siguio normal, para otros, los cuales se encontraban descansando en sus habitaciones, y para otros... La madrugada no fue tan buena, en este caso para Kaori, la madrugada para ella se hizo muy larga, no pudo dormir nada, su mente estaba llena de muchos pensamientos, sus ojos se encontraban un poco rojos por haber llorando.
El sol salió, el cual entraba un poco por las cortinas mal cerradas de la habitación de Kaori, la verdad no era como que ella tuviera ganas de levantarse de su cama, pero tenía que hacerlo, tenía que bajar a desayunar, si no lo hacia, probablemente... No, es más que seguro que vendrán a su habitación ha tocar la puerta hasta que abra y baje ha desayunar.
...
-Hasta que bajas, ya iba ha subir por tí.
-Buenos días, Maki, buenos días a todos. -dijo sin animos para después sentarse a lado de la peliverde.-
-¿Cómo te encuentras, Kaori?
-Bien, gracias por preguntar. Por cierto, gracias... Itadori, por lo de ayer.
-No tienes que agradecer.
-Claro que sí, así que... Gracias.
-Bueno... Entonces de nada. -dijo para después sonreír.-
Los demás alumnos siguieron desayunando, mientras conversaban, por el lado de Kaori y Megumi, estos dos desayunaban en silencio, Megumi por su lado escuchando un poco la conversación y mirando disimuladamente a Kaori. Por el lado de Kaori, ella se encontraba metida en sus pensamientos, sin prestar ni la más mínima atención a la conversación, aunque no duro mucho, ya que fue sacada de sus pensamientos por una voz conocida.
-Vaya, vaya, parece que ya desayunaron sin mí.
-Oh, buenos días, Gojo-sensei. -dijo Itadori.-
-Mi querido equipo, vine a decirles que se arreglen, ya que tienen una misión.
-¿Kaori también ira?
-No, ella debe recuperarse, después podrá regresar a las misiones.
-Por cierto, Kaori, no has dicho ni una palabra desde que te sentaste, parece que no escuchaste cuando Maki y los demás se despidieron de ti, y... ¿Qué sucedio ayer? -hablo Nobara.-
-Ayer casi muero a manos de una maldición de no haber sido por Itadori, no escuche cuando se despidieron, y no tengo batería social hoy, con permiso, me voy a mi habitación. Que les vaya bien en su misión.
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𝑩𝒂𝒏𝒅 𝑨𝒊𝒅 𝑭𝒐𝒓 𝑴𝒚 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕 | 𝓜𝓮𝓰𝓾𝓶𝓲 𝓕𝓾𝓼𝓱𝓲𝓰𝓾𝓻𝓸
RandomUna Chica con una energía maldita muy grande, hasta el punto en el que no la puede controlar en ocasiones, llegando a lastimar personas que se encuentran a su alrededor.