C a p í t u l o 2 4

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Había tres ángeles custodiándola desde el cielo, cortesía de Josiah, Por tierra estaban Bodhi, Josiah e Isaac.

Ella iba al frente, pensando y observando lo que pasaba a su alrededor, pero podía sentir la mirada intensa de los tres ángeles que la seguían a unos cuantos metros de distancia.

El día era soleado, algo extraño, dado que desde la muerte de los diez ángeles el cielo había estado húmedo y triste.

Cuando pisó las primeras calles conocidas una sensación de nostalgia y afecto la golpeó en el pecho.

Blair había caminado tantas veces por esas calles, y ahora esta sería la última.

Todavía seguía impactada por lo que está mañana sucedió entre Isaac y ella. Su esfuerzo dio frutos cuando Isaac pudo entrar en su mente como esa primera vez en la heladería para mantenerla en control, su euforia aumentó cuando se dieron cuenta de que ella también le pude hablar a través de la mente.

—¡Blair! —gritó una voz conocida al otro lado de la calle. Los tres ángeles estuvieron a su lado en cuestión de segundos.

Blair también se puso alerta y tentó su arma debajo de la chamarra negra, y en el otro lado sintió la daga escondida detrás de su espalda.

Unos ojos conocidos se cruzaron con los de ella: Alfred, quién tenía una sonrisa de oreja a oreja y una mano extendida saludando a Blair. Cruzó la calle para ir a su encuentro.

—¿Quién es ese? —preguntó Bodhi, no obtuvo respuesta, pero sí una mirada llena de rabia por parte de Isaac, este último mantuvo una expresión tensa.

Josiah lo miró, divertido.

—Hola de nuevo —saludó Alfred —Blair.

—Alfred, ¿cómo estás?

—Un poco triste. La verdad es que la universidad no es lo mismo sin ti.

Blair agrandó los ojos, sintió que algo temblaba bajo sus pies.

Isaac gruñó.

Bodhi siguió con una expresión confusa, mientras que Josiah siguió con el gesto divertido.

—Bueno, un día tendré que regresar —dijo, o al menos eso esperaba, de todo corazón.

—Eso espero, con lo de tu beca debe ser más complicado. ¿cómo te trata la nueva universidad?

—Excelente, todos se han portado muy bien, aunque hay uno que otro mentor gruñón —dijo en voz más alta, y luego miró a Isaac. Este le sonrió con galantería.

—Disculpen, ¿podemos avanzar ya? —pidió Bodhi.

—Oh —Blair lo tomó del brazo —este es mi nuevo amigo de la universidad —Bodhi frunció el ceño y ella tuvo que pellizcarlo para que le siguiera el juego.

—Ah sí —Bodhi mostró su mejor sonrisa y le pasó el brazo por encima al hombro de Blair, atrayéndola —y mi nueva novia.

El pulso de ella se disparó.

Alfred los miró con desconcierto.

—Pero tenemos una relación abierta, por si quieres unirte.

Josiah soltó una risita.

—¡No! No tengo una relación con él.

Isaac se acercó a pasos decididos y Bodhi se hizo hacía atrás.

—Esto se pondrá feo— murmuró Bodhi. Está vez Blair sí que lo carbonizó con la mirada, y en el proceso sintió el aroma a madera de Isaac a su lado.

Las alas de un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora