C a p í t u l o 9

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C A P Í T U L O 9

Heathens- Twenty-One Pilots

Blair soñaba en una nube de color rosa, no podía distinguir si caminaba o flotaba. Su corazón se volvió a alterar cuando, cayó en cuenta de que, había besado a Alfred. Más de una vez.

Evitó a toda costa bloquear el recuerdo de su amarga despedida, y las explicaciones ridículas de una beca que no existía, y la que sería la razón para terminar algo que no había empezado. Trató de ser sutil, pero no consiguió que la cara de Alfred siguiera sonriente. En cuando la palabra <<me voy por un tiempo>> salió de sus labios, la bonita expresión que Alfred formó mientras bailaban juntos se esfumó.

Así que cuando se dieron el último beso, ellos lo prolongaron, volviéndolo especial.

Después regresar con Josiah e Isaac para refrescar sus pensamientos se volvió incómodo. Los tres eligieron caminar, así que Josiah se situó a su lado derecho, mirando a sus alrededores, e Isaac en el lado izquierdo, mirando al frente, en un silencio frio.

No está de más mencionar que se sintió más pequeña de lo habitual en medio de dos ángeles imponentes y fuertes, que al parecer se habían convertido en una especie de guardaespaldas.

Josiah la miró, su semblante se suavizó con una sonrisa delicada, Blair le regresó el gesto. Cada vez que Josiah mostraba nobleza, a Blair le sentaba como un cálido abrazo. Como si con esa muestra de calor él le repitiera que todo estaría bien.

—Sabes... —rompió el silencio —tus padres son buenas personas.

Los hombros de Blair se pusieron rígidos.

—Sí, lo son —se aclaró la garganta y se acarició los hombros. Isaac, con una mirada rápida se quitó la cazadora y sin mediar palabra se la ofreció —. Gracias.

—Ummm —respondió.

Blair volvió su rostro con curiosidad en dirección a Josiah.

—¿Así que solo una beca? ¿Eso fue todo para hacer que mis padres me dejaran en la suerte de dos hombres que no conocemos?

—Supongo que Isaac te dijo algo al respecto —Josiah señaló a Isaac con la barbilla—la persuasión.

—Sí, pero no dice mucho.

—Es un hombre de pocas palabras.

Blair sonrió y miró de soslayo al ángel de alas blancas que fulminaba al Serafín.

—Es complejo, la persuasión es algo natural en los ángeles, a veces tenemos la capacidad de manejarla, como en este momento, si no lo hiciéramos tendríamos a toda la ciudad caminando detrás de nosotros. Y hay otras veces, en las que... aunque sin querer lo hacemos. Y después las excepciones, cuando las usamos a nuestro favor.

—¿Lo hiciste intencional? —le preguntó a Isaac. El frunció el ceño.

—No.

Ella suspiró. Podía lidiar con eso. Que no fuera intencional caer en los encantos de un ángel no tuvo nada que ver con ninguno de los dos.

—Cuéntame más —le pidió a Josiah.

—Suele suceder cuando, en general uno de los tuyos capta parte de nuestra esencia. Un ser espiritual y una voluntad pura.

—Así que, en realidad no pueden controlarlo, pero si lo hacen —dijo, confusa.

—Te dije que era complejo —le advirtió Josiah.

Las alas de un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora